A un mes exacto de las elecciones generales, Patricia Bullrich advirtió que la pulseada electoral entró en zona de definición y alertó que, si Javier Milei llega a la Casa Rosada, el kirchnerismo puede recuperar rápidamente el poder.
“Este es el paso histórico, es la batalla final contra un kirchnerismo que está debilitado. Y cuando ya estamos desembarcando en Normandía, no nos vamos a correr para que intente llegar al gobierno un grupo nuevo (por La Libertad Avanza), que tiene derecho pero no va a tener la espalda, el coraje y el temperamento de decir ‘basta, nunca más nos van a impedir gobernar’. Porque si esto es así, este poder (por el kirchnerismo) vuelve rápido”, advirtió Bullrich en un encuentro organizado por la Fundación Libertad que convocó a 22 líderes de América Latina y España.
La candidata a Presidente por Juntos por el Cambio realizó ese duro diagnóstico luego de repasar momentos puntuales de los gobiernos de Cristina Kirchner -recordó los ataques al campo y a la Justicia, a firma del acuerdo con Irán, entre otros-, para dejar en claro la necesidad de cerrar definitivamente una etapa política encabezada por una fuerza a la que definió como, “un régimen que hace 20 años intenta avanzar hacia el lugar de un populismo que destruye y desarma las instituciones”.
Con la misma contundencia, Bullrich agregó que el kirchnerismo se ha caracterizado por ser un “adversario que intentó en todo momento salirse de la democracia, hablando de la democracia; la ha utilizado para deformar lo que efectivamente es la democracia”.
En su discurso, la referente opositora también le dedicó un párrafo a la actual administración nacional: “Esta última gestión ha sido el ocaso del kirchnerismo, nos han llevado a la crisis más importante de nuestra historia. Los argentinos lloran, están angustiados, se van al lugar de donde vinieron sus abuelos porque sienten la toxicidad de un país que tiene tomado el poder por un núcleo que, hagas lo que hagas, se quiere quedar en el poder y lo dice abiertamente”.
Para Bullrich, “ahí está el desafío” que afronta la fuerza política que representa: “Debemos romper de una vez y para siempre de este intento de que la gobernabilidad esté presa del poder de un grupo mafioso”.
Ante el aplauso cerrado de un auditorio repleto de líderes latinoamericanos, la dirigente de JxC cerró su discurso con una promesa: “Mi compromiso es poner la espalda, el carácter y toda la fuerza que la Argentina necesita. Es el momento, en este desembarco no nos vamos a parar. Vamos a lograr que no solamente ganemos las elecciones, sino también la pulseada para que el poder termine de ser mafioso, feudal, que le extrae a la gente todo, en un país que lo tiene todo y un pueblo que no tiene nada”.
Previamente fue el turno de Mauricio Macri, quien en esta ocasión habló como una especie de presentador del encuentro: su discurso fue breve y sirvió de introducción para que se explayaran los demás expositores convocados por la Fundación Libertad.
El ex Presidente argentino comenzó hablando de la creciente inestabilidad política que se registra en diversas partes del mundo, con la irrupción de regímenes autocráticos combinados con el populismo, que “tienen una narrativa poderosa basada en el resentimiento y la reivindicación, en sacarles a unos para darles a otros, destruyendo el valor de la palabra”.
En esa línea, Macri indicó que es imprescindible “construir la propia narrativa que defina los valores en Educación, Derechos Humanos, Seguridad, que no es verdad que los victimarios son víctimas... Y en el campo de la economía, la racionalidad del orden, que no se termine aplastando a las sociedades que se las somete a la pobreza con los procesos inflacionarios que desata” el populismo.
“Hay que crear una narrativa que valore el emprender, el desarrollo personal, el actuar en forma conjunta sin estar sometidos por este tipo de autocracias y de ideas destructivas”, finalizó.