En el comando de campaña de Patricia Bullrich celebraron el jueves pasado que la candidata presidencial de Juntos por el Cambio recuperara ese día el centro de la escena, después del shock en el que quedó sumergida la alianza opositora tras el magro resultado en las PASO. Tras 10 días en los que Javier Milei, el precandidato más votado, monopolizara la agenda y se moviera como si ya hubiera sido electo, Bullrich generó el primer título del día en los medios al hacer explícito su rechazo al ingreso de Argentina al bloque político y económico de los BRICS, que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. El anuncio lo había hecho Alberto Fernández a primera hora de la mañana y tomó por sorpresa al ambiente político. Ese posicionamiento fue celebrado por Mauricio Macri en un tuit, unas horas después desde Marruecos, donde está jugando un torneo de bridge. Más allá de destacar el apoyo del ex presidente, en el entorno de la ex ministra de Seguridad admiten que todavía no está definido el rol especifico que tendrá en la campaña.
Al salir del Consejo de las Américas en el Alvear, Bullrich se fue al Hotel NH a metros de Plaza de Mayo y tuvo una foto que le permitió escenificar “unidad” y “liderazgo” dentro de Juntos por el Cambio, de cara a las elecciones de octubre. “Fue muy importante lograr esa foto para mostrar cohesión. Asegurar el frente interno era condición necesaria para encarar el próximo tramo de la campaña”, destacaron en su entorno ante Infobae. Hubo 270 dirigentes, entre ellos, todos los gobernadores actuales y electos de Juntos, legisladores nacionales del espacio, y los candidatos que competirán en octubre de los dos sectores, el que le responde a la ex ministra y el que se había alineado con Horacio Rodríguez Larreta.
Su ex contrincante interno expresó públicamente, por segunda vez esa jornada, que iba a apoyar a la candidata con todo su empeño para que llegase a la presidencia. La primera había sido más temprano en el Consejo de las Américas. Atrás quedó el enojo en el sector de Bullrich por lo que consideran fue una “campaña sucia” promovida por colaboradores de Larreta en las semanas previas a las elecciones, que “le hizo perder un 5% del voto del PRO en manos de Milei”. Mencionan el haber “inflado” algunos traspiés en el discurso económico de Bullrich, como sus dichos de que buscaría “un blindaje” en materia de dólares, “cuando lo que dijo fue que quería blindar al Banco Central”.
El otro “hito” que quieren destacar de esta semana fue la reunión del grupo de economistas de Juntos por el Cambio que tuvo lugar ayer en las oficinas de Bullrich frente a Plaza de Mayo, y la designación en los próximos días de dos voceros en temas económicos solventes para salir a rebatir las ideas de Milei y desnudar la actual situación económica. Uno es Carlos Melconian - quien tiene las mayores chances de ser designado ministro de Economía si la candidata llegase a la presidencia-, y el otro es Luciano Laspina, quien suena como posible candidato al Banco Central. Melconian no estuvo en la reunión de ayer -está en el exterior -pero se verá con la candidata el lunes.
“Autopsia electoral”
En el equipo de la candidata explican que se tomaron estos días para tener los resultados de una serie de estudios de opinión pública y análisis cuantitativo y cualitativo del comportamiento de los electores “mesa por mesa”. Conocidos como election forensic en inglés, es el insumo con el que piensan diseñar la que entienden es “otra campaña nueva, completamente distinta”.
Las primeras devoluciones ya llegaron a las oficinas de Bullrich en la calle Hipólito Yrigoyen al 400 y a la sede del PRO, y comenzaron a ser analizados por sus asesores. Entre ellos, Derek Hampton, a cargo de diseñar la estrategia y los mensajes electorales. “Sobre esa base, vamos a salir con un discurso y un posicionamiento de Bullrich destinado a garantizar que los votos que saque en primera vuelta le permitan ingresar al balotage. Es como el juego de la silla: hay dos sillas y tres jugadores. Tenemos que ser uno de los dos jugadores que lleguen a sentarse”, asevera un estrecho colaborador de la candidata.
Bullrich ganó la interna de Juntos por el Cambio y la alianza opositora salió segunda en las PASO con el 28,3%. Pero en cantidad de votos, la ex ministra quedó en tercer lugar con 4 millones y solo un 17% de los votos, tres millones menos que Milei (30%). Se ubicó incluso detrás de Sergio Massa, con un millón de votos menos. El ministro de Economía y candidato sacó 5 millones de votos y Unión por la Patria sumó el 27,3%.
Sin embargo, sus colaboradores son optimistas y recuerdan lo que sucedió en las PASO del 2019 cuando, entre las Primarias y las generales, Macri logró remontar 7 puntos. Destacan que el domingo 13 de agosto, la diferencia entre Milei y Juntos fue de solo 1,7 puntos, unos 400.000 votos. En efecto, entre esas dos instancias electorales del 2019, el ex mandatario que iba por su reelección logró captar 2,7 millones de votos, contra solo 740.000 que sumó la fórmula Alberto Fernández- Cristina Kirchner.
En los cálculos que hacen por estos días en la sede del PRO, estiman que la candidata podría sumar entre 5 y 7 puntos, a los 28 conseguidos en las PASO por Juntos, para alcanzar así entre 33 y 35 puntos. Según sus previsiones, Massa sacaría un 30% con el apoyo de intendentes del Conurbano y gobernadores que, en las Primarias, no jugaron a fondo con el candidato del oficialismo. “No dan los porcentajes para que Milei gane en primera vuelta”, sostienen. Y se esperanzan con que el crecimiento que registró el libertario tras su triunfo hace dos semanas “se vaya moderando”.
Ante la necesidad de recuperar votos y sumar nuevos, el equipo de campaña de la ex ministra se impuso dos desafíos. Uno, retener los 2,6 millones de votantes que eligieron a Rodríguez Larreta por su perfil más moderado. El otro, salir a “pescar” votos fuera del PRO, entre los que no fueron a las urnas y recuperar un porcentaje que a último momento se inclinó por Milei, sin ser un seguidor convencido del libertario.
La candidata no moderará su discurso porque tanto su equipo como ella están convencidos de que “la gente no votó consenso y diálogo político, sino firmeza para llevar a cabo los cambios que la sociedad requiere”. Tampoco se mimetizará con el discurso de Milei. En su equipo coinciden en que “Patricia siempre tuvo un mensaje claro, muy definido, y va a sostenerlo. No quiere correrse de ese lugar”. Sus asesores destacan como un valor que “es genuina y difícilmente coacheable”. Tampoco - aseguran- va a “atacar a Milei ni pelearse con el personaje, sino que va a explicar las consecuencias de las medidas que está anunciando, y que son inviables en este país así como las propone”.
En busca de los ausentes
Por cansancio, enojo o apatía hacia la política, casi 10,5 millones de votantes (30,38%) no quisieron o no pudieron ir a la urnas el domingo 13 de agosto. Otro 1,1 millón (4,78%) votó en blanco. En total, suman 11,6 millones de electores a los que la candidata de Juntos buscará convencer de que la elijan para presidente. Tal como publicó Infobae esta semana a partir de analizar los datos de participación por distrito en las PASO, 14 provincias tuvieron un ausentismo por encima del promedio de 30,38%, y 6 registraron un voto en blanco por encima del 4,78% a nivel nacional.
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En las Primarias presidenciales de 2019, la participación había sido del 76,4% y subió al 80,4% en las generales. Al mismo tiempo, el voto en blanco pasó de 3,4% al 1,6%. Si se repitiera esa tendencia, se sumarían unos 2 millones de votantes en las elecciones del 22 de octubre, una cifra que será definitoria por la paridad entre los tres candidatos que se disputarán la presidencia.
“Tenemos que hacer un trabajo con los que no fueron a votar y con las personas que históricamente nos habían apoyado a nosotros”. En ese sentido, en el equipo de la presidenta del PRO creen que muchos son votantes de Juntos “desencantados” por la disputa interna con Larreta. “Ahora eso ya quedó atrás”. En ese sentido, valoran el gesto público que tuvo el jueves el jefe de Gobierno porteño de ponerse a disposición con sus colaboradores. Y adelantan que la semana próxima habrá una reunión para comenzar a integrar los equipos en las distintas áreas de trabajo.
¿En qué distritos concentrarán la estrategia de atraer a ese votante que no fue a las urnas?, preguntó Infobae. “En todo el corredor agropecuario del centro del país: Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y todo Cuyo, donde ahora habrá gobernadores propios, ya no solo en Mendoza, sino también en San Juan y San Luis. Y por supuesto, también en CABA. En los grandes centros urbanos hubo más ausentismo en general e inferimos que ahí siempre nos fue mejor”, especulan entre los estrategas de Bullrich. Excepto en Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires, en el resto se impuso Milei en las PASO para presidente.
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En Córdoba y Santa Fe, el ausentismo fue del 32% y en San Luis del 30,4%, por encima del promedio nacional del 30,38%. La provincia de Buenos Aires se ubicó ligeramente por debajo con casi el 30%; San Juan con el 29,1%; Mendoza con el 27,6%; y Entre Ríos, con el 27% del electorado que no fue a la urnas. Esta última provincia fue la segunda del país con más voto en blanco, 12,3%, y Buenos Aires tuvo un 6,5%.
Pese que el caudal de votos que obtuvo Juntos no fue el esperado, el equipo de Bullrich considera que el espacio hizo una “más que buena” elección en CABA y “muy buena en el Conurbano bonaerense”, que siempre fue un territorio esquivo para la alianza opositora y donde -según analizan- “el voto a Milei terminó perjudicando más al peronismo que a nosotros”. Los resultados oficiales muestran que en la PASO presidencial del 2019, Juntos había sacado 863.169 votos en CABA (el 44,7%) y en la Primaria de hace dos domingos, 813.264, unos 50.000 votos menos, aunque el porcentaje del 48,3% fue superior. Y en los 40 partidos del Gran Buenos Aires, en 2019, la alianza opositora había obtenido en las PASO 1.837.652 votos, y el 13 de agosto último, 1.775.647 votos. Sin embargo, la sangría de votos para el peronismo en el Conurbano fue mucho mayor: pasó de 3.690.695 votos hace cuatro años, a 2.257.985 hace dos semanas, 1,4 millones menos.
El voto “blando” a Milei
Entre los asesores de Bullrich también apuestan a un porcentaje de votantes del economista “antisistema” que no son fanáticos de su persona - lo definen como un “voto blando” -, pero que decidió apoyarlo a último momento. ¿Los motivos? Consideran que tuvieron que ver las peleas internas, los tres asesinatos que ocurrieron en la semana previa a las elecciones en el Conurbano bonaerense, la muerte de un militante en una protesta en el Obelisco, y la corrida cambiaria. “En un escenario de crisis, de fin de época del kirchnerismo, se benefició Milei”, argumentan. Creen que pueden recuperar de esos votos que fueron al líder de La Libertad Avanza, entre 2 y 3 puntos.
“Vamos a poner el foco de nuestro mensaje en mostrarle a la sociedad que somos los que podemos terminar con el kirchnerismo, con firmeza y a la vez gobernabilidad. Somos los que podemos llevar a cabo cambios verdaderos, que sean duraderos en el tiempo”, explican. Y enfatizan los conceptos de “orden” y “cambio profundo, viable y sustentable”. Sobre su principal rival hoy a vencer, advierten que “Milei puede ser la garantía de resurrección del kirchnerismo, que apuesta a que dure unos pocos meses y se tenga que ir”. En esa línea, ayer la candidata de Juntos denunció en declaraciones a Radio Mitre Mendoza que hay “gestos de acuerdo político” entre sus contrincantes Milei y Massa para intentar polarizar la elección entre ambos.
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Votos cordobeses y de las mujeres
Aunque Bullrich no lo admitirá públicamente, ya que no cree en los acuerdos de dirigentes políticos para ganar apoyos, sus asesores tienen en la mira los 907.000 votos que obtuvo Juan Schiaretti para presidente. El 62% de ese número provino de Córdoba, la provincia donde es gobernador. Se trata del distrito que le permitió llegar a la presidencia a Macri en 2015, y en el que en 2019 el tándem Macri-Miguel Pichetto obtuvo el porcentaje más alto -48,18%- al conseguir casi un millón de votos. “Después de las Primarias, se diluyen las opciones no útiles. Con que un tercio de los votos de Schiaretti vengan a Juntos, achicamos en 300.000 la diferencia de 400.000 que tuvimos con Milei”, analizan.
Por último, la candidata buscará tener un mensaje dirigido a las mujeres, consciente de que un sector del electorado femenino no sintoniza con Milei, quien tuvo más apoyo entre los hombres. “Patricia no tiene un diferencial por género como él. Vamos a trabajar el voto de las mujeres que no se sienten atraídas por su discurso agresivo y misógino”. En ese sentido, destacan que “es madre y abuela. Tiene una familia simple y normal, con un hijo, nietos y una misma pareja desde hace 26 años”, en referencia a Guillermo Yanco. “Ni Milei, ni su candidata a vicepresidenta (Victoria Villarruel) pueden mostrar eso”.
Visualización de datos: Andrés Snitcofsky
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