El kirchnerismo podría llegar a tener un jueves plagado de victorias parlamentarias en el Senado de la Nación. En principio ya tiene el quórum asegurado para dar inicio a la sesión, los votos para darle sanción definitiva al proyecto que modifica la ley de Ganancias y, por último, el acompañamiento necesario para modificar el proyecto de ley de alquileres de Juntos por el Cambio y enviarlo nuevamente a Diputados. Además, en el temario también estará el pliego de la jueza Ana María Figueroa, que ya cumplió 75 años y quiere seguir en su puesto de la Cámara de Casación a pesar de que la edad no la habilita y un fallo de la Corte Suprema ordenara que cesara sus funciones.
De aprobarse la continuidad de la magistrada, el kirchnerismo entraría en un nuevo conflicto con el máximo tribunal del país. Sin embargo, desde el oficialismo ya decidieron desconocer el fallo contra Figueroa y su visión es que lo que diga la Corte no es pertinente en este caso. La continuidad de esta jueza es de especial importancia para Cristina Kirchner, ya que es la magistrada que debía intervenir en Hotesur y Los Sauces y se espera que lo haga a favor de la Vicepresidenta.
Con el quórum asegurado, el desafío del Frente de Todos pasa porque los aliados no se retiren a la hora de votar el pliego de Figueroa. El interbloque del FdT tiene 31 senadores y Juntos por el Cambio 33, por lo que perdería un enfrentamiento directo. En esta instancia, es fundamental el apoyo de Alberto Weretilneck, Magdalena Solari Quintana y Clara Vega, todos senadores que tienen un monobloque.
Los otros dirigentes a los que apuesta el oficialismo son los peronistas disidentes María Eugenia Catalfamo, Guillermo Snopek Carlos Espínola y Edgardo Kueider que conforman el bloque Unidad Federal.
Alquileres
El kirchnerismo buscará introducir y aprobar cambios al proyecto que llega en revisión de la Cámara de Diputados que impulsó Juntos por el Cambio, cuyos senadores buscarán sumar votos para contener las modificaciones que propone el oficialismo y así darle sanción definitiva.
Sin embargo, el interbloque del Frente de Todos se lanzó en la búsqueda de aliados y consiguió lo que Juntos por el Cambio no pudo: sumar en sus filas a buena parte del bloque de Unidad Federal y a los senadores que conforman bloques unipersonales.
Por lo menos en la previa, todo hace suponer que contará con el apoyo de Alberto Weretilneck, Magdalena Solari Quintana y Clara Vega, todos senadores que tienen un monobloque. Pero lo más importante es que también tendrá de su lado a los cuatro peronistas disidentes de Unidad Federal: María Eugenia Catalfamo, Guillermo Snopek, Carlos Espínola y Edgardo Kueider. Si eso sucede, alcanzará los 38 votos y Juntos por el Cambio no podrá hacer nada para aprobar su proyecto de ley.
“Teníamos dudas sobre el modo de actualización que proponía el Frente de Todos, de cómo era la fórmula para actualizar los alquileres porque nosotros queríamos una fórmula que era 60% índice de salarios y 40% inflación y ellos un indicador que se llama Casa Propia. Luego tuvimos tiempo de analizar ese índice y, como en el resto de los puntos que buscan modificar estamos de acuerdo, decidimos acompañar”, explicó Catalfamo.
El proyecto que el oficialismo busca aprobar propone mantener los contratos por tres años, actualizar los alquileres cada seis meses, eliminar los adelantos de alquileres y que el índice para actualizar el contrato de locación sea el coeficiente Casa Propia que publica el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, y que tiene en cuenta el menor índice entre el promedio de variación salarial del último año y el promedio de la inflación del mismo período.
Por el lado de Juntos por el Cambio, se mantiene el dictamen de Diputados aprobado el miércoles 23 de agosto: reduce de tres a dos años los plazos de los contratos, abre la posibilidad de actualización cada cuatro meses como mínimo y permite que las partes fijen índices de actualización.
El kirchnerismo tiene el número y lograría avanzar con la media sanción con modificaciones. Eso significa que el proyecto de ley que modifica la Ley de Alquileres deberá volver a la Cámara de Diputados y estirar aún más los plazos de reforma de una norma que, según dicen las inmobiliarias, JxC y los constructores, tiene paralizado al mercado de los alquileres.
Para Juntos por el Cambio queda una oportunidad para poder aprobar su propia norma. Si el kirchnerismo en la Cámara alta aprueba las modificaciones con mayoría simple -la mitad más uno-, JxC necesitará exactamente la misma cantidad de votos -la mitad más uno- en la Cámara baja para poder insistir y aprobar definitivamente el proyecto de ley original. Si el Frente de Todos consigue una mayoría especial -los dos tercios-, JxC debería repetir esa votación en Diputados, algo que parece complejo de conseguir.
Así y todo, una vez que vuelva el proyecto a la Cámara de Diputados, Juntos por el Cambio deberá reeditar el apoyo de los otros bloques para poder llamar a una sesión especial. Eso sería en octubre, a días de la elección presidencial. “Si ellos tienen el número en el Senado, no nos dan los tiempos en Diputados y se vuelve a empantanar la discusión”, reconoce una fuente del PRO en la Cámara baja.