Organizaciones de derechos humanos, políticas y sindicales se movilizaron ayer a la tarde a Legislatura porteña en rechazo a una actividad convocada por la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza (LLA), Victoria Villarruel, para “homenajear a las víctimas del terrorismo”.
El evento institucional fue rechazado con dureza por las agrupaciones convocantes, que lo tildaron de “negacionista” de las violaciones de derechos humanos con carteles, banderas y consignas que recordaban a los detenidos-desaparecidos por la última dictadura cívico militar de 1976.
Una de las protagonistas involuntarias de la jornada fue la candidata a diputada nacional de la LLA, Lilia Lemoine. Su presencia llamó la atención en las inmediaciones del Palacio Legislativo, sobre todo porque apareció en videos de redes sociales tomándose el ojo izquierdo, visiblemente afectada por algo que le habían arrojado. “Una manifestante me tiró nafta en el ojo”, contó la referente del espacio de Javier Milei.
Lemoine es uno de los nombres más llamativos dentro de la agrupación libertaria. Con 43 años, se autodenomina como “Lady Lemon” y se presenta como “influencer, IT Girl, activista libertaria y cosplayer”. La candidata es una influencer de las redes sociales, con más de 117 mil seguidores en Instagram. Maneja parte de la comunicación de Milei junto a otros activistas del espacio.
En los últimos meses, Lemoine ofició de asesora de Milei que, según ella, se encarga de su estética, peinado y maquillaje. Cobra por colaborar con su jefe político. Según cuenta Juan Luis González en el libro El Loco, el pasado noviembre de 2022, la candidata cayó en un sincericidio en un “Space” de la red social Twitter. “Yo soy ñoqui hace seis meses”, dijo en aquella oportunidad sobre el contrato temporal que tiene, desde hace un año y siete meses, en la Legislatura Porteña.
La influencer ingresó a la política de la mano del diputado nacional José Luis Espert, cuando estaba cercano a Milei. En 2019, fue cuarta precandidata por el Frente Despertar y desde esa referencia se encargó de cuestionar al feminismo. Sin embargo, llegó a ese lugar casi de casualidad, por un llamado de último momento de Nazareno Etchepare, armador del espacio. “Por la ley de cupos de género necesitaban una mujer y, a las mujeres, generalmente no les interesa demasiado la política, solo en la izquierda. Así que les dije que si me necesitaban, yo los apoyaba”, contó Lemoine al diario La Nación.
A partir de ese momento su imagen comenzó a crecer con varias controversias y escándalos. Recién en 2021, cuando La Libertad Avanza dio su primera gran sorpresa, Lemoine ya se había incorporado al entorno de Javier Milei. Uno de los episodios más polémicos que provocó el repudio de dirigentes del oficialismo fue haber instigado a calificar a la legisladora Ofelia Fernández como “tanque australiano de medialunas”, en el marco de una formación en comunicación digital con militantes de su espacio.
Otro hecho fue haber dudado del trasplante del periodista Jorge Lanata en 2017: “La mujer que le donó el riñón, sí tenía compatibilidad con el hijo”, publicó en su cuenta en la red social X. “Conozco a mucha gente Lanata, médicos incluídos, si el periodismo no te investigó fue porque estabas bien apadrinado: 800 personas esperaban un riñón que no recibieron”, agregó.
Hubo otro momento de tensión con la periodista Maru Duffard, que la entrevistó en su casa para el programa Periodismo Para Todos. Allí le hizo una “prueba” de conocimientos generales, y no supo responder quién era la presidenta de la Cámara de Diputados ni cuáles son los partidos que superaron las PASO y competirán en octubre. Lemoine se enojó también en esa oportunidad con Lanata.
Curiosamente, Lemoine fue protagonista también de una agresión física durante una manifestación, pero que ejecutó ella misma. Fue en agosto del 2020, en una protesta en el Obelisco contra “la cuarentena eterna” que había convocado Patricia Bullrich.
Encapuchada, atacó a un móvil de C5N tirándole huevos. Fue la primera vez que su nombre se conoció en los medios masivos de comunicación. “Un huevazo sobre la ventana de un móvil no se equipara con toneladas de piedras contra la policía, el Congreso, destrozando la propiedad privada, atacar iglesias y pintar monumentos”, fue el comentario de Lemoine durante un reportaje.
Lemoine también dedica parte de su vida al cosplay, una práctica que consiste en caracterizarse con trajes que representan a distintos personajes de dibujos animados, series o película. Se trata de un hobbie que lo descubrió tardíamente, a los 30 años, y fue tal su atracción por esta actividad que decidió dejar de lado sus ocupaciones vinculadas a sistemas para dedicarse de manera completa a esta disciplina.
Al lado de Javier Milei, la candidata vincula esa afición personal con su militancia. Se jacta de ser la creadora de la Capitana Ancap, un personaje ficticio que ensalza el “anarcocapitalismo”. Con ese disfraz llegó a pasear con el dirigente libertario en distintos eventos públicos.