Sergio Massa habló este lunes en la cena de recaudación de Unión por la Patria de cara a las elecciones generales de octubre y envió un mensaje de optimismo luego de un resultado en las PASO que no fue el esperado. El evento se llevó a cabo en Parque Norte y, frente a empresarios y funcionarios, el candidato presidencial lanzó críticas al gobierno de Cambiemos por el acuerdo con el FMI, pero se enfocó en polarizar con Javier Milei, el gran ganador de las Primarias y con quien el ministro apunta a competir en un eventual balotaje.
“Si quieren debatir el futuro lo vamos a empezar a debatir desde ahora. No le tenemos miedo al futuro, como no le tuvimos miedo a cada problema que tuvimos que enfrentar. Por sobre todas las cosas, no nos une ni nos mueve el odio. No nos mueve la violencia. No nos mueve el deseo de desaparición del otro. Nos mueve un profundo amor por la Argentina. Gracias por confiar, sigamos confiando. Quédense tranquilos, el país del futuro va a ganar. En primera vuelta o en segunda, vamos a seguir gobernando la Argentina”, arengó el ministro de Economía.
El titular del Palacio de hacienda comenzó agradeciéndoles a los presentes en el evento que, “de alguna manera, dieron una muestra de confianza un poco mayor que la del voto, que es poner un poco de sus ingresos personales en función de acompañar” los “sueños, ideas y proyectos” del oficialismo.
Massa retomó una idea pronunciada en otros discursos. Prometió que a partir del 10 de diciembre va a trabajar para dejar atrás las divisiones y conformar un gobierno de unidad. “En algún momento nos plantean que la grieta es entre el campo y la industria, como si fueran antagónicos; en otros momentos nos plantean que es entre el interior y Buenos Aires, como si no fuéramos parte de la misma Nación”, introdujo.
Y continuó: “En otro momento, cuando no hay antagonismo en el proyecto productivo o en el proyecto federal de país, nos quieren envenenar con el antagonismo político”. “Nosotros desde el 10 de diciembre vamos a convocar a un gobierno de unidad nacional bajo la consigna de que en este tiempo para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”, cerró.
Luego, cuestionó a Milei, aunque sin nombrarlo directamente, y criticó su postura de “cortar vínculos con China y Brasil”, “arancelar las universidades”, “destruir el Estado, porque todo lo resuelve el mercado”, y “eliminar derechos laborales para pasar a un modelo en el que cada uno se salva como puede”.
“Quiero decirles que, como nos encanta enfrentar los desafíos, así como hasta hoy nos dedicamos a contarles a los argentinos lo que hacíamos para enfrentar la crisis, desde hoy empezamos a contar lo que se viene, pero sin esperar al cambio de gobierno para plantear en el Parlamento o en instrumentos de gobierno los cambios que proponemos, sino desde mañana mismo”, remarcó.
Al respecto, anunció que va a avanzar “con una primera modificación que va a permitir que en los próximos 2 años cada pyme que tome a un trabajador no pague aportes ni contribuciones, para transformar a los programas sociales en empleo, para incorporar a los jóvenes en el mercado de trabajo”.
Asimismo, en otro tramo de su discurso, Massa se volvió a mostrar en contra de “la dolarización y de la dolarización cobarde, que es bimonetarismo”, al considerar que sería “entregar la soberanía en términos de señoraje”.
“Es, de alguna manera, el resignar la capacidad como país de decidir cuál es el modelo de desarrollo, la competitividad de nuestra industria, los sectores a desarrollar, la elección de vectores estratégicos, asumiendo cuál es nuestra capacidad instalada más competitiva, o que más empleo genera. Esa es una decisión que se puede tomar cuando uno tiene soberanía económica, que depende de tener una moneda, pero hacerla creíble”, remarcó.
No obstante, también apuntó contra Juntos por el Cambio, al acusar a la anterior gestión de “tomar una decisión casi criminal, que fue la de construir un cepo al crecimiento y al desarrollo, tomando un crédito impagable y condicionando en un programa de revisión cada 90 días la decisión política y económica de nuestro país”.
“Nos tocó convivir con la herencia, no solo de la mayor deuda de la historia argentina, sino de la más grande que otorgó el Fondo Monetario Internacional a un país, con la pandemia, durante la cual salimos con el Estado a respaldar a las pymes, y en el medio de ese proceso el mundo entró en una guerra que cambió los precios relativos, y después tuvimos la peor sequía de la historia”, recordó.
Sin embargo, cerró: “No lloramos, no soy de los que mariconea, soy de los que enfrenta los problemas que le toca enfrentar y, así como en agosto algunos escapaban de los problemas, yo me hice cargo, y así como en aquel momento entendí mi responsabilidad con la Patria, entiendo, junto con Agustín (Rossi), mi responsabilidad con el futuro”.