G20 de la India: Alberto Fernández se reunió con el príncipe de Arabia Saudita, socio clave de China en los BRICS

El Presidente mantuvo una larga conversación con Mohamed bin Salmán, que se transformó en una pieza clave de Xi Jinping en Medio Oriente junto al régimen fundamentalista de Irán

Alberto Fernández se reunió con Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, príncipe heredero y primer ministro de Arabia Saudita, en el cierre de su participación de la cumbre del G20 en India

(Enviado especial a New Delhi) Alberto Fernández mantuvo una larga conversación con Mohammed bin Salman (MBS), príncipe heredero y primer ministro de Arabia Saudita, en el cierre de su participación de la cumbre del G20 en India. Mohammed Bin Salman se transformó en una pieza clave de Xi Jinping en Medio Oriente, junto a los regímenes de Emiratos Árabes Unidos e Irán, que tienen la suficiente capacidad política para controlar una cuota importante de la producción de petróleo y su eventual precio en el mercado internacional.

El presidente considera la incorporación de Argentina a los BRICS como un triunfo de su agenda geopolítica y durante su estadía en New Delhi mantuvo reuniones formales e informales con todos los integrantes de ese foro multilateral relanzado por China para competir con Estados Unidos.

Alberto Fernández aún no dialogó con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, que no puede salir de Moscú por tener pendiente un pedido de captura por violar los derechos humanos en la guerra contra Ucrania; ni con Ebrahim Raisi, titular de la República Islámica de Irán, que protege en Teherán a los responsables ideológicos del ataque terrorista a la AMIA.

“Ambas naciones ingresamos a los BRICS, lo que refleja la multipolaridad emergente y la decisión de fortalecer la coordinación multilateral y regional. Son bases fundamentales para promover la paz, el desarrollo y las oportunidades conjuntas en beneficio de los pueblos”, posteó el jefe de Estado en su cuenta oficial de Twitter cuando concluyó su reunión con Mohamed bin Salmán (MBS).

A fines de enero, la ONG Reprieve y la Organización Europea-Saudí para los Derechos Humanos (ESOHR) denunciaron que la tasa de ejecuciones en Arabia Saudita se ha casi duplicado desde la llegada al poder del príncipe heredero Mohamed bin Salmán hace siete años. Es decir: desde la llegada de MBS al poder, las ejecuciones pasaron de 71 hasta 130 por año. Además, la CIA lo considera responsable del asesinato de su connacional, el periodista Jamal Khashoggi, perpetrado en el interior del consulado saudí de Estambul.

Arabia Saudita siempre fue aliado de la Casa Blanca, pero esa relación estratégica empezó a deshilacharse cuando Barack Obama exigió la modernización de los feudos religiosos que controlan una cuota muy importante de la producción petrolera. En este contexto, Riad empezó a tomar distancia de Washington y ahora se convirtió en un inesperado pivot geopolítico de Beijing.

Xi Jinping logró que Arabia Saudita e Irán recuperarán sus relaciones diplomáticas -canceladas durante siete años- y a continuación forzó el ingreso de los dos países de Medio Oriente a los BRICS. Alberto Fernández colocó a la Argentina en un bloque multilateral integrado por ciertos estados autoritarios que exhiben un dudoso respeto por los conceptos básicos de la democracia.

Alberto Fernandez y Narendra Modi dialogan durante la cumbre del G20 en India

Además de encontrarse con Lula da Silva (Brasil), Narendra Modi (India) y Cyril Ramaphosa (Sudáfrica), miembros fundadores de los BRICS, el presidente protagonizó una reunión a puertas cerradas con Mohamed bin Zayed Al Nahyan, jeque de los Emiratos Árabes Unidos. Zayed Al Nahyan tiene interés en el cobre y el litio del país, y ese interés se vincula con las relaciones tensas que mantiene con Arabia Saudita.

El jeque de los Emiratos Árabes Unidos trataría de balancear con los recursos mineros de Argentina, la estrategia mundial que despliega el Reino Saudí para acumular existencias también de cobre y litio, que son considerados claves en un futuro sin hidrocarburos fósiles.

Cuando concluía la reunión bilateral, Zayed Al Nahyan comentó a Alberto Fernández que “tenía una granja” en la Argentina. El Presidente se sorprendió con la inesperada información y le preguntó dónde estaba ubicada. “En el Sur, por un lago llamado Nahuel Huapi”, añadió el jeque.

-¿Y ahí qué hacen?-, preguntó, curioso, Alberto Fernández.

-Criamos ciervos. Creo. Nunca fui. Fueron mis hermanos-, concluyó Al Nahyan.

Alberto Fernández y Olaf Scholz durante la reunión que mantuvieron en el G20 de la India

Antes de almorzar con su comitiva en el Hotel Imperial, protegido como si fuera una base con armas nucleares, Alberto Fernández se reunió con el canciller de Alemania, Olaf Scholz, que lucía un parche en el ojo por un accidente en la calle.

La escueta gacetilla oficial que entregó la portavoz oficial Gabriela Cerruti aseguró que Alberto Fernández y Scholz “conversaron sobre la situación de la CELAC/UE y los caminos para La Paz (sic) en Europa”.

En realidad, el presidente aguarda un movimiento importante en el board del Fondo Monetario Internacional (FMI) y quería saber si contaba con el respaldo político del canciller alemán. Scholz le dijo que sí.

Alberto Fernández ya abandonó New Delhi rumbo a Santiago de Chile para participar del homenaje a Salvador Allende, que el 11 de septiembre de 1973 fue derrocado por un golpe de Estado liderado por el general Augusto Pinochet. Cuando termine la ceremonia a cincuenta años de la caída del líder socialista, el presidente y su comitiva regresarán a Buenos Aires.