En lo que va del 2023, Juntos por el Cambio (JxC) ganó elecciones en ocho provincias, entre candidatos propios y dirigentes aliados. La octava fue Chaco, que pasará a manos de la coalición a partir del triunfo que logró anoche Leandro Zdero, legislador local y gobernador electo. La victoria del dirigente de cuna radical le permitió a Patricia Bullrich sumar otra foto triunfal a su álbum de campaña presidencial. Considera que el resultado de ese distrito le da envión político a su candidatura nacional y le permite entrar nuevamente en el sendero electoral para disputar un lugar en el ballotage contra Javier Milei, candidato a Presidente de La Libertad Avanza (LLL), y contra Sergio Massa, ministro de Economía y presidenciable de Unión por la Patria (UxP).
El resultado de las PASO, con Milei encabezando el escrutinio, sorprendió a JxC y obligó a reorientar la estrategia electoral. Bullrich relanzó su campaña esta semana, con nuevo eje narrativo, nuevos spots y con una caravana proselitista a bordo del “Pato móvil”, una casa rodante con la que busca darle “épica” y “mística” a su candidatura.
Bullrich conoce que las elecciones provinciales tienen una dinámica propia y que hacer una lectura en clave nacional de la política local es un error de diagnóstico. Si fuera por los triunfos provinciales, JxC debió arrasar el 13 de agosto. No sucedió. Ganó Milei, que no tuvo candidato a gobernador en la mayoría de los distritos y que, incluso, hubo provincias que no visitó durante la campaña, como Salta, donde también resultó el más votado. No obstante, en el bullrichismo evalúan que las victorias en las elecciones provinciales ofrecen una vidriera política para dar volumen territorial, por un lado, y visibilidad nacional, por otro.
Es que, si bien Chaco representa el 2,83% del padrón electoral nacional, la elección fue transmitida en cadena nacional por los principales medios, canales y portales nacionales. En ese marco, la foto triunfal junto a Zdero le aporta oxígeno político y energía electoral a Bullrich. Fue la segunda victoria consecutiva en una provincia, después de la conquista de Maximiliano Pullaro en Santa Fe el domingo pasado. JxC espera sumarle a eso un eventual triunfo de Alfredo Cornejo en las elecciones de Mendoza del fin de semana próximo. “Es meter un triunfo por domingo todo septiembre, antes de los debates presidenciales, y de la recta final de campaña”, analizó con entusiasmo un operador político de la mesa chica bullrichista.
Zdero es un dirigente de extracción radical cuya terminal política es Gustavo Valdés, el gobernador de Corrientes que aspira a presidir la Unión Cívica Radical (UCR) en los próximos meses. Con el triunfo en Chaco, el radicalismo puede gobernar cinco provincias -si Cornejo se impone en Mendoza-: Corrientes, Jujuy, Mendoza, Chaco y Santa Fe. El partido centenario apuesta a una renovación dirigencial en lo sucesivo e infla el pecho para disputar poder político al interior de JxC.
Bullrich lo sabe y tiende puentes en la UCR para darle sostén territorial a su plan presidencial. En las PASO, Gerardo Morales y Martín Lousteau lideraron un sector del radicalismo que jugó con Horacio Rodríguez Larreta. Por eso, Cornejo, Luis Petri, su compañero de fórmula, Ernesto Sanz y Maximiliano Abad son dirigentes boina blanca que tejen nexos en su partido para fortalecer el respaldo a la ex ministra de Seguridad.
La ex ministra de Seguridad llegó a Resistencia esta tarde escoltada por Laura Alonso, ex titular de la Oficina Anticorrupción, Damián Arabia, candidato a diputado nacional y armador político nacional, Cristian Larsen, director de la Televisión Pública por la oposición y asesor bullrichista, y un reducido grupo de colaboradores de su equipo de campaña. En la provincia esperaban Ricardo López Murphy, diputado nacional, y los senadores nacionales -y pareja- Carolina Losada, de Santa Fe, y Luis Naidenoff, de Formosa, ambos ligados políticamente a Valdés.
En paralelo, Bullrich acelera sus recorridas por el país. Después del bautismo de fuego de este fin de semana en Buenos Aires, el “Pato móvil” tiene previsto hacer cinco giras más por Argentina, para visitar un total de 12 provincias y 47 localidades. La ex ministra intensificará al máximo su raid proselitista para fortalecer su candidatura. Su equipo de estrategia evalúa que pueden sumar 5% más de votos el 22 de octubre y lograr un pase a la segunda vuelta electoral.
Luego los festejos en el búnker de Zdero, Bullrich celebró junto al candidato local en una caravana por Resistencia subida arriba de la caja de una camioneta. Otro gesto destinado a producir “mística” en su campaña. Esta noche dormirá en esa ciudad. Mañana a la mañana hará una última recorrida por Chaco y partirá hacia Corrientes, donde tiene previstas actividades de campaña con Valdés. En tanto que a la tarde estará en Córdoba: se reunirá con Mario Negri, Rodrigo De Loredo, Laura Rodríguez Machado y Luis Picat, su mesa de campaña en esa provincia, y hará una recorrida proselitista fugaz. En esa provincia, Bullrich designó a Nicolás Massot como su operador político. El candidato a diputado nacional se encargará del armado y del vínculo con el establishment.
El martes volverá a la Ciudad de Buenos Aires y emprenderá hasta el fin de semana una gira por distritos estratégicos de la Primera Sección del conurbano y del interior. Además, empezará a entrenarse para los debates presidenciales del 1 y el 8 de octubre. De acá a esa fecha, Bullrich practicará dos veces por semana, en un estudio de televisión, para aceitar su estrategia discursiva. Su semana cerrará el domingo en Mendoza, donde espera que un triunfo de Cornejo le de un empujón más en la carrera presidencial.