La jueza Ana María Figueroa espera el aval del presidente Alberto Fernández para continuar en la Cámara Federal de Casación por 5 años más. Después de que el oficialismo consiguiera el jueves de la semana pasada en el Senado aprobar la continuidad de la magistrada -pese a la resolución en contrario de la Corte Suprema de Justicia de la Nación- hace falta un decreto presidencial. “No hay apuro en sacar el pliego”, reconocieron fuentes de la Casa Rosada a Infobae.
La Corte Suprema, con el voto de sus cuatro integrantes (Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti), había resuelto dejar cesante a Figueroa el 6 de septiembre. Ahora, con la jugada que impulsó Cristina Kirchner en la Cámara alta, el Gobierno pretende que vuelva a su puesto, clave en las causas de Hotesur y Los Sauces y en la del Memorándum con Irán, en las que está implicada la Vicepresidenta.
Figueroa cumplió 75 años, la edad límite que establece la Constitución Nacional para su ejercicio como magistrada, el 9 de agosto.
En el decreto, el Ejecutivo deberá fundamentar las razones por las que se impulsa a Figueroa en Casación. No tendrá que dejar flancos débiles para no correr los riesgos de una impugnación. Por ese motivo, en la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia, el área a cargo de Vilma Ibarra, analizan cada arista legal con minuciosidad.
Aunque durante su gestión Alberto Fernández ya firmó decretos de un tono similar para que otros tres jueces sigan en sus cargos después de los 75 años, en este caso existe la presión del kirchnerismo para que el tema avance lo más pronto posible.
De acuerdo al artículo 99, inciso 4, de la Carta Magna argentina, el Presidente tiene entre sus atribuciones designar jueces “en base a una propuesta vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado, en sesión pública, en la que se tendrá en cuenta la idoneidad de los candidatos”. Allí también se especifica que “un nuevo nombramiento, precedido de igual acuerdo, será necesario para mantener en el cargo a cualquiera de esos magistrados, una vez que cumplan la edad de setenta y cinco años”. Y agrega: “Todos los nombramientos de magistrados cuya edad sea la indicada o mayor se harán por cinco años, y podrán ser repetidos indefinidamente, por el mismo trámite”.
La votación en el Senado para que Figueroa continúe por cinco años más fue muy ajustada. Al oficialismo le costó conseguir quórum y una vez que lo logró hubo doble empate a la hora de votar. Terminó desempatando la legisladora santiagueña Claudia Ledesma Abdala (esposa del gobernador de esa provincia Gerardo Zamora) quien estaba a cargo de la presidencia provisional de la Cámara ya que Cristina Kirchner se había retirado del recinto.
Este lunes, Cristina Kirchner, a través de su abogado Carlos Alberto Beraldi, presentó un recurso extraordinario ante la Cámara Federal de Casación. Solicitó la nulidad de los fallos que revocaron sus sobreseimientos y que también ordenaron la realización de juicios orales en las causas Hotesur y Los Sauces y en la del Memorándum con Irán, en las que está implicada.
Se cuestiona allí que la resolución de la Cámara del 18 de septiembre que reabrió ambas causas fue firmada solamente por los dos jueces de la Sala 1 de Casación que permanecen en sus puestos, Diego Barroetaveña y Daniel Petrone, y que fue excluida la jueza Figueroa (que también integraba ese cuerpo) por la determinación que había adoptado la Corte Suprema unos días antes.
En aquella oportunidad, quien sí quedó desvinculada de la causa de Hotesur y Los Sauces fue la hija de CFK, Florencia Kirchner.
En ambas causas la ex mandataria y los otros acusados -figuran, entre otros, su hijo Máximo y empresarios como Lázaro Báez, Cristóbal López, Fabián de Sousa y el ex contador de la familia, Víctor Manzanares-, pueden presentar su apelación de los fallos hasta el martes 3 de octubre.