Antes de su enérgico discurso en el Council de las Américas, Patricia Bullrich negoció en privado con Horacio Rodríguez Larreta cómo sería la puesta en escena para demostrar ante el auditorio que están unidos en el mismo objetivo de ganar las elecciones generales para regresar al poder.
Las tratativas se produjeron unos 15 minutos antes de que el jefe de Gobierno hablara en el Hotel Alvear, en un salón contiguo al amplio lugar donde se desarrolló la tradicional conferencia organizada por el Council de las Américas y la Cámara de Comercio de la Argentina.
Larreta llegó primero al lugar, donde ya lo esperan algunos de sus principales colaboradores como Fernando Straface, Felipe Miguel y Julia Pomares. Poco después, aunque no se cruzaron con el alcalde porteño, aparecieron juntos Jorge Macri y su flamante compañera de fórmula, Clara Muzzio.
Rodríguez Larreta se mezcló entre los asistentes con rostro serio y paso decidido hasta llegar al salón y a los pocos minutos entró Bullrich en el Alvear, seguida de Luis Petri, su candidato a vicepresidente, y un enjambre de fotógrafos y camarógrafos que arrasaron todo a su paso. Como pudieron se sumaron al pelotón referentes bullrichistas como Federico Pinedo, Eduardo Amadeo y Alberto Fohrig, coordinador de los equipos de gobierno de la ex ministra de Seguridad (y esposo de Pomares, presente en el lugar, pero a una distancia prudencial porque acompañaba a Larreta).
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Cuando por fin quedaron Bullrich y