Las declaraciones de Javier Milei, candidato a presidente de La Libertad Avanza, contra el Papa Francisco, a quien señaló de estar a favor de “las dictaduras sangrientas” y “los comunistas asesinos”, siguen generando polémica.
A las críticas vertidas por la Iglesia, la CGT, los diputados del oficialismo y la oposición, y dos plos presidentes Gustavo Petro (Colombia) y Manuel López Obrador (México), ahora fue el turno del empresario Eduardo Eurnekian.
El presidente de Corporación América se manifestó en total desacuerdo respecto a los dichos vertidos por Milei durante una entrevista que le concedió al periodista estadounidense Tucker Carlson, la cual fue publicada en X (ex Twitter) y logró 300 millones de reproducciones en las primeras 9 horas. Esto hizo que se convirtiera en el reportaje más visto de esa red social superando a la que Carlson le había hecho a Donald Trump.
Eurnekian tomó distancia de las afirmaciones de Milei no sólo porque mantiene una estrecha relación con el Papa sino porque además respeta su investidura y liderazgo político y religioso en el mundo.
La relación entre el empresario y Francisco se remite a cuando Jorge Bergoglio se desempeñaba como Arzobispo de Buenos Aires y se visitaban periódicamente. Si bien todavía lo siguen haciendo, pero de manera menos frecuente por sus compromisos en el Vaticano, el cariño sigue intacto.
“La investidura del Papa hay que respetarla, al igual que su liderazgo político y religioso en el mundo”, afirmó el presidente de Corporación América.
Durante la entrevista con Carlson, el candidato libertario acusó al Papa de tener una “fuerte injerencia en la política” y mostrar una “gran afinidad con dictadores como (Fidel) Castro o (Nicolás) Maduro”.
“Es bastante condescendiente con ellos y es también condescendiente con la dictadura venezolana, con todos los de izquierdas, aún cuando sean verdaderos criminales, lo cual es un problema”, afirmó Milei.
Y agregó: “Además es alguien que considera a la justicia social un elemento central de su visión, y eso es muy complicado. Porque la justicia social es robarle el fruto de su trabajo a una persona y dárselo a otra”.
Tras las reiteradas críticas de Milei hacia el Papa Francisco, la Iglesia organizó, en el barrio porteño 21-24 , una misa de desagravio con el objetivo de reivindicar la figura del Sumo Pontífice y rechazar “todo tipo de injurias, mentiras e insultos que se están manifestando en esta campaña electoral” .
Horas más tarde, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, remarcó que “es imposible construir un país sin diálogo y con insultos, gritos y descalificaciones”. Y afirmó que “el Papa es un jefe de Estado al que se le debe un respeto particular”.
Recordemos que Javier Milei había calificado al Papa como “el representante del maligno en la Tierra”. También dijo que era un “jesuita que promueve el comunismo” y un “personaje impresentable y nefasto”.
Ante estos dichos, el titular de la Conferencia Episcopal Argentina, aseguró: “Uno de los candidatos se ha expresado con insultos irreproducibles y con falsedades. Como expresó monseñor Gustavo Carrara, el Papa es para nosotros un profeta de la dignidad humana en un tiempo de violencia y exclusión. Pero, por otra parte, también es un Jefe de Estado al que se le debe un respeto particular”.
“En este tiempo de desesperanza y decepción que provoca la creciente pobreza en nuestro país me preocupa mucho que haya aparecido un clima de autodestrucción. Un deseo de que todo se desborde para caer en el vacío. Esto es como una enfermedad social que anula todo horizonte y proyecto de futuro. Una suerte de auto boicot”, agregó Ojea al aclarar que el Episcopado no respalda a ningún candidato presidencial.
Asimismo, el religioso buscó separar a la Iglesia de todas las fuerzas políticas: “Nosotros como Iglesia intentamos iluminar la conciencia de los fieles con los principios del Evangelio. Ante un acto de enorme responsabilidad, como es la emisión del voto, respetamos la voluntad popular. No avalamos a ningún candidato en particular porque no es nuestra misión y no nos corresponde. Expresamos principios que creemos puedan ser útiles para reflexionar el futuro de este pueblo que amamos y al que servimos”, expresó.
“La vocación del político es transformar la realidad, hacerla más humana, para que las personas a las que sirve como político puedan desarrollar al máximo sus talentos y capacidades al servicio del bien común”, sentenció Ojea.