Alivio y conformidad. Esa mezcla de sensación predomina en el entorno de Patricia Bullrich pocas horas después de que Mauricio Macri despejó ciertas dudas sobre su apuesta electoral, al ratificar en una entrevista televisiva que la ex ministra de Seguridad es su postulante presidencial (“decir que tengo dos candidatos es no conocerme”, dijo) e incluso al animarse a criticar a Javier Milei, a quien le atribuyó “intolerancia a la crítica” y “ponerse violento cuando alguien piensa distinto” de él.
Incluso aludió al líder libertario en una de sus tantas referencias elogiosas a Bullrich: “Hay alguien que va a conducir en equipo, sin mesianismos, sin locuras, sino con firmeza en un cambio profundo”.
Ahora, es probable que Macri concurra a la presentación del nuevo libro de Bullrich, este jueves en la Facultad de Derecho, pero todavía debe definirse cómo se sumará a la campaña. “Estamos definiendo su primera salida juntos”, admitieron. “Lo que dijo Mauricio fue lo justo y necesario, no habló de más ni de menos”, afirmaron en el bullrichismo acerca de las palabras del ex presidente tras volver de Europa.
La última charla entre Macri y Bullrich, hace dos semanas, fue tensa porque la candidata le reprochó que no hubiera sido contundente en negar cualquier acercamiento a Milei. Para el fundador del PRO, no hacía falta y la crítica al libertario lo podía beneficiar. La relación quedó afectada hasta tal punto que Bullrich declaró luego que en Juntos por el Cambio estuvieron “siempre presos de qué iba a hacer” Macri y resaltó: “Tenemos que liberar a todo JxC y que Mauricio se acomode como él crea que se debe acomodar”.
Sin embargo, hubo intermediarios que aflojaron las tiranteces, hasta tal punto que el sábado pasado Macri y Bullrich mantuvieron una videollamada, tal como reveló el periodista Gonzalo Prado, de la que también participaron Fernando de Andreis, uno de los principales colaboradores del ex mandatario, y Derek Hampton, el consultor político y estratega de la candidata presidencial.
Allí, luego de que analizaron el resultado de los focus group hechos tras las PASO, Macri consensuó qué iba a decir el lunes por la noche en el programa de TN que conduce Diego Sehinkman. Incluso, una vez que se acordó el tono de sus palabras, el ex presidente se quedó a solas conversando con la ex ministra de Seguridad.
Por eso no hubo sorpresas en la reaparición pública de Macri y tampoco se espera que haya nada distinto mañana, cuando hable en la reunión ordinaria del Rotary Club de Buenos Aires.
Para los bullrichistas, satisfechos, el ex presidente pudo despejar las sospechas generadas primero por sus elogios a Milei en la misma noche de las PASO y luego cuando no dijo nada acerca de la oferta del libertario de que iba a designarlo su “representante ante el mundo” si llegaba a la Casa Rosada. Si bien lo desmintió De Andreis, Bullrich esperó infructuosamente una negativa tajante de Macri.
En la intimidad, dicen que Macri no entiende por qué crecieron las especulaciones sobre su posición ante Milei y habló de “versiones maliciosas”. Anoche aclaró que sólo le envió un mensaje de texto la noche de las PASO para felicitarlo y que incluso calificó el resultado de las primarias como un “empate”, restándole importancia a la condición de más votado del candidato libertario.
Referentes del PRO aseguran que el ex presidente sostiene en privado que nunca se había jugado tanto por una persona como con Bullrich y que siente que en esa apuesta está en juego su prestigio, por lo que no se podía poner en duda su apoyo indeclinable a la candidata de Juntos por el Cambio, a la que en su reaparición televisiva elogió de todas las formas posibles: habló de que representa “un cambio racional y posible” e incluso destacó que “tiene exceso de vocación de decidir”.
Más distendidos tras las declaraciones de Macri, los estrategas bullrichistas interpretan que el ex mandatario tiene “muy buenas intenciones”, pero que “está fascinado con la caída electoral del kirchnerismo, ya que el 70% de los argentinos votó otra opción en las PASO”. Por eso, creen cerca de la candidata de JxC, el ex presidente “no dimensiona el peligro de un triunfo de Milei”.
Lo cierto es que Macri cumplió lo pactado y dio señales en favor de Bullrich y en contra de Milei. Incluso tomó distancia de la dolarización que propone el candidato de La Libertad Avanza, al resaltar la opinión negativa de economistas de JxC que él respeta, calificar la propuesta como “buscar un atajo” y apoyar la candidatura de Bullrich.
Lo más lejos que llegó en apuntar contra el líder libertario fue cuando Macri señaló: “No me parece que en la Argentina podamos convivir con la intolerancia a la crítica, cuando lo veo a Javier Milei ponerse tan violento cuando alguien piensa distinto yo digo: por ahí no”, agregó Macri.
Hay evidencias de sobra de la tregua entre Macri y Bullrich. El ex mandatario fue claro sobre su rol: “Ella es la presidenta, ella va a ser la presidenta, ella va a conducir y yo trabajé esto durante cuatro años con mi psicoanalista para saber que yo soltaba”.