La interna para ser gobernador de San Juan dejó heridas profundas e indisimulables entre el actual gobernador, Sergio Uñac, y el ex mandatario José Luis Gioja, los dos referentes del peronismo sanjuanino de las últimas dos décadas. Pero hubo aún golpes más dolorosos. El peronismo perdió la gobernación y la elección presidencial en la provincia. Dos cachetadas secas y frías.
Marcelo Orrego, de Juntos por el Cambio, dio el batacazo en las elecciones provinciales. Pasó por encima a Gioja y Rubén Uñac, hermano de Sergio, que se quedó a mitad de camino con su candidatura, porque la Corte Suprema de Justicia se la invalidó al considerar que quería buscar un cuarto mandato, impedido por la Constitución provincial.
Uñac tuvo un mandato como vicegobernador de Gioja, entre el 2011 y 2015, y luego dos mandatos más como gobernador, entre el 2015 y el 2023. Por eso el máximo tribunal entendió que al buscar su re-relección, quería ir por un nuevo período en el poder que no está convalidado por la constitución local.
El segundo golpe fue el triunfo de Javier Milei en las PASO presidenciales del 13 de agosto. San Juan quedó bajo la ola violeta que arrasó en el centro del país y convirtió al líder libertario en el ganador de los comicios primarios, y en el exponente de un nuevo fenómeno de la derecha en la Argentina.
En ese contexto, y luego de años de una relación deteriorada por los vaivenes del poder local, Uñac y Gioja decidieron sellar una tregua que cierre, al menos por un tiempo, la profunda grieta que hay en el peronismo sanjuanino, y trabajar en conjunto en el territorio para respaldar la candidatura presidencial de Sergio Massa.
Ese movimiento político, que tuvo las negociaciones finales en las últimas dos semanas después de dos meses de acercamientos a través de interlocutores, se consumó hoy con una reunión y una foto de unidad en el hotel Viñas del Sol, ubicado en el municipio Santa Lucía, centro de poder de Orrego, el gobernador electo. Allí se presentó la Mesa de Unidad Massa Presidente.
Uñac y Gioja encabezaron una reunión con representantes de los distintos sectores de Unión por la Patria (UP) y bajaron un mensaje de unidad en la adversidad. “No van a ser mejores amigos, pero es un gesto político importante”, destacó un dirigente del peronismo sanjuanino que estuvo inmiscuido en el tejido de reuniones que se hicieron para acercar posiciones.
La semana pasada los dos se reunieron en un lugar neutral, limaron asperezas mínimas y acordaron la necesidad de trabajar en conjunto para que Massa no vuelva a caer en las elecciones presidenciales. En las Primarias, Milei sacó el 34% de los votos, UP el 29,04% y Juntos por el Cambio el 27,89%.
Uno de los principales interlocutores para concretar el acuerdo fue el diputado provincial y ex intendente de la capital privincial, Franco Aranda, que es el referente del Frente Renovador de Massa en la provincia. El ministro de Economía estuvo al tanto de todas las negociaciones que se fueron dando y empujó la idea de que haya una mesa de unidad para respaldar su candidatura. Una herida menos para cerrar en el heterogéneo mundo peronista.
“Sergio Massa nos pidió que fuéramos parte de un proyecto de unidad nacional que se viene consolidando en todas las provincias”, expresó Uñac, que el último fin de semana acompañó al candidato presidencial en el acto que se hizo en Tucumán con los gobernadores del PJ. Además destacó que se logró la unidad de distintos sectores del peronismo que “son responsables de 20 años de crecimiento en la provincia”. Flores en el medio de la tormenta.
Gioja siguió esa misma línea al asegurar que “hoy no hay espacio para mirar para otro lado, no hay espacio para no comprometerse, no hay espacio para no dedicar lo que falta para el 22 de octubre, y de ahí en más, en segunda vuelta, laburar como sabemos, con overol y alpargatas puestas”. Un mensaje con agite peronista y arenga de campaña.
Así ambos buscaron bajar los decibeles de una interna feroz en la que todo el oficialismo local terminó dañado y derrotado. Ahora quedan por delante dos objetivos concretos: lograr que Massa gane la provincia en las elecciones generales y que Sergio Uñac, que encabeza la lista de senadores nacionales, logre un triunfo que le permita ingresar al Senado.
En ese sentido, Gioja ya ha pedido en público “militar la boleta completa”, pidiendo el voto también por Uñac, que va enganchado en la boleta presidencial de Massa. Un gesto de distensión en un contexto político donde el peronismo siente que la ola de cambio que se explicitó en las PASO puede llevarse puesto todo.
Si en los comicios generales se da el mismo resultado que el 13 de agosto, Uñac entrará al Congreso como senador por la minoría. La preocupación reside en que hubo poco más de un punto de diferencia con Juntos por el Cambio. Un traspié en los comicios podría dejar al peronismo de San Juan sin representación en la Cámara Alta.
El objetivo central de este nuevo tiempo es militar la boleta de Massa en el territorio, pedir el voto y organizar actividades conjuntas en los distintos departamentos. La diferencia respecto al pasado reciente es que quieren hacerlo con el peronismo local abroquelado. Para eso se unieron Uñac y Gioja. Una vez que pase la elección es probable que cada uno siga trabajando por separado.
El acuerdo parece tener fecha de vencimiento porque las diferencias son muy grandes. Ambos fueron pragmáticos e hicieron primar la necesidad de la victoria nacional. Esta vez no fue el triunfo y el poder lo que ordenó las relaciones políticas, sino la desdicha de un final de época en la provincia y la sorpresa de arrollador fenómeno libertario. Lo importante, repiten en San Juan, es que ahora juegan para el mismo equipo. Todos para Massa.