La candidata a diputada nacional de Juntos por el Cambio, Daiana Fernández Molero, aseguró que “el mayor peligro que sigamos atados a las ideas equivocadas del kirchnerismo y que sigamos profundizando los errores”. La dirigente, que ocupa el segundo lugar en la lista por la ciudad de Buenos Aires, también criticó a Javier Milei y dijo que en Argentina “no se puede dolarizar”.
Fernández Molero aseguró en una entrevista con Infobae que la coalición opositora que postula a Patricia Bullrich para la Presidencia “es la única” capaz de dotar de gobernabilidad a un proyecto político dispuesto a hacer reformas profundas, tanto en materia económica, como social y política. “Los problemas tienen solución. Tenemos que hacer que las cosas funcionen, hacer la revolución de la normalidad”, afirmó.
“Hay que sacarle la pata encima a la gente, a los empresarios, a las pymes, a todos los que quieren generar trabajo. A los jóvenes que quieren exportar su conocimiento. Toda esa maraña que tiene la Argentina de cosas que no son normales hay que sacarlas y hacer lo que hay que hacer”, aseguró,
Para Fernández Molero, “el sentido común económico argentino está mal, está fallado” y puso como ejemplo “los controles de precios, que no se usan en ninguna parte del mundo y nosotros ya probamos que no sirven, pero igual insisten. El congelamiento de precios, la ley de góndolas, o creer que la emisión no genera inflación, otra idea que sólo acá puede puede calar”.
Sobre la coyuntura, rechazó los cambios impositivos que anunció el ministro de Economía, Sergio Massa. “Es populismo, es demagogia y no cierra económicamente. No es solamente que no va a aliviar al trabajador del 10% con mayores ingresos, porque va a generar inflación, además se va a generar un problema de déficit”.
“No podemos hacer cosas raras. ¿Qué países no tienen impuesto a las Ganancias en el mundo? Creo que hay cuatro. Todos los países tienen un impuesto a las Ganancias, porque está probado que es impuesto progresivo. No podemos bajar impuestos sin saber cómo los vamos a financiar, porque con esto se va a agravar los problemas”, consideró.
-Si tuviera que presentarse, ¿quién es Daiana Fernández Moreno y por qué quiere ser diputada?
-Uno es muchas cosas, no es una sola persona. Soy mamá de dos chicos, soy economista, nací en Floresta, estudié en el colegio de la vuelta de casa, pero después fui al Colegio Carlos Pellegrini, después fue a la Universidad Di Tella, y después fue a Harvard. Soy una persona que también pasó por la gestión del gobierno de Macri, de Cambiemos en 2015, y ahora voy a competir para ser diputada.
Una de las razones por las que me interesa ser diputada es porque vi que nos faltaron algunas cosas en 2015, como por ejemplo una coordinación entre la Cámara de Diputados y el Poder Ejecutivo en términos de lo que era el plan económico. Quiero dar el debate por las ideas económicas porque hay ideas que atrasan, que están mal en términos económicos. Para eso necesitamos estar coordinados con el Ejecutivo porque, por ejemplo, vamos a tener que discutir un paquete de leyes que van a ser claves para estabilizar la economía y estabilizar a la Argentina. Patricia Bullrich lo tiene muy claro y quiere dar esa discusión.
-¿A qué se refiere cuando dice “la batalla de las ideas”? ¿Cuáles son esas ideas?
-El sentido común económico argentino para mí está mal, está fallado, pero hoy tenemos la oportunidad de repensarlo. Por ejemplo los controles de precios, que no se usan en ninguna parte del mundo, nosotros ya probamos que no sirven, pero igual siguen insistiendo. El congelamiento de precios, la ley de góndolas, o creer que la emisión no genera inflación, que es otra idea que solamente acá puede puede calar. En el mundo saben que si emitís de más para financiar el gasto vas a generar inflación. Son ideas que atrasan, que están mal, y que forman parte de un sentido común que hay que cambiar.
Otra idea es la restricción externa, que es creer que a la Argentina le faltan dólares por una cuestión de singularidad, de ser el único país sin dólares. Como que Dios hizo a la Argentina, le dio la Cordillera, la Pampa Húmeda y todo pero le dijo “tú nunca tendrás dólares”. Esto no es así: no tenemos dólares porque hacemos malas políticas, es un daño autoinfligido que nos falten dólares. Si ponés un cepo, no lográs que no se te vaya lo poco que hay, pero no te va a entrar un solo dólar más. Todas esas ideas hay que cambiarlas.
