La política platense continúa sacudida por las sospechas de corrupción que involucra a funcionarios de la Legislatura bonaerense y al PJ provincial. El foco de la investigación recae en Julio Segundo Rigau, conocido como “Chocolate”, quien enfrenta acusaciones de 177 defraudaciones reiteradas consumadas y otras 45 en grado de tentativa por utilizar tarjetas de débito de empleados y personas contratadas de la Cámara baja. Las especulaciones apuntan a una “caja negra” de financiamiento de la política.
Guillermo Koster, uno de los presuntos titulares de las tarjetas utilizadas por Rigau, dio una curiosa declaración en las últimas horas. Admitió haber entregado su tarjeta y clave a “Chocolate” hace ocho meses, argumentando que le resultaba “más práctico” que un tercero le cobrara su salario mensual de 583,344 pesos. Koster afirmó que Rigau era su amigo.
“Venía, me traía mi plata, me daba la tarjeta y el recibo. El vive acá a la vuelta”, contó en un reportaje a Telenoche. También explicó que el centro de La Plata es complicado para estacionar, y por eso evita retirar el dinero por su propia cuenta. “El colectivo no lo puedo tomar, honestamente digo. No voy a pagar 5 o 10 mil pesos (para ir a cobrar), prefiero ir yo”, expresó.
Otros empleados dieron versiones similares. Lourdes Degollada (50) dijo ser empleada en un depósito de la Cámara de Diputados donde solo tenía que cumplir unas 30 horas semanales. “Nosotros le dábamos la tarjeta de débito para cobrar, éramos varios los que le dábamos la tarjeta, mi hermana se la daba seguro, después conozco otra chica en común Agatha. Él se encargaba de eso, le dábamos para que él vaya a cobrar y colaborábamos con el merendero, cada uno le daba lo que quería”, sostuvo ante la declaración testimonial judicial a la que tuvo acceso Infobae.
Maroni Sheila Belen (34), una mujer que dijo trabajar en el área de personal de la Cámara baja desde 2013. Cuando le preguntaron por Rigau, aseguró que “vive a dos cuadras de su casa” y que le cobraba el sueldo pero “le devolvía” el dinero. “A Julio lo conozco desde hace mucho tiempo y por eso le daba la tarjeta para que me cobre, yo soy un desastre y no tengo tiempo. El me sacaba el dinero y después me la devolvía, básicamente yo no voy al cajero”, aseguró en su testimonio judicial.
La detención de “Chocolate” se produjo cuando fue sorprendido durante el sábado 9 de septiembre en un cajero automático de la ciudad de La Plata de una sucursal del Banco Provincia, ubicado en la calle 54 y la avenida 7. En las imágenes se lo veía retirando dinero de manera incesante durante aproximadamente 20 minutos. Esto levantó sospechas, y al momento de su detención, se encontraron en su posesión 48 tarjetas de débito, extractos y más de 1.2 millones de pesos en efectivo, el límite permitido para retiros diarios.
El caso desató la polémica por la explícita maniobra de dinero en efectivo a través de intermediarios y la supuesta entrega voluntaria de las tarjetas resulta inverosímil. Entre los titulares de las tarjetas, se encuentran hombres y mujeres de distintas edades cuyos salarios rondan los 500 mil pesos, algunos de ellos residentes locales de La Plata, Tolosa, Berisso y Ensenada, y personas de municipios más distantes de esa zona del conurbano como Tigre o Hurlingham.
La persona artífice detrás de esa operación es “Chocolate” Rigau, un electricista e histórico puntero vinculado al PJ provincial que fue candidato a concejal suplente en 2019. Las miradas ahora se dirigen hacia Facundo Albini, concejal del Frente Renovador de La Plata, a quien se le atribuye una relación con Rigau. No obstante, Albini no ocupa actualmente funciones en la Cámara de Diputados.
A pesar de su detención, la Sala III de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de La Plata declaró nulo el punto de partida de la investigación penal y dejó en libertad a Rigau, el único imputado. El procedimiento se realizó en tiempo récord. Ahora comienza el tiempo de la apelación. Son 20 días desde la notificación. Recién en ese momento, se sorteará la sala de Casación que intervendrá en el caso.
Pocos días antes, el juez de Garantías Federico Guillermo Atencio sostuvo que la pesquisa de la fiscal del caso de la UFI N°2, Betina Lacki podía conducir a develar “un acto de corrupción de inmensurable trascendencia”. Creen que el volumen del dinero y la cantidad de tarjetas “no pudo escapar del conocimiento” de las autoridades de la Cámara de Diputados.
Pero la liberación de Rigau por parte de la Cámara de Apelaciones genera controversia. El fiscal general, Héctor Vogliolo, anunció su intención de apelar esta decisión. Hasta ahora hubo evidencias de relevancia, no solo el acto in fraganti de Rigau. Se esperaban medidas que incluyan la revisión del teléfono celular de Rigau y el análisis de un cuaderno con anotaciones y papeles personales encontrado en su domicilio “para ser presentados ante la Honorable Cámara de Diputados”. Nada de eso se pudo concretar por la intervención de la Sala III.
Según fuentes legislativas consultadas por Infobae, los contratos relacionados con las tarjetas de débito que se encontraron en posesión de Rigau datan de la gestión anterior, que abarcó el período 2015-2019. Durante ese tiempo, la Cámara baja bonaerense estuvo bajo un acuerdo de gobernabilidad que involucraba una presidencia rotativa entre Cambiemos y el Frente Renovador.
Hasta el momento. no hubo pronunciamiento público de los principales bloques que integran la Cámara de Diputados. Los diputados del bloque La Libertad Avanza, Nahuel Sotelo y Constanza Moragues que responden a Javier Milei, expresaron su preocupación. Mientras que la Izquierda hará este viernes 29 una olla popular con menú de ñoquis en la puerta de la Cámara de Diputados.