En diciembre finaliza el mandato de Arabela Carreras, la primera gobernadora mujer que tuvo la provincia de Río Negro en toda su historia. Desde ese momento el senador Alberto Weretilneck volverá a tomar las riendas de la provincia patagónica, tras triunfar en las urnas el 16 de abril pasado, contienda en la que la actual mandataria no participó. Este domingo tratará de imponerse en las elecciones municipales de Bariloche para convertirse en la nueva jefa comunal.
Weretilneck y Carreras comparten sello político y ambos fueron parte de la fundación de Juntos Somos Río Negro (JSRN), una fuerza de corte provincial que desde su génesis logró grandes resultados en las urnas provinciales y en varios municipios.
Carreras quería seguir pero Weretilneck pensaba en volver. El senador tenía en mente gobernar a Río Negro por tercera vez. No había lugar para los dos.
La barilochense rechazó todos los ofrecimientos a cargos legislativos. Ninguno la sedujo. Acompañar a Weretilneck en la fórmula de abril no le parecía descabellado aunque la idea no entusiasmó al gobernador electo, que eligió al intendente de Viedma, Pedro Pesatti, para que aparezca en las fotos.
Carreras se guardó un as en la manga. “Voy a ser la próxima intendenta de Bariloche” decía, meses atrás, en reuniones con sus colaboradores más cercanos. Sus íntimos, descreídos, pensaban que sólo se trataba de una estrategia de negociación para que el rumor trascienda. Pero no. Con el paso del tiempo, anunció formalmente su postulación a la intendencia de Bariloche, la ciudad más importante y de mayor población de la provincia de Río Negro.
Es que, por lógica, su proyección política luego de la gobernación la ubicaría en una diputación o en una banca en el Senado de la Nación. “Es como jugar en un equipo de la primera A y volver a uno del ascenso”, pensaban sus allegados, en claro tono futbolero. La decisión estaba tomada.
Este domingo la mandataria en funciones buscará la victoria en las elecciones comunales para continuar su trayectoria política desde el sillón del Centro Cívico, con privilegiada vista al lago Nahuel Huapi.
El edificio del municipio barilochense no le resulta desconocido, ya que en 2004 fue secretaria privada del fallecido intendente Alberto Icare. Luego, se desempeñó como subsecretaria de Desarrollo Económico, lideró la Convención Municipal Constituyente Actualizadora de la Carta Orgánica de San Carlos de Bariloche en 2006, fue concejal municipal (2007-2011) y también legisladora.
En 2017 fue designada por Weretilneck, entonces gobernador, como ministra de Turismo, Cultura y Deportes y, en 2019, fue candidata a gobernadora por el oficialismo provincial, luego de que la Corte Suprema de Justicia inhabilitara al senador a postularse para ese cargo.
Las elecciones designarán al reemplazante del intendente por dos mandatos Gustavo Gennuso, para lo que se postulan 12 candidatos. Son 108.092 los barilochenses habilitados para sufragar, entre los cuales 1651 son extranjeros. Además del próximo intendente, se renovarán las once bancas del concejo municipal y los tres vocales del Tribunal de Contralor.
Desde hace diez años, las elecciones en Bariloche se realizan con una boleta única, en la que figuran todos los candidatos, casi 320 personas, contando concejales titulares y suplentes.
El método, evaluado como exitoso, evita la sustracción de las boletas de los cuartos oscuros y facilita el recuento.
La papeleta tiene 46 por 32 centímetros e incluye a las 12 listas en posición vertical, ordenadas de izquierda a derecha por sorteo, con todos los nombres. En la parte superior incluye el nombre del candidato a intendente, su foto y el sello partidario.
La elección comenzará a las 8 de la mañana y culminará a las 18 horas. Habrá 318 urnas habilitadas, distribuidas en 46 establecimientos educativos de toda la ciudad.