Además, necesitamos leyes que cumplan con ciertos criterios: ¿es sostenible fiscalmente? ¿va a resolver un problema o genera más problemas que los que busca solucionar?
-A propósito de esto y teniendo en cuenta los graves problemas económicos de la Argentina, ¿qué mira un economista cuando ve la realidad que el político no advierte? Y al revés, ¿qué cree usted que el político ve que el economista no?
-Pongamos el caso de lo que está sucediendo ahora con el candidato a presidente, que además es ministro de Economía, y lanzó la eliminación de Ganancias. Es populismo, es demagogia y no cierra económicamente. No es solamente que no va a aliviar al trabajador del 10% con mayores ingresos, sabemos que eso va a generar inflación, y la inflación afecta a todos, pero fundamentalmente a los que menos tienen. Además, se va a generar un problema de déficit, porque se está desfinanciando al Estado sin darle una propuesta de cómo compensar esos ingresos, cuando encima hay un compromiso con el FMI de no seguir agravando el déficit fiscal. Son medidas populistas, que no sirven y que profundizan los problemas.
Es un ejemplo esto de lo que significa para un político no tener la parte del economista en la cabeza, aunque es cierto que a veces los economistas pueden pasarse de rosca y no tener el pulso de la sociedad. Para mí, Patricia Bullrich condensa la convicción y las ideas correctas para hacer lo que hay que hacer y, al mismo tiempo, tiene una percepción política que la demostró en las PASO y tiene un sentido social. Tiene los equipos, el liderazgo y un criterio político para poner en marcha esas políticas.
-Un usuario publicó en un posteo de su cuenta de Instagram un mensaje que expone un estado de situación. “Banco a Patricia, pero mi corazón se lo ganó Milei”. ¿Por qué ocurre este fenómeno? ¿Y qué mensaje tienen para aquellos que se ven más interpelados por Milei que por Bullrich?
-Estoy escuchando mucho a los jóvenes, lo que sienten, lo que les pasa y lo que los motiva. Están muy descreídos de la política. Dicen “son todos lo mismo”, en parte por un relato que se condensa desde los medios, y plantean la idea de “mejor pruebo con lo nuevo, aunque no sé qué es, quizás nos sirve. Esta persona dice lo que hay que hacer”.
Uno de los chicos me contaba “él va a dolarizar y te da una solución concreta”. Le pregunté si sabía que esa “solución” no es tan así, porque no resuelve el problema de fondo de la inflación que es el déficit fiscal. “Si no resolvés eso, vas a seguir teniendo inflación y vamos a seguir teniendo descalabros económicos como los que tenemos ahora”, le dije. Milei da soluciones fáciles y fáciles de comunicar pero que son sustentables ni se pueden realizar y que además no tienen ninguna prueba de gobernabilidad.
Y sobre esto, el mismo chico planteaba que Milei quiere bajar impuestos y contaba que cuando compraban un juego de internet le llegaba con un montón de impuestos. “¿Por qué tenemos que pagar todos esos impuestos?”, me decía este joven. Hay que recordar que los impuestos pasan por el Congreso ¿quién va a manejar el Congreso? Hoy nos damos cuenta que no tiene equipo la propuesta de Milei. ¿Quiénes terminan quedando en las listas? ¿Con qué experiencia? ¿Tienen los que integran las listas esta idea de liberalismo, de baja del gasto público?
Entiendo la frustración y lo que les pasa a los jóvenes que no creen en nada y que piden que se resuelvan los problemas ya, aquí y ahora, hoy. La única que puede de verdad hacer ese cambio es Patricia Bullrich, con los equipos, las ideas, el plan y la gobernabilidad: Juntos por el Cambio va a tener entre 8 y 11 provincias, un Congreso fuerte y, sobre todo, esta narrativa que está cambiando. Esto que mencionaba antes del debate por las ideas y el sentido común, porque en el 2015 era imposible darlo.
Estamos hablando del déficit fiscal porque hoy está instalado el tema. Está bueno lo que trajo Milei para empezar a discutir algunas cosas, pero además de discutir hay que implementar las ideas. Se necesita un equipo, gobernabilidad y experiencia de gestión. No es lo mismo entrar a un Ministerio que está además optado por muchos años del kirchnerismo -vemos todos los días que están incorporando en planta permanente un montón de nuevos empleados, que en muchos casos son militantes- ¿cómo vas a gobernar en ese estado?
