Los reportes secretos de los argentinos que hicieron negocios con el chavismo

Una filtración de documentos confidenciales de la Unidad Antilavado revela operaciones millonarias de empresarios locales en el marco del fideicomiso con Venezuela, sospechadas de encubrir pagos de sobornos

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(Ilustración Andrés Snitcofsky)
(Ilustración Andrés Snitcofsky)

El fideicomiso bilateral con Venezuela marcó el pico histórico de la relación comercial con ese país. Firmado hace casi 20 años por Néstor Kirchner y Hugo Chávez, este acuerdo prometía convertirse en una gran oportunidad. Por un lado, Argentina conseguía combustible venezolano a bajo costo, que pagaría con fondos públicos que irían a una caja común. Por otro lado, empresarios argentinos exportarían productos que Venezuela necesitaba valiéndose de ese financiamiento estatal. En los papeles era un negocio para todos. Pero en la práctica, el fideicomiso se desvirtuó: fue una oportunidad para empresarios que se hicieron millonarios por ventas con sobreprecio ante la complicidad de funcionarios en ambas orillas.

Una investigación periodística de Transparencia Venezuela y el CLIP, con el apoyo de Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), Infobae y el sitio venezolano Tal Cual tuvo acceso a una filtración anónima de reportes confidenciales de la Unidad de Información Financiera (UIF) de Argentina. Estos documentos revelan los millonarios movimientos de dinero realizados por empresarios luego de vender productos a Venezuela mediante este fideicomiso bilateral. Por primera vez, se detalla cuánto dinero ganaron, cómo ocultaron esos activos, en qué bienes invirtieron y, en muchas ocasiones, cómo aprovecharon el sinceramiento fiscal abierto por Argentina en 2016 para blanquear sus fondos sin dar explicaciones sobre su origen.

Los reportes secretos de la UIF que forman parte de la filtración “Un Fondo sin fondo” aportan cientos de operaciones fraudulentas que, en muchos casos, esconden posibles sobornos para funcionarios que permitieron un desfalco del patrimonio público venezolano, en medio de la emergencia humanitaria que ya empezaba a padecer ese país. Millones de dólares retirados en efectivo, sociedades en paraísos fiscales, extrañas transferencias bancarias, testaferros y sobreprecios sistemáticos son algunas de las maniobras que pueden leerse en los informes que analizó durante meses este equipo periodístico.

Estos reportes, hasta ahora desconocidos, explican cómo los nuevos “bolichicos argentinos” usaron firmas offshore y otras maniobras financieras para desviar los fondos públicos venezolanos para la compra de distintos bienes, como propiedades, autos de lujo y embarcaciones en Miami. Mientras se sellaban estos negocios, la UIF alertó sobre decenas de transferencias bancarias desde cuentas vinculadas a los empresarios argentinos hacia sociedades en paraísos fiscales, cuyos beneficiarios finales eran venezolanos. Las autoridades sospechan que estas transferencias podrían esconder sobornos.

Hugo Chávez, Cristina y Néstor Kirchner, cuando Argentina y Venezuela consolidaron su alianza geopolítica
Hugo Chávez, Cristina y Néstor Kirchner, cuando Argentina y Venezuela consolidaron su alianza geopolítica

Los documentos oficiales, que comprenden desde el 2009 al 2018, se basan en información de organismos públicos argentinos, registros privados del exterior y también en datos enviados por otras unidades de inteligencia financiera, entre otras fuentes. Los informes confidenciales llegaron a los tribunales, pero la Justicia argentina prácticamente no avanzó en acusaciones contra los empresarios locales. La falta de colaboración desde Venezuela bloqueó muchas de las investigaciones judiciales, que necesitan la información oficial desde Caracas para sumar como evidencia de estas maniobras detalladas por la UIF.

Algunos expedientes se archivaron ante la falta de colaboración venezolana, pero muchos otros permanecen en trámite. Sólo hubo dos acusaciones contra argentinos por supuestas maniobras ilegales dentro del fideicomiso bilateral: el caso del empresario Juan José Levy, ya procesado por lavado de dinero, y dos empresarios locales vinculados a la firma Trinswol SA, que fueron indagados la semana pasada por el juez Marcelo Aguinsky por la supuesta exportación de cereales con sobreprecios.

En Venezuela ni siquiera se ha anunciado públicamente ningún expediente oficial. En un documento judicial -al que tuvo acceso este equipo- se menciona una investigación por irregularidades cometidas en el marco del fideicomiso bilateral, pero no han trascendido más detalles al respecto. El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, afín al gobierno de Nicolás Maduro, tampoco respondió los exhortos que enviaron, entre otros, los jueces federales Julián Ercolini, Sebastián Casanello y Aguinsky para avanzar en los casos.

El fideicomiso, anunciado como una herramienta que impulsaría la economía de ambos países, se desfiguró en la práctica y terminó en un negociado para unos pocos. Las empresas argentinas vendían sus productos con sobreprecios y, en muchas ocasiones, triangulaban lo que compraban en China para luego venderlos más caro en Venezuela. Aparecieron, además, otros negocios menos tangibles y de difícil constatación, como las consultorías o asesorías para capacitar a los venezolanos sobre cómo usar los productos vendidos que implicaron más contratos millonarios. La UIF entendió que todas estas deformaciones del plan original del fideicomiso podrían esconder ilícitos.

Carátula del Fideicomiso firmado entre Argentina y Venezuela en 2004
Carátula del Fideicomiso firmado entre Argentina y Venezuela en 2004

El fideicomiso bilateral, que movió USD 2.500 millones en más de una década, fue cancelado a mediados de 2016 por el gobierno de Mauricio Macri, ante las múltiples sospechas de corrupción. Con el regreso del kirchnerismo, Alberto Fernández retomó las relaciones comerciales con el gobierno de Maduro. Sin mucha difusión, unos 70 empresarios argentinos se acercaron en los últimos meses al país caribeño ante nuevas oportunidades de inversión que se abren en distintos sectores. Crearon la Asociación de Productores Argentinos en Venezuela, que contó con el apoyo del embajador Oscar Laborde, afín al kirchnerismo, despreocupados con los pergaminos antidemocráticos de Maduro.

El fideicomiso bilateral fue la época dorada para los negocios opacos con Venezuela. Las exportaciones argentinas a ese país crecieron un 38% en 2022 -datos oficiales-, pero el saldo apenas supera los USD 200 millones, muy lejos de aquellos números. Esta investigación periodística revela hoy la historia de Baldric SA, una empresa fantasma creada por un venezolano en Buenos Aires, que ganó un contrato a medida por casi USD 8 millones para reactivar un frigorífico en Venezuela que solo funcionó parcialmente. Es la primera historia de una serie que a partir de hoy publica Infobae y que expone la operatoria de un puñado de oportunistas que se hicieron millonarios con estos negocios opacos con el chavismo.

Esta investigación fue realizada por una alianza periodística liderada por Transparencia Venezuela y el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), con el apoyo del Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), Infobae Argentina y el sitio venezolano Tal Cual.

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