Debate presidencial 2023: cuál es la sanción para los candidatos que no participen

Antes de las elecciones generales, los candidatos que competirán en las urnas por conseguir la mayoría de votos y llegar a Casa Rosada en diciembre, deberán enfrentarse en una instancia previa y obligatoria. Se trata del debate presidencial en el que Javier Milei (La Libertad Avanza), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), Sergio Massa (Unión por la Patria), Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda/PTS) se encontrarán en dos instancias cara a cara para exponer sus ideas acerca de diferentes temáticas con posibilidad de discutirlas entre ellos.

Según confirmó la Cámara Nacional Electoral, el primero de los intercambios se hará el 1 de octubre en Santiago del Estero mientras que el segundo será el domingo 8 del mismo mes y tendrá lugar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, en CABA. De haber balotaje, el tercer debate se hará el 12 de noviembre también en la Facultad de Derecho de la UBA.

De acuerdo a lo que indica la Ley 19.945, los aspirantes a la presidencia tienen la obligación de presentarse en este intercambio de propuestas antes de los comicios, donde se buscará determinar quién será el o la sucesora de Alberto Fernández. En caso de negarse recibirán una sanción que consiste en no otorgarle espacios de publicidad para su campaña electoral.

Según confirmó la Cámara Nacional Electoral, el primero de los debates se hará el 1 de octubre en Santiago del Estero, en el salón Forum del centro de la capital. La CNE organiza la logística de ese primer evento en conjunto con la Universidad Nacional de esa provincia.

El segundo será el domingo 8 de octubre y tendrá lugar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, en CABA. De haber balotaje, el tercer debate se hará el 12 de noviembre también en la Facultad de Derecho de la UBA.

De acuerdo a lo indicado en la ley 19.945 del Código Electoral Nacional, los candidatos que no participen de los debates recibirán una sanción.

La misma consiste en no otorgarle espacios de publicidad para su campaña electoral tanto en televisión como en radio.

Su ausencia también quedará expuesta el día en el que se desarrollará el debate, cuando el lugar físico que debía ocupar el candidato que se negó a participar en el intercambio de propuestas con sus competidores quedará vacío para demostrar su falta.

La participación en el debate presidencial no siempre fue obligatoria. Esta condición se estableció en el año 2016, cuando fue sancionada la ley actual que la reglamentó y fijó la dinámica con la que se realiza en la actualidad.

En las elecciones de 2015 -en las que resultó electo Mauricio Macri como presidente- el entonces candidato a jefe de Estado del oficialismo, Daniel Scioli, se negó a participar de la primera instancia de intercambio con el resto de los aspirantes.

Se justificó al explicar que para que se dé una discusión como la que se impulsaba, era necesaria una ley que le diera un marco serio al debate, con las mismas oportunidades para todos. “Sería importante que el Congreso impulse esa normativa”, había señalado. Si bien no se presentó en el primer debate, Scioli sí se enfrentó cara a cara con el ahora ex presidente antes del balotaje.