La Libertad Avanza, el partido de Javier Milei, sorprendió tras ganar las últimas PASO. Su declaración de gastos de campaña presentada ante la Cámara Nacional Electoral en los últimos días volvió a sorprender: el libertario fue el candidato que menos dinero gastó para hacer proselitismo en las internas abiertas. Su fuerza política desembolsó menos de la quinta parte que sus competidores de Juntos por el Cambio y la cuarta parte de lo que gastó el oficialismo.
Juntos por el Cambio fue la fuerza política que más gastos de campaña declaró para las precandidaturas presidenciales Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, que superaron entre ambas los $1000 millones. Detrás aparece Unión por la Patria, que con Sergio Massa y Juan Grabois informaron un desembolso de $700 millones, según las presentaciones realizadas por estas agrupaciones ante la Cámara Electoral. Bastante más atrás para La Libertad Avanza: la campaña presidencial de Milei costó apenas $180 millones, según la declaración que su propio partido hizo ante la justicia.
Aunque su fuerte es la comunicación no tradicional, como las redes sociales, La Libertad Avanza informó haber gastado más dinero en la política tradicional que en la virtualidad. Pagó $111 millones para financiar “gastos operativos de campaña”, su principal erogación. La mayoría de ese dinero, unos $103 millones, se utilizó para financiar la impresión de boletas. Es llamativa la comparación con sus rivales en este ítem. Tanto Juntos por el Cambio como Unión por la Patria gastaron el doble para imprimir boletas, que no sólo se usan para abastecer los cuartos oscuros, sino que también suele ser clave para la militancia durante la campaña.
Por fuera de la impresión de boletas, la segunda erogación más importante declarada por La Libertad Avanza es la organización de actos y eventos, que se llevó $61 millones. Dentro de ese ítem debería estar incluido, por ejemplo, el cierre de campaña de Milei en el Movistar Arena, un estadio cerrado con capacidad para 15.000 personas que suelen utilizar artistas internacionales cuando visitan Argentina. Muy por detrás aparecen “movilidad y viáticos” para el candidato y sus equipos por apenas $5 millones y “avisos oficiales” por menos de $2 millones.
Las redes sociales, el espacio de comunicación preferido de La Libertad Avanza y varios de sus candidatos, aparecen con una inversión declarada que apenas supera los $2 millones. A diferencia de otros partidos, como Juntos por el Cambio, los libertarios priorizaron la inversión en medios digitales nacionales y provinciales, que duplican la inversión en redes sociales.
¿Cómo se financió la Libertad Avanza? La campaña presidencial de Milei fue pagada mayormente con fondos públicos. El Estado fue su principal financista: aportó $131 millones, casi el 80% se pagó para la impresión de las boletas. El dinero restante ($28 millones) fue girado en concepto de “aporte público extraordinario para la campaña”. Sin embargo, los libertarios siguen siendo el partido que menos recibe del Estado en comparación con Unión por la Patria y Juntos por el Cambio.
La Libertad Avanza recibió además donaciones de privados por casi $70 millones, un número también inferior a sus competidores. El principal donante fue la empresa Franquimar SA, que se dedica a servicios informáticos, con un aporte de $20 millones. Detrás aparece la compañía Smart Commerce SA, que vende productos de informática, con otros $16 millones. El empresario Sebastián Braun donó $15 millones y el consultor Fernando Cerimedo hizo un aporte en especies por $6 millones.
La campaña más costosa
Juntos por el Cambio montó la campaña más cara de las PASO. Las precandidaturas presidenciales de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta superaron los $1000 millones de gastos, según la declaración entregada ante la Cámara Nacional Electoral. Los postulantes de ambas listas internas declararon gastos prácticamente similares, apenas por encima de los $500 millones cada uno.
La promoción de los candidatos y la publicidad en la “virtualidad” se llevó casi un tercio del presupuesto proselitista de Juntos. ¿Cómo se dividió ese gasto? La propaganda en redes sociales fue la principal apuesta para potenciar a los candidatos opositores. Juntos desembolsó en este rubro más que ninguna otra fuerza: fueron $147 millones. A eso hay que sumarle $71 millones correspondientes a la “publicidad en Internet” y otros $97 millones de publicidad en medios de comunicación digitales, que también se leen por Internet.
A pesar de que como ninguna otra fuerza Juntos fue el que más invirtió en Internet y redes sociales, la mitad de su presupuesto se gastó en erogaciones vinculadas a la política tradicional. Como ocurrió con el resto de los partidos, la impresión de boletas fue el principal gasto, ya que costó $266 millones. Otros desembolsos clásicos de las campañas electorales fueron la organización de actos y eventos, que sumaron $147 millones, y la propaganda en la vía pública, que se llevó casi $90 millones más.
Juntos fue la fuerza política con más gastos declarados, pero también fue la que informó más donaciones. Fueron $646 millones de contribuciones privadas. A pesar de que se presentó una larga lista de donantes, los principales aportes vinieron de parte de empresas. Como en las urnas, en ese rubro Bullrich también superó a Rodríguez Larreta.
El proselitismo oficialista
Unión por la Patria gastó casi $700 millones para financiar las campañas presidenciales de Massa y Grabois en las PASO. La diferencia entre los gastos de ambos precandidatos fue notable: la lista Celeste y Blanca, encabezada por el jefe de Gabinete, desembolsó $480 millones. Enfrente, los dispendios del dirigente social fueron de $216 millones, menos de la mitad.
¿En qué se gastó ese dinero? La impresión de boletas fue el principal gasto del kirchnerismo, ya que se destinaron $224 millones para ese ítem. Detrás aparecen otros desembolsos clave para las campañas electorales: fueron $125 millones para promocionar a los candidatos en redes sociales como Facebook o Instagram o en motores de búsqueda como Google. De la virtualidad a la política tradicional, otro gasto importante para el oficialismo fue la inversión en “actos y eventos”, que se llevó $113 millones.
Las agencias de publicidad, clave para nutrir de contenido tanto a las redes sociales como a los medios de comunicación, también se llevaron su parte. El kirchnerismo desembolsó $ 70 millones en ese ítem. La propaganda más tradicional también insumió sus fondos: hubo $51 millones para cartelería y publicidad en la vía pública más otros $23 millones para los medios de comunicación digitales.
Unión por la Patria fue la fuerza que más dinero recibió del Estado. Hubo giros de dinero público por $394 millones para financiar la campaña electoral durante las PASO. Poco más de la mitad de esos fondos se utilizaron para pagar la impresión de boletas y el resto fue transferido como aporte estatal extraordinario para hacer campaña.
Como Juntos por el Cambio, el oficialismo también recibió contribuciones de personas físicas y empresas. El mayor número de donaciones se recaudó de unas 50 compañías que sumaron aportes por $224 millones para la candidatura de Massa y otros $103 millones para la lista de Grabois.
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