Como era de esperarse, el escándalo que desató el ahora ex jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, con la difusión en redes de las imágenes junto a la modelo Sofia Clerici en un yate por Marbella, se coló en el debate presidencial.
Los candidatos opositores aprovecharon el caso para cargar contra el postulante de Unión por la Patria, Sergio Massa. De inmediato, en su presentación, Myriam Bregman, del Frente de Izquierda y Trabajadores-Unidad, dio su opinión con respecto a la crisis económica que atraviesa el país y sentenció: “Mientras hambrean al pueblo se van en sus yates de lujo a pasear por Europa. Lejos de eso, nosotros no venimos a hacer promesas de campaña sino un compromiso de lucha”.
Minutos más tarde, durante el bloque de “Educación”, la dirigente de la Izquierda resaltó el rol de los docentes “que se hacen cargo de los problemas que los pibes y pibas llevan al aula”, cuestionó las propuestas del resto de los contrincantes y remató: “Tenemos derecho a la educación pública y de calidad. Y quiero agregar algo más: que los funcionarios públicos cobren como un docente. Porque Bullrich ataca a la docencia. Sergio Massa hace poco les dijo a las docentes: ‘Se acabó la joda’ ¿Joda? Joda es la de sus funcionarios que se van en un yate a Europa a tomar champán”.
A su turno, la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, utilizó uno de sus derechos a réplica durante el bloque de “Economía” para responderle a Massa luego que anunciara avanzar penalmente contra evasores fiscales y quienes fuguen divisas. “Massa, explicale a los argentinos como siendo el peor ministro de Economía, podés ser un presidente. Como podés dividirte en dos personas con tanto cinismo. Aumentaste 40 impuestos y después querés hacer una ley penal, ya tenés el primero, llevatelo a Insaurralde”, expresó la referente del PRO.
Las imágenes de Insaurralde y Clérici fueron publicadas por la propia modelo en su cuenta de Instagram. Y si bien luego las borró, se viralizaron y escalaron de manera imparable por las redes sociales provocando rechazo popular y la reacción de todos los candidatos, tanto del oficialismo como de la oposición.
Antes de que Insaurralde publicara en sus redes sociales que había decidido renunciar y que Axel Kicillof firmase el decreto de aceptación inmediata de la dimisión, Milei, Bullrich, Bregman, y Florencio Randazzo, candidato a vicepresidente de Schiaretti, plantearon durísimas críticas contra los candidatos de Unión por la Patria: Massa y el gobernador bonaerense fueron los blancos principales de las críticas.
“Cuando los políticos te dicen que el gasto público es sagrado y que no se puede recortar nada es porque están cuidando los negocios que les permiten vivir como monarcas. Les queda poco tiempo de esta joda”, publicó Milei en su cuenta de X (Twitter), con la captura de una nota sobre el intendente de Lomas de Zamora en licencia.
El mismo sábado, Bullrich reclamó que el dirigente peronista explique “de dónde sacó la plata” para su viaje junto a Clérici por Marbella.
“Si soy gobernador hoy mismo le doy una patada en el orto (sic). Es faltarle el respeto al conjunto de la sociedad, a la cantidad de gente que la está pasando mal que supuestamente estos señores dicen que representan”, dijo Randazzo, en declaraciones a la prensa.
El caso generó malestar en el oficialismo, sobre todo en Massa y Kicillof, quienes pueden sufrir electoralmente los coletazos del escándalo provocado por Insaurralde. Tras acordarse la salida de la jefatura de Gabinete, el gobernador anunció en sus redes que quiere eliminar el cargo que ostentaba el lomense.
“Luego de interiorizarme sobre la situación, decidí aceptar de forma inmediata la renuncia de Martín Insaurralde al cargo de Jefe de Gabinete del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Mi tarea es seguir liderando un gobierno al servicio del pueblo de la Provincia. Las explicaciones se tendrán que dar en los ámbitos correspondientes”, posteó Kicillof.
“Asimismo, he decidido también enviar a la Legislatura Provincial un proyecto de ley donde disponemos disolver la Jefatura de Gabinete de Ministros, cuyas funciones sustantivas serán absorbidas por otros ministerios”, adelantó. Y agregó: “No se trata de hacer ‘marketing de la honestidad’ en plena campaña electoral. Para nosotros, el Gobierno es una herramienta para transformar la vida de los demás. No podemos distraernos ni perder tiempo. La celeridad con la que se resolvieron las cosas pone de manifiesto con claridad cuál es mi posición y mi decisión”.