Se necesita alguien que pueda gestionar, que tenga la experiencia de haber estado ahí, que sabe lo que se enfrenta y que no tenga miedo. Patricia Bullrich y los que estamos trabajando con ella no tenemos miedo de hacer las cosas que hay que hacer, ni tenemos miedo de poner el cuerpo.
-¿Miedo a qué?
Desde los haters que hay en las redes, que pasa ahora en la campaña, y después cuando estés ejerciendo el liderazgo y cuando estés ejerciendo la Presidencia vas a tener resistencias. Si querés hacer cosas, ya sabemos que hay resistencias porque lo están advirtiendo que va a haber resistencias.
-En otra publicación escribió que “las soluciones mágicas no existen” y “no estamos para improvisar” y puso la imagen de Javier Milei. ¿Por qué?
Porque es apelar a soluciones mágicas. No podés dolarizar y si llegaras a dolarizar de esta manera lo único que tendrías, según lo que dijeron los economistas el otro día, es que podés tener o un corralito o una hiperinflación. No es que vas a resolver el problema ni siquiera en lo inmediato y a largo plazo no es la solución ideal. Uno a largo plazo lo que dice es “prefiero tener libre libre competencia de monedas”, para que puedas elegir en qué moneda ahorrar etcétera, pero no perder el peso. ¿Por qué querrías perder el peso y perder tu política monetaria?
Hay soluciones a largo plazo que son mejores, pero además en el corto plazo esta no te resuelve nada. ¿Cuál es la madre del problema? El déficit fiscal. ¿Qué hay que arreglar? El déficit fiscal. La solución monetaria es un parche que ni siquiera te resuelve en el corto plazo el tema.
-Independientemente de las ideas económicas ineficaces que puede que puede representar mi ley representa otra cosa más además de una cuestión económica ¿Es un peligro Milei?
-El mayor peligro es que sigamos atados al kirchnerismo, a las ideas equivocadas y que sigamos profundizando los errores. Lo que tenemos que plantear más que “peligros” es oportunidades. ¿Cuál es la oportunidad que tenemos hoy como Argentina? Tenemos la oportunidad de salir del populismo y del kirchnerismo y esa opción la encarna Patricia Bullrich.
Más que peligros veamos la oportunidad de poder hacer las cosas, porque tenemos una narrativa que es mucho mejor. ¿Qué decían? Que desde la parte comunicacional habíamos fallado en 2015. Ahora Patricia plantea “voy a decir lo que recibo, voy a decir el estado de la Argentina que recibo, y al mismo tiempo le voy a decir a los argentinos que no me voy a hacer la zonza, que les voy a decir que esto es lo que recibo y que estoy convencida de que lo voy a poder resolver”.
-Saquemos la palabra peligro. ¿Es más complejo que siga el kirchnerismo que gane Milei, por ejemplo?
-Para mí va a ganar Patricia y va a entrar al balotaje y va a ganar Patricia, si no gana en primera vuelta, lo va a hacer en el balotaje. Pero lo que digo es que veo algo raro ahí. Veo que al kirchnerismo le sirve Milei justamente para poder perpetuarse ellos en el poder. Si yo pienso en muchas de estas ideas de liberalismo, de integrarnos al mundo, competir, bajar los impuestos malos con seriedad -teniendo en claro, que el gasto público lo tenés que financiar de una manera y no con inflación- en el Congreso deberíamos poder hablar. Deberíamos poder hablar con Diana Mondino, pero en vez de eso nos atacan a nosotros en vez del principal enemigo que es el kirchnerismo.
Eso a mí me hace un poco de ruido. Me parece raro que alguien con quien ellos podrían decir “podemos ser aliados para ciertas reformas” no lo hacen. ¿Quiénes son los que piensan diametralmente opuestos, en teoría? El kirchnerismo. Y ellos no atacan al kirchnerismo. ¿Por qué?
- ¿Y por qué cree usted que pasa?
- Porque parece que están siendo funcionales al kirchnerismo.
- Le pido que me hable un poco de la economía de Massa. ¿Cuál es su mirada sobre las últimas medidas?
-Me parece que lo que está haciendo es algo totalmente irresponsable. Estamos con una economía que está atada en todo sentido. Por los cepos está paralizada. Con inflación altísima y sin rumbo. Las medidas espantan cada vez más. Bajar Ganancias, lo del IVA, y ahora estaban planteando una idea de reducir la jornada laboral. No tiene nada que ver con nada de lo que necesitaría, por ejemplo, el sector productivo para volver a crear empleo y para poder tener certidumbre respecto al día de mañana.
