Javier Milei profundizó sus diferencias con el resto de sus colegas de la Cámara de Diputados en la sesión en la que se debatió la modificación de la Ley de Alquileres.
Aunque desde que ingresó al Parlamento mantuvo distancia con el resto de los diputados, no participó de ninguna comisión y tomó la palabra en pocas ocasiones, su vuelta al recinto después de las PASO lo mostró en un rol más “ganador”.
Primero decidió no anunciar cuál iba a ser la postura de la Libertad Avanza a la hora de dar quórum, algo que le adelantó a Juntos por el Cambio unas horas antes de que comience la sesión. Luego envió a sus dos diputadas -Carolina Píparo y Victoria Villaruel- a la reunión de Labor Parlamentaria. En ese espacio tomó la palabra la candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires para modificar el orden en el que se debían tratar los proyectos y reclamar por uno de su autoría, pero no adelantó su posicionamiento, esto generó malestar por parte de los diputados, en especial de Juntos por el Cambio. “No saben el reglamento, no saben qué pasa con sus proyectos, es de una ignorancia supina”, señalaron.
Entre los legisladores de Juntos por el Cambio corría la misma interpretación: “Si no da quórum va a pagar el costo político, lo mismo si no quiere cambiar la ley”. La frase que se repetía como un mantra forma parte de la estrategia de JxC de mostrar a Milei como un irresponsable, algo que al libertario parece preocuparle bastante poco.
Tanto es así que llegó unos minutos antes de que se inicie la sesión, entró a paso firme y rápido, se acomodó en su lugar junto a la diputada de la izquierda Romina del Pla que había colocado un cartel que decía “fuera los políticos del FMI” y tenía el rostro de Sergio Massa, Patricia Bullrich y del propio Milei, y esperó.
Llegó el momento de las votaciones y desde los dos sectores mayoritarios lo miraron. Al momento en que la presidenta de la Cámara, Cecilia Moreau, propuso votar la derogación de la norma Milei y sus dos diputadas habilitaron el sistema y votaron en positivo. Esta postura también la tomó Juntos por el Cambio aunque por razones difgerentes. Los primeros señalaron que tenían esa convicción, los segundos no estaban todos convencidos pero como hacían falta los dos tercios para derogarla -algo imposible de alcanzar- lo hicieron porque “no tiene costo”.
Terminada esa votación Milei se paró, tomó su sobretodo y se retiró del recinto. En el camino cruzó alguna palabra con algún diputado de JxC pero se retiró y no volvió hasta el momento de votar los dictámenes de la mayoría y de la minoría.
Al igual que lo que sucedió en la reunión de Labor Parlamentaria, la que habló en nombre del bloque fue Píparo quien acusó a los dos bloques mayoritarios de “montar un show”. Explicó que ellos sólo iban a acompañar la derogación de la misma.
En el momento que Moreau llamó a votar reaparecieron Milei y el resto de su boque. Rechazó junto con JxC el proyecto del oficialismo y, minutos más tarde, votó con Unión por la Patria contra el proyecto de la oposición.
Al término de la sesión Milei difundió una declaración en la cual decía que “no se necesita una nueva ley de alquileres”. “Hay que eliminarla y dejar de interferir en contratos privados pulverizando el derecho de propiedad. Lo único que harán es perjudicar a los más vulnerables con menos propiedades, de menor calidad y a precios más caros”, señaló.
Juntos por el Cambio festejó la aprobación y que podía señalar que Milei había votado junto al peronismo. En el oficialismo se miraban y se sonreían respecto de eso porque sabían que Milei también había votado acompañando a Juntos por el Cambio.
Mientras tanto, en el medio de las especulaciones, Milei se mostró ganador, no negoció, no habló y se retiró. En el medio, había escuchado cómo tanto desde Juntos por el Cambio como desde Unión por la Patria, se señalaban unos a otros como la representación de “la casta”.
Seguí leyendo: