Después de dos semanas de entrevistas y frases rutilantes y polémicas, en los últimos días Javier Milei hizo un stop en su carrera de “rockstar”, como lo apodan en el espacio por su obvia centralidad y su experiencia en TV y redes sociales. El libertario, la figura más conocida de La Libertad Avanza por lejos y responsable del impulso que genera para sus ignotos candidatos en todas las provincias, bajó sensiblemente el perfil esta semana, consciente de que cada oración que pronuncia, después de haberse quedado con el podio en las PASO, genera picos de atención sobre su figura y olas de repercusión que no siempre lo favorecen.
“La gente necesita descansar de la política”, argumentan, con cautela, en el comando de campaña de Milei, donde planearon desde la misma semana post triunfo que el líder del espacio se guardara hasta que comenzara oficialmente la carrera proselitista hacia las elecciones generales, que aún no tiene fecha de arranque. Pero recién esta semana el jefe de La Libertad Avanza empezó a concretar las recomendaciones de hacer silencio. Rechaza invitaciones a los medios, y se guarda las opiniones sobre los temas de actualidad, a pesar de que el terreno está fértil en medio de la polémica por la suma fija que impulsó el Gobierno y provocó rechazo en intendentes y gobernadores, inclusive propios. Y hoy, durante su visita a Uruguay para visitar un proyecto urbanístico en Colonia del Sacramento, apenas emitió palabra.
Más que seguir regando su propia figura, el candidato presidencial de derecha, que sorprendió con el primer puesto en las Primarias, empezó a enfocarse en apuntalar la estrategia en el enclave más poblado del país, donde tuvo uno de los peores desempeños en las urnas. Él mismo había avisado, apenas ganó en el primer turno electoral, que esa era su prioridad: “Si aceleramos a fondo en la provincia de Buenos Aires podríamos dar un batacazo y desplazar al kirchnerismo”, había dicho. La pelea se perfila difícil: Carolina Píparo, la candidata a gobernadora de LLA, quedó relegada al tercer lugar, con el 23,76%, detrás de Néstor Grindetti y Diego Santilli, de Juntos por el Cambio, que sumaron el 32,92 por ciento. En lo alto, aunque por poco margen, se ubicó Axel Kicillof, con el 36,41 por ciento. Pero hoy, encuestas en mano, creen que pueden alcanzarlo -dicen que ya están por encima de los 33 puntos- e inclusive superarlo.
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Milei ganó en seis provincias que no había visitado ni una sola vez antes de las PASO, en donde apenas había cartelería de La Libertad Avanza, no tenía fiscales y sus candidatos locales eran mayormente desconocidos. Más allá de su discurso atractivo y del contexto económico propicio para la irrupción de un outsider, el poder de las redes sociales fue clave para que el economista de derecha alcanzara los sitios más recónditos del interior, donde tuvo su mejor performance electoral. Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires, bastión clave para la ambición de cualquier dirigente de asegurarse la Presidencia, las herramientas de difusión virtual no alcanzaron. Desde el tercer lugar, de cara a octubre necesita reforzar sustancialmente el trabajo territorial para afianzar el caudal de votos en el enclave más importante del país y, sobre todo, defender todas las voluntades que pueda obtener.
El peronismo ya les avisó a los libertarios, en comunicaciones subterráneas, que se acabó el grifo de la ayuda política que les habían provisto en las PASO para perjudicar a Juntos por el Cambio. Y aún así, Milei denunció que “le robaron” 5 puntos, aunque no hizo ninguna presentación formal ante la justicia electoral. Además de trabajar para sumar puntos, con Píparo en la cabeza de la lista bonaerense, ahora LLA trabajará fuerte en el refuerzo de la la fiscalización de cara al 22 de octubre. En el distrito bonaerense ya trabajan en articulación con el reclutamiento virtual que coordinan desde las oficinas de LLA en la Capital, y aseguran que la cantidad de adherentes empezó a crecer durante las últimas dos semanas en la Provincia, después de la victoria del espacio.
El foco principal, obviamente, es el conurbano, y en particular la tercera sección. Pero más allá del Gran Buenos Aires, buscan avanzar en algunos distritos del interior bonaerense. En términos generales, le ponen fichas a Lomas de Zamora, Almirante Brown, Olavarría, Florencio Varela, e incluso, La Matanza. Pero la mayor expectativa reside en Bahía Blanca, donde buena parte de la sociedad está o estuvo vinculada a la histórica base naval.
Creen que tienen chances de obtener la intendencia bahiense con un discurso conservador y apuestan al economista Oscar Liberman, que se alzó como el candidato más votado en las PASO, pero saben que el camino no está allanado. LLA quedó ubicada como segunda fuerza por detrás de JXC, y ya sin internas esa coalición podría consolidar la delantera en octubre con el liderazgo de Nidia Moiranos, que se impuso contra su rival del mismo espacio, Andrés de Leo.
“Nos vamos a quedar con los votos de Bullrich y Grindetti, que tienden a cero. Están en una baldosa, y las dos baldosas a las que miran para saltar tienen riesgos. Una implica perder el voto moderado. La otra, perder el duro. Su figura está desdibujada”, se entusiasman en las filas libertarias.
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