Está todo frenado, desde pedir un presupuesto para un cumpleaños, por ejemplo, que te dicen “no te puedo pasar el precio”, a otras empresas que te dicen “yo no puedo importar” y otras “no puedo exportar” o “tengo paralizada mi producción y estoy perdiendo mercados de exportación”.
Pero al mismo tiempo, y acá es lo que me parece que es importante, es que haciendo mínimas cosas también vamos a ver resultados rápidos: si vos el día 1 decís ‘vamos a pasar este paquete de leyes’ ya estoy diciéndole a la gente cuál es el rumbo y le destrabamos estas cosas que les impiden funcionar.
-¿Y la herencia más pesada que va a dejar este gobierno?
-La inflación, estos desequilibrios fiscales y no sé qué va a pasar ahora, porque siguen con medidas populistas y todavía faltan algunas semanas para la elección. La falta de reservas y van a ir dejando un montón de gente en el Estado que están incorporando en los últimos tiempos. Todo va a ser una pesada herencia, pero al mismo tiempo, nosotros ya venimos con otra experiencia, estamos más curtidos y vamos a poder ser muy rápidos. Pero no vamos a culpar a la herencia, porque ella lo Patricia: “Sé lo que voy a recibir a recibir, lo voy a enfrentar y quiero presentar porque sé cómo resolverlo y me voy a hacer cargo”.
-Recién habló sobre el tema de ganancias y fue crítica recién sobre esta decisión. ¿Hay que votar en el Congreso en lo que mandó el gobierno?
-No podemos hacer cosas raras. ¿Qué países no tienen impuesto a las Ganancias en el mundo? Creo que hay cuatro. Todos los países tienen un impuesto a las Ganancias, porque está probado que es impuesto progresivo, por lo que a medida que tenés mayor capacidad contributiva pagás, a diferencia de otros que impuestos que son más fácil de cobrar, pero tienen un impacto regresivo, como la inflación, o el IVA. Pero no podemos hacer cosas raras. Tenemos que hacer lo que hay que hacer. Tampoco podemos bajar impuestos sin saber cómo los vamos a financiar, porque con esto se va a agravar los problemas.
Si hay que bajar impuestos -porque Argentina es una maraña impositiva- tenemos que arrancar con los que afectan la producción, la creación de empleo. Si bajo la carga ahí, voy a hacer que haya más empleo, que haya más gente que pague Ganancias y es un círculo virtuoso. Lo otro ni siquiera es pan para hoy, es apenas una miguita para hoy y hambre por un montón de años.
-Usted en una entrevista dijo que no va a haber ajuste. ¿Por qué?
-Hoy tenés el ajuste porque tenés inflación, porque la inflación es ajuste. Que tu plata no te rinda, que la plata de los jubilados, por más que le digan ‘te voy a aumentar tanto’, a los 2 segundos se le derrite en la mano. La inflación te come cualquier aumento. El ajuste lo tenés hoy, porque tenés devaluación.
Tenés todo eso, pero sin nada positivo. Estás haciendo todas estas medidas y al mismo tiempo no estás prometiendo nada a futuro. El ajuste lo tenés hoy, pero mañana, con Patricia, vas a tener un rumbo claro y soluciones para que la economía empiece a funcionar, que hoy está “encepada”, paralizada y agobiada.
-¿El acuerdo con el Fondo Monetario fue bueno para la Argentina?
-El acuerdo con el Fondo Monetario fue lo mejor que podías hacer en el momento que tenías. ¿Cuál es la alternativa cuando no tenés acceso al crédito? Son ir y financiarse a tasas altísimas, como hizo el kirchnerismo con Venezuela, o de forma rara sin presentar cuáles son las condiciones de acuerdo, como puede estar pasando ahora con China.
El Fondo Monetario lo que lo que te garantizaba era una tasa más baja y más beneficiosas. Y uno hace lo que puede, porque el gobierno de Mauricio Macri heredó un déficit enorme, había que hacer un montón de ajustes y en el medio tuviste una sequía. Por ahí si hubiera sido preferible no ir al Fondo y no haber recibido una herencia desastrosa en lo fiscal, y no tener que haber corregido tarifas. Pero bueno la realidad era otra.
-El tema de inflación. ¿Cómo se resuelve, cómo se ataca? El gobierno de Macri tampoco lo pudo resolver.
-Nuestros problemas, y eso es lo más importante que quiero transmitir es que nuestros problemas tienen solución.
-Pero resolver todos los problemas tiene costos. El equilibrio fiscal tiene un costo...
-Pero la inflación de hoy tiene el costo más alto de todos. Este desbarajuste económico tiene un costo que no es sólo económico, sino también social. Pensaba en Ganancias y por ahí te alivian, pero tu hijo se te va a vivir afuera porque sabe que en esta Argentina no se puede seguir. Cualquiera se da cuenta de que esos parches no te van a llevar a ningún lado y los jóvenes son los primeros que entienden que esto así no va. Alivian con Ganancias para el percentil más rico y el hijo se les va a vivir afuera. ¿Qué ganaste?
-Otro de los temas que están en discusión es el tema de la dolarización ¿por qué cree que prendió tanto?
-Porque es algo simple de comunicar. Si digo “dolarizar”, cada uno entiende lo que quiere. Es como el libro “Elige tu propia aventura”. ¿Para vos qué es dolarización? Para mí es un peso un dólar. Bueno, no, eso no es. Y para mí, es que se resuelve la inflación. Y como nadie lo explicó, nadie preguntó de nuevo, creo que ahora, en esta etapa de la campaña, lo que va a pasar es que la gente se va a empezar a hacer esos interrogantes. O por lo menos espero que se empiece a hacer esos interrogantes.
¿Qué significa dolarizar? ¿Cómo lo van a hacer? ¿Qué significa lo de la libre portación de armas? ¿Qué significa lo de los vouchers educativos? ¿Cómo lo van a implementar? Tenemos un montón de problemas, pero otros no los tenés. En Estados Unidos entra un loco a un lugar y dispara. En Argentina no tenés esos problemas, acá no podemos importar nada ¿cómo vamos a importar problemas que no tenemos, como el de las armas?
-¿Y sobre el tema de los vouchers?
-Lo mismo. ¿Qué significan los voucher educativos? La educación pública es fundamental para la Argentina que necesitamos necesitamos, una Argentina con gente preparada, con futuro y con posibilidades de que los chicos puedan progresar. No podemos dilapidar eso.
-Patricia Bullrich presentó a Carlos Melconian que propone el tema de la bimonetariedad. ¿Usted sabe que significa eso?
-Nosotros vamos a resolver el problema del peso, que es el hecho de no querer tener pesos en la mano. Está bien que vos no quieras tener pesos en la mano y que no quieras ahorrar en pesos, porque estarías perdiendo valor. ¿Cómo se resuelve eso? Voy a hacer las cosas bien para que vos quieras tener pesos en tu mano, pero no te voy a obligar a que vos quieras tener pesos en tus manos o no te voy a poner en un arma en la cabeza diciéndote “tenés que tener peso”, sino que podés tener otra moneda.
-Si tuviera que elegir, elegiría dólares, como la mayoría de los argentinos.
-Hoy sí, pero si empezás a tener una política económica que hace que el peso valga, por ahí tu decisión es diferente. Todos los demás países tienen su moneda propia, no perdamos esa herramienta. Hagamos las cosas que hay que hacer para que la gente quiera tener esa moneda y permitamos que la gente pueda elegir.
-Massa plantea que la bimonetariedad es una “dolarización cobarde”.
-Para mí lo más cobarde es plantear cosas como las que plantea Massa porque sabe que no va a ser presidente. Dice voy a bajar Ganancias, voy a decir cualquier cosa, como no voy a ser presidente, digo cualquier cosa. Es la única razón que encuentro para que alguien pueda seguir prometiendo más descalabros económicos, más descalabro fiscal, más descalabro en el comercio exterior. Piensa que está muy lejos y entonces dice “bueno, voy a prometer cualquier cosa”.
-Usted planteó que no hay que sancionar muchas leyes y que la tarea principal es revisar las leyes que hay. ¿Comente un poquito más sobre esto?
-Los incentivos de los Diputados es presentar proyectos de leyes, porque si presento más parece que estoy trabajando más o doy esa sensación. Nosotros tenemos que apuntar a la calidad de las leyes a las leyes buenas a la que sirven a las que funcionan, revisar las que no funcionan, revisar las que hacen daño a la gente. Además, el rol del diputado no solamente es el de presentar leyes, sino también es el de explicar y en la presentación de esa ley tiene que investigar.
