“Estamos satisfechos con lo que sucedió en todo el proceso electoral teniendo en cuenta la multiplicación de candidaturas y la cantidad de categorías en juego. La PASO fueron complejas y con un nivel tanto logístico, como administrativo y judicial muy importante”, afirma Marcos Schiavi, a cargo de la Dirección Nacional Electoral (DINE) desde marzo de 2022. Destacó ante Infobae, además, que el 13 de agosto todo “se haya desarrollado con absoluta regularidad, con absoluta normalidad” y que se vió reflejado “en las reacciones de los distintos partidos que acompañaron en el proceso de cerca”.
-Antes de la elección había advertido que se iban a producir demoras en el escrutinio provisorio por esa cantidad de candidaturas y de cargos en juego, ¿fue así?
-Nosotros en el 2021 dimos los resultados alrededor de las 21.45, era una elección legislativa, en pandemia. En esta elección que fue mas compleja que en 2021 por obvias razones, por tener 27 candidaturas presidenciales y así para abajo, con las ocho categorías en la provincia de Buenos Aires, nosotros habíamos hablado de que los resultados iban a estar alrededor de las 22.30, los pudimos comunicar 22.37, y ahí dimos el resultado con 60% del escrutado general y 30% de la provincia de Buenos Aires. Creo que dimos los resultados, por lo menos el orden y las principales internas, dimos el resultado de lo que sucedió. Sí, lo que también quedó demostrado que incluso con el 60% de escrutado el resultado en porcentaje se va moviendo, nosotros dimos el 60% con un resultado que después cambió en solamente 3 puntos. Eso fue el desarrollo propio de lo que quedaba por escrutar y la tendencia sobre todo de la provincia de Buenos Aires que es una tendencia que vamos a volver a tener en octubre, la provincia de Buenos Aires va a volver a tardar un poco más porque son más categorías.
-¿Qué cambiará para las generales del 22 de octubre?
-Bueno, en primer lugar tenemos menos candidaturas, pasamos de 27 a 5 candidaturas presidenciales, y eso tiene traducción también en categorías distritales. En algunos distritos hay tres listas a diputados, en otros hay seis como mucho, pero ronda entre los tres y los seis, lo mismo para senadores. Entonces, en un punto vamos a tener menos candidaturas, pero vamos a tener desafíos semejantes en relación a la cantidad de categorías. Obviamente vamos a volver a contar Provincia de Buenos Aires, vamos a volver a contar Catamarca. En el caso de Entre Ríos se hace una elección simultánea, eso impacta en el telegrama pero no en el recuento provisorio porque Entre Ríos tiene su propio recuento provisorio y en el caso de Santa Cruz que se votó gobernador, en octubre se vota intendentes. Entonces también va a haber una elección ahí concurrente en Santa Cruz. Entonces resumiéndolo, yo me imagino una elección muy semejante a la de agosto y también una elección en una dinámica parecida en relación a cómo se vincula, o sea, que la provincia de Buenos Aires seguramente sea de las últimas en llegar, por varias razones. Porque las categorías que tenés para contar son el doble que en las otras.
-¿Cuál es la evaluación que hacen de lo que ocurrió en la Ciudad de Buenos Aires con la Boleta Única Electrónica utilizada en paralelo con la boleta de papel tradicional?
-En lo operativo y en lo logístico, nosotros somos auxiliares del Juzgado Federal de la doctora (María) Servini, que trabajó muy bien como es habitual. Con lo cual, el operativo logístico de la lección, nosotros lo acompañamos en la parte que nosotros nos tocaba, brindando la asistencia y los materiales correspondientes. De cara a octubre, vamos a hacer una elección muy parecida a la que tuvo la provincia de Buenos Aires, con la salvedad de que el decreto de convocatoria del gobierno nacional de Buenos Aires plantea que las boletas estén cortadas, que las categorías locales y las categorías nacionales estén separadas
-¿El elector entonces meterá dos boletas en el sobre?
-Va a haber un solo biombo, una sola urna, un solo sobre. El ciudadano va a entrar y va a tener por un lado las boletas nacionales y por otro lado las boletas locales. Va a tener que agarrar dos boletas. Será un desafío en relación a eso de información para el votante para evitar que haya mucho voto en blanco en algunas de las categorías. En Santa Cruz se hizo una elección semejante en agosto, con las boletas también separadas y tuvimos un porcentaje alto de votos en blancos a candidaturas nacionales, en ese caso. Por encima del promedio nacional, tuvo más que ver con la operatoria misma que con otra cosa. Hubo casi 30% de votos blancos a presidente en Santa Cruz.
-Con respecto a los problemas en la Ciudad con la boleta electrónica ¿se reafirma que el voto en papel o con la boleta como está actualmente es más efectivo?
