Las tres centrales obreras escenificarán esta tarde nuevamente en la calle el apoyo a la candidatura de Sergio Massa con la excusa de un antiguo reclamo que se cumplió: la eliminación del Impuesto a las Ganancias. A las 14, en la Plaza de los Dos Congresos, la movilización a la que convocó la CGT y a la que adhirieron las dos CTA será la herramienta elegida por el sindicalismo para intentar que el candidato oficialista entre al balotaje y despeje los temores que dejaron su tercer lugar en las PASO.
En realidad, la convocatoria también se amplió a las organizaciones sociales oficialistas, como el Movimiento Evita y Barrios de Pie, que se sumaron a la concentración sindical para celebrar que el Senado también tenía previsto aprobar el proyecto que contempla la devolución del IVA para los productos de la canasta básica, que está dirigida a los sectores con menores ingresos.
Con Ganancias como emblema, Massa será el único orador del acto para acaparar el rédito político de una iniciativa que el ministro-candidato insinuó primero y luego llevó adelante, desacomodando a la dirigencia de Juntos por el Cambio, que lo desafiaba a aplicar esa medida que ya Mauricio Macri había prometido instrumentar, pero nunca concretó. Ahora, la coalición opositora cree que es una iniciativa electoralista y que genera injusticias: “En un país destruido arrasado por la pobreza, que está al borde de la hiperinflación, se le otorga un cheque de $1.250.000 anuales a esos 800.000 trabajadores con los sueldos más altos de la Argentina. Esto demuestra que lo que votamos no es un beneficio a los trabajadores: es una concesión a los jerarcas sindicales”, dijo Luciano Laspina, diputado nacional de JxC y economista del equipo de Patricia Bullrich, cuando el proyecto se debatió en la Cámara Baja.
La CGT, amenazada por el miedo a que el peronismo pierda las elecciones, se apuró en rodear a Massa y montar el escenario para que transmita buenas noticias a esas mismas bases apremiadas por la inflación. “El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Economía que conduce Sergio Massa, ha tomado nota de un viejo reclamo de la CGT, al enviar al Congreso de la Nación la ley que elimina el impuesto para trabajadores y trabajadoras. Esta noche se ha escuchado nuestra voz, que no es otra que la de tantos trabajadores a lo largo y ancho de la Argentina que veían como parte de su esfuerzo no se veía reflejado en su salario”, enfatizó la central obrera en un comunicado de tono triunfal.
Pero, además, la jugada cegetista apunta a bloquear el acuerdo del líder del Sindicato de Gastronómicos, Luis Barrionuevo, para crear un sindicalismo afín a Javier Milei. Por eso la CGT manifestó el lunes pasado su “absoluto rechazo hacia las propuestas de algunos candidatos (en alusión al libertario) que, desde el delirio o la destrucción, nos plantean falsas libertades individuales, con imaginarios equilibrios virtuosos de mercado que nunca se concretan y que en la práctica, nos conducirían hacia un camino de desintegración, violencia y descomposición”.
“El acuerdo democrático que hemos abrazado hoy está en peligro cuando se ponen en discusión fundamentos básicos de nuestra vida institucional como la educación pública y gratuita, la salud pública, la seguridad social y los derechos laborales individuales y colectivos”, agregó.
En una dura declaración, la CGT también se refirió a Barrionuevo, sin nombrarlo: “Que nadie se equivoque: ninguna especulación individual y oportunista va a confundir la voluntad unánime del movimiento obrero organizado que, por historia, por convicción y por compromiso, manifestamos nuestra única opción electoral por el candidato Sergio Massa”.
El texto se aprobó en una reunión de la mesa chica de la CGT, ampliada con otros sindicatos, a la sugestivamente no asistió Argentino Geneiro, secretario de Formación y Capacitación Profesional de la central obrera y representante del sindicato de Barrionuevo. Sí, en cambio, se hicieron presentes otros dos dirigentes alineados con el gastronómico como Hugo Benítez (textiles) y Roberto Solari (guardavidas). La única ausencia de un barrionuevista justificada fue la de Carlos Acuña (estaciones de servicio), uno de los cotitulares de la CGT, que mantiene su apoyo a la candidatura presidencial de Massa como referente del Frente Renovador y el lunes concurrió a un acto con el ministro-candidato en el partido de Presidente Perón, cuya intendenta, Blanca Cantero, es su esposa.
Massa aseguró en varias oportunidades que será el “presidente de los trabajadores” y haber cumplido un viejo reclamo del sindicalismo como la eliminación de Ganancias lo ubicó en un lugar que parecía tambalear por culpa de la inflación que no cede y carcome los aumentos salariales. ¿Le alcanzará para entrar al balotaje y soñar con llegar a la Casa Rosada? Luego de su reunión con Gerardo Martínez (UOCRA) y su acuerdo con Barrionuevo, Milei dio señales de que no insistirá con una profunda reforma laboral ni con la derogación de la reelección indefinida de los sindicalistas, pero el candidato de Unión por la Patria le sacó ventaja en una virtual pelea por el voto trabajador, por más que el postulante de La Libertad Avanza haya apoyado en el recinto el proyecto de Ganancias.
Con la movilización de esta tarde, Massa espera que la bendición sindical lo proteja de cualquier incomodidad que puedan generarle sus rivales en el primer debate presidencial de este domingo y así tenga el camino allanado, a fuerza de anuncios, para llegar a la segunda vuelta electoral. La CGT, por su parte, espera que las PASO hayan sido sólo un espejismo que no los aleje más del poder.