Luego de que la Justicia determinara que en los comicios generales no se volverá a utilizar la boleta electrónica en la ciudad de Buenos Aires, como ocurrió en las PASO, las autoridades porteñas le solicitaron a la Dirección Nacional Electoral (DINE) que se haga cargo del conteo de los votos en octubre.
De esta manera, el organismo encabezado por Marcos Schiavi, que desde hace algunas semanas depende de la Secretaría General de la Presidencia y ya no del Ministerio del Interior, se ocuparía, además de controlar las listas para cargos nacionales, de hacerlo con aquellas para puestos locales.
Así surgió a partir de una nota que le envió al funcionario el titular del Instituto de Gestión Electoral porteño, Federico Fahey, en la que le pidió asistencia para las elecciones del próximo 22 de octubre para “Jefe/as de Gobierno, Vicejefe/as de Gobierno, Diputados/as y Miembros de Juntas Comunales”.
“En tal entendimiento, y considerando la adhesión de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al régimen de simultaneidad, se solicita a vuestra Dirección Nacional tenga a bien gestionar el recuento provisorio de votos para las categorías enunciadas precedentemente”, expresó.
Esta situación se da en el marco de los cambios que se dieron en el sistema de votación en este distrito, que en las elecciones primarias tuvieron elecciones concurrentes, por lo que los cargos locales se elegían a través de la Boleta de Única Electrónica (BUE), y el escrutinio estaba en manos de la empresa que aportó las máquinas de votación.
Sin embargo, esto generó varias complicaciones la jornada de las elecciones, ya que los ciudadanos debían colocar en un sobre la lista con los cargos nacionales (Presidente, vice y diputados) y, por separado, el papel impreso con los candidatos para puestos locales (jefe de Gobierno, vice, legisladores y comuneros).
Esta situación le fue notificada a María Servini, jueza federal con competencia electoral de Capital Federal, quien luego de una reunión con representantes de la Justicia Nacional determinó cambiar el sistema e ir en octubre a elecciones simultáneas.
De acuerdo con lo que precisaron a Infobae fuentes cercanas a los magistrados que participaron de las conversaciones, en ese encuentro se decidió que las listas para las categorías nacionales y para los cargos porteños estarán por separado, pero irán en un solo sobre y en una misma urna.
Así lo decidieron la propia Servini con Jorge Morán, presidente de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal; Sebastián Picasso, titular de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil; Felipe Miguel, jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; Inés Weinberg, al frente del Tribunal Superior de Justicia de CABA; Luis Francisco Lozano, juez del Tribunal Superior de Justicia de CABA, y Roberto Carlos Requejo, al mando del Tribunal Electoral de CABA.
En las PASO, cerca del cierre de votación, Servini dispuso que en siete colegios de la ciudad el horario de votación se extendiera hasta las 19:30. Fueron, justamente, en los que se relevó que hubo mayores dificultades con las urnas electrónicas.
“Resulta preocupante el grado de improvisación con el que se han manejado tanto la empresa contratada para la provisión e instalación de las máquinas de votación, como el propio Instituto de Gestión Electoral de la Ciudad de Buenos Aires, evidenciando una impericia nunca antes vista en la organización y ejecución de un proceso electoral”, cuestionó luego la jueza.
Así las cosas, el próximo 22 de octubre el votante de la ciudad de Buenos Aires ya no se encontrará con una máquina, sino con dos boletas en papel, una con los candidatos nacionales y otra con los locales, que deberá colocar en un único sobre que irá en una sola urna.