El día gris y encapotado del sábado no los desanimó. Los miembros de colectividad armenia se movilizaron hoy al Obelisco porteño para visibilizar la dramática situación que están viviendo 120.000 de compatriotas en la República de Artsaj (Nagorno Karabaj), quienes viven en carne propia el bloqueo que aplicó Azerbaiyán a la zona de conflicto.
La convocatoria forma parte de una iniciativa internacional con el lema “SOS Artsaj”, en el marco del 32º aniversario de la independencia de la República de Artsaj en 1991. Durante la acción, decenas de armenios y sus descendientes exhibieron carteles y repartieron folletos informativos.
La protesta apunta a exponer la falta de alimentos, combustibles, medicamentos y víveres que está padeciendo la población armenia, luego que Azerbaiyán decidió el 12 de diciembre de 2022 cerrar el Corredor de Lachin, la única carretera une a Artsaj con Armenia y el resto del mundo.
Varias entidades de la colectividad adhirieron a la manifestación, como la Federación Revolucionaria Armenia (FRA - Tashnagtsutiún), Unión General Armenia de Beneficencia (UGAB), el Fondo Armenia, la Agrupación Representativa de los Armenios Migrantes de Argentina (ARAMA), dirigentes del club Deportivo Armenio, Unión Juventud Armenia (UJA), HOM, Homenetmen, Hamazkaín, Liga de Jóvenes, UCA Marash, Logia Ararat, entre otras.
“Estamos acá para demostrarles a nuestros hermanos de Artsaj que no están solos, que estamos visibilizando la situación del bloqueo, la situación de atropello que viven hace más de 265 días”, sostuvo Hagop Tabakian, representante de la FRA de Sudamérica.
“La comunidad armenia de la Argentina, la comunidad armenia de Brasil, la comunidad armenia de Uruguay, y en Sudamérica se movilizó hoy en el Día de la Independencia de Artsaj. Lo que queremos es que el mundo, la comunidad internacional detenga un nuevo genocidio”, agregó en declaraciones a Diario Armenio.
La situación en Nagorno Karabaj fue agravando al calor de la tensión bélica. El 15 de junio pasado, Azerbaiyán prohibió la entrada de ayuda humanitaria entregada por las tropas de paz de Rusia y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), y bloqueó totalmente la carretera.
Previamente, la Corte Internacional de Justicia ya había dictaminado el 12 de febrero que Azerbaiyán “debe tomar todas las medidas a su alcance para garantizar la libre circulación de personas, vehículos y carga a lo largo del Corredor de Lachin”.
Sin embargo, la orden fue incumplida a pesar de ser un fallo vinculante.
El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por la zona de Alto Karabaj se remonta desde fines de los años ochenta, luego de disolución de la Unión Soviética (URSS). A partir de la caída de la Cortina de Hierro, la región volvió a convertirse en una fuente de controversia y se desató una guerra entre ambas naciones desde 1991 hasta 1994.
El 10 de diciembre de 1991, la población de origen armenio autoproclamó el territorio como república independiente. Los habitantes de Nagorno están integrados casi totalmente por armenios, mientras que la población de origen azerí acusa haber sido expulsada o haber huido.
El conflicto por la soberanía no cesó. Artsaj tuvo pocos reconocimientos de la comunidad internacional, alcanzando recién un apoyo explícito de Francia en 2022, único país de la ONU en pronunciarse al respecto.
En 2020 estalló una nueva guerra en el Alto Karabaj donde Azerbaiyán obtuvo la victoria y logró recuperar gran parte de los territorios, y redujo a Artsaj al entorno inmediato de la capital Stepanakert y otras ciudades.
Ayer, el presidente de Artsaj, Arayik Haratiunián, presentó renuncia ante la crisis humanitaria y regional. En otras latitudes hay también preocupación por la situación geopolítica. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, advirtió por el “rápido deterioro” de las condiciones de vida en Nagorno Karabaj y ve “imperativo” tomas medidas para atender las necesidades de la población local.
El ex fiscal Luis Moreno Ocampo, especialista en derecho internacional y partícipe del juicio a la dictadura militar de 1976, determinó en un informe que con el último bloqueo de Azerbaiyán “hay un genocidio en curso contra 120.000 armenios que viven en Nagorno Karabaj”.
“No soporto más la prepotencia y la agresividad de Azerbaiyán contra el pueblo armenio y por los 120.000 armenios compatriotas que se están muriendo de hambre por la indiferencia de los poderes mundiales”, dijo Edgardo Kevorkian, presidente de la Filial Vartán Kevorkian de la Asociación Educativa y Cultural Armenia Hamazkaín.