Definir “¿esta ley va a servir, no va a servir?”. Si yo tengo que ir al recinto y tengo que votar una ley, tengo que argumentar porque voy a decir que sí, porque voy a decir que no. Si veo que están haciendo algo, que para mí está pésimo, por ejemplo la Ley de Góndolas o la Ley de Alquileres, tengo que trabajar en dar mis mejores argumentos para convencer a los demás de que eso no se tiene que hacer. Eso también es un trabajo, que es tanto o más importante que presentar una ley. Voy a trabajar para argumentar en contra de las leyes que nos pueden hacer mal, que hay un montón.
-¿Por ejemplo?
-La Ley de Alquileres es lo más obvio. Hubo un cúmulo de buenas intenciones para resolver un problema, pero la ley le dio incertidumbre al dueño del departamento y redujiste la oferta. Ahora no hay oferta, los precios de los alquileres son más caros y lo que tenés es, en vez de haber resuelto el problema del inquilino, hoy tenés más problemas. Eso lo sabíamos antes y por eso había que estar en el Congreso diciendo “¡no muchachos, esto no se tiene que votar porque es peor!” Va a demandar mucho trabajo convencer sobre las ideas correctas.
Quiero que mi trabajo y el de todos sea, número uno, votar las leyes que va a impulsar Patricia Bullrich y el equipo de Juntos por el Cambio para ordenar la economía, eso es lo fundamental, sino no hay nada. Tenemos que ordenar la economía, ordenar la educación, ordenar la seguridad con ese paquete de leyes. Y ser las espadas en el Congreso de este equipo de Juntos por el Cambio que tiene ideas para transformar la Argentina y que necesita un Congreso que apoye. Número dos, sacar todo aquello que hoy le pone una traba a los que quieren producir, a los que quieren exportar, a los que quieren crear empleo. Tal vez no podamos bajar impuestos en el primer día, pero con toda esta carga burocrática que tenemos, sacarla es un alivio que es medio parecido a bajar impuestos. Si yo te saco un montón de burocracia y costos que también va a hacer que Argentina pueda crecer. Y la tercera es dar el debate por las ideas y presentar proyectos buenos que realmente le solucionen la vida a la gente.
-¿Cómo se imagina su trabajo en el Congreso? Sobre todo con la resistencia que puede haber.
-La sociedad está viendo quién es quién, está viendo que los sindicatos no resuelven los problemas de los trabajadores. La gente va a acompañar el proyecto y las reformas de Patricia Bullrich y vamos a tener un Congreso donde gente como yo y un montón de otra gente que estamos convencidos de que esta es una oportunidad única y vamos a estar ahí dando el debate por las ideas, dando los debates que hay que dar, aprobando las leyes que necesitamos para crecer. No nos vamos a doblegar porque no tenemos miedo. Tenemos todo para por fin dejar atrás el kirchnerismo.
-Dijo que los sindicalistas no resuelven el problema de los trabajadores, ¿cómo es eso?
-Cada vez hay menos asalariados formales. Todo en esta economía tiene una lógica del cepo. Pongo un cepo para que no salgan los dólares que hay pero no te entran nuevos. Lo mismo pasa con los trabajadores formales, porque como ponés una carga tan alta, tenés cada vez menos trabajadores en la formalidad. Por eso los sindicatos cada vez tienen menos aportantes. Se necesita que cada vez haya más gente en el sector formal para que también a los sindicalistas les vaya mejor.
-¿Eso implica una reforma laboral?
-Implica facilitar la forma para que la gente pueda y quiera contratar empleados. Un montón de empresas querrían estar produciendo más, pero no lo hacen por este tema, porque no se quieren “comprar un problema”. Lo que tenemos que hacer es que las cosas funcionen, recuperar la normalidad en las cosas. No tenemos que hacer grandes cosas, tenemos que hacer la revolución de la normalidad.
-¿Qué sería eso?
-Hacer las cosas que funcionan en otras partes del mundo, que están probadas. Y no hacer las cosas que ya probamos acá y están mal. Es sacarle la pata encima a la gente, a los empresarios, a las empresas, a las pymes, a todos los que quieren generar trabajo. A los chicos, a los jóvenes que quieren exportar su conocimiento y hoy no pueden. Toda esa maraña que tiene la Argentina de cosas que no son normales hay que sacarlas y hacer lo que hay que hacer. Nuestro problema tiene solución, están ahí, al alcance de nuestra mano y hoy es una oportunidad única para hacerlo.
-¿Y qué pasa si no gana Patricia Bullrich?
-No me imagino ese escenario.