-Yo particularmente considero que la boleta tal cual la tenemos hoy cumple con el objetivo central, que es convertir la decisión de la ciudadanía en votos y luego contarse y que eso se traduzca en la fiscalización de candidaturas y luego quien gana quien pierde. Considero que la cuestión de la boleta a papel tiene dificultades hoy vinculado a cómo se financia, que es algo que se habla todo el tiempo, que debería resolverse normativamente y también ver el impacto que ha tenido de distintos fallos en esa dinámica. Pero para reemplazar un sistema, para reemplazar el corazón en un sistema que funciona bien, tiene que haber muchísimas más justificaciones que las que tenemos hoy. Luego, sobre la implementación, la implementación de boleta electrónica, es una discusión que yo como director de la DINE no debería dar. Por eso yo prefiero centrarme en que el sistema que tenemos tiene sus fortalezas, tienen también algunas debilidades, pero las fortalezas son tales que me parece que cambiarlo necesita de una discusión más a largo plazo.
-¿Cuáles ves como debilidades del sistema todavía?
-Deberíamos pensar o trabajar un poco todo lo que tiene que ver con el sistema de partidos. Si yo considero que la labor de los partidos es clave para un sistema que asegura el normal funcionamiento de nuestra democracia, yo lo que necesito es que los partidos sean más fuertes, no más débiles. Y en ese sentido, todo lo que sea en esa línea, para mí es el camino a seguir.
-¿Se tardó más de lo previsto en el escrutinio definitivo?
-Se terminó contando tiempo y forma, sí. La provincia de Buenos Aires tardó un poco más, pero también por el esfuerzo logístico y el esfuerzo que implicó la gran cantidad de categorías y de candidaturas. ¿Por qué menciono a la provincia de Buenos Aires como un tema de complejidad? Porque además de la elección nacional y la elección de gobernador, tenés 135 elecciones con sus particularidades, y demandan más tiempo. En las PASO se demostró que tenemos un sistema electoral confiable y seguro, pero que para que sea confiable y seguro tienen que cumplir sus procesos correspondientes, que nos llevan a que, por ejemplo, un recuento definitivo en la provincia de Buenos Aires tarde dos semanas aproximadamente. El despliegue que hizo el juzgado federal del doctor Ramos Padilla fue muy grande. Yo visité el recuento definitivo para ver cómo es el proceso, y es un proceso tremendo. Cien mesas al mismo tiempo desplegadas en el pasaje Dardo Rocha, un gran despliegue. Y después, volviendo a qué dificultades vimos, yo creo que el sistema electoral volvió a demostrarle a la ciudadanía las certezas, la certidumbre. Volvimos a tener una elección, en este caso muy pareja, con tres tercios, con resultados inesperados hace dos años, hace cuatro años, y sin embargo no hubo ninguna denuncia presentada, ninguna complejidad.
-En un momento se había dicho que había más de 700 mesas que estaban observadas por alguna de las fuerzas. ¿Recibieron alguna impugnación o presentación de las alianzas o los partidos que participaron?
-No hubo ningún planteo, ni en la Cámara, ni en los distintos juzgados, ni en la DINE. Nosotros ya también hemos tenido reuniones con los partidos, luego de las elecciones, y hay satisfacción. Quedó demostrado una vez más que el sistema que tenemos es confiable y que eso nos tiene que llevar a ser responsables a todos los actores para cuidar un valor que tiene nuestro proceso democrático. Hay que reconocerlo como tal. Eso me parece determinante. Ser responsable de cada uno de los lugares que ocupamos, resguardando un instrumento que termina dándole certeza a los ciudadanos, que son finalmente los que se movilizan para el voto.
-En las elecciones generales suele subir la participación ciudadana. ¿Eso implica mayores complicaciones a nivel organizativo?
-Generalmente sabemos que hay un aumento en la participación de 4 o 5 puntos. Si uno toma las presidenciales de 2015 o de 2019 e incluso las de 2021 observa eso. No, en principio no hemos tenido problemas de demoras en las mesas nacionales. Tuvimos lo que todos vieron en la situación en la Ciudad de Buenos Aires, pero a nivel nacional no hubo demoras en las mesas y a la hora del recuento no cambió mucho la situación. Ahora creo que pasará lo mismo.
-¿Hubo mucha ausencia de autoridades de mesa?
-No, no recibimos planteos generales sobre un nivel de ausentismo que haya complejizado la elección. Esa es la realidad. O sea, ¿cuál es el termómetro? Ese termómetro. Eso no quita que nosotros no tengamos que prestarle atención a la cuestión de las autoridades de mesa. En estas semanas se están trabajando para liquidar los viáticos de la elección de agosto, ahí vamos a tener también la cantidad de autoridades de mesa que hubo, o sea, los juzgados informan a la DINE la cantidad de autoridades de mesa y ahí vamos a tener un número y luego vamos a poder comparar con las elecciones anteriores. Y seguramente le prestemos atención a ese proceso para nosotros, la autoridad de mesa es un actor determinante en el proceso para que el desarrollo de la elección en cada mesa sea normal, con regularidad y que finalmente el escrutinio presente lo que haya dentro de las urnas. Al haber concluido un proceso con la complejidad que tenía, sin denuncias, sin planteos, también tiene que ver con la gran acción, tanto de las autoridades como de las fiscales. Es real que sin los fiscales partidarios la elección no se podría realizar como se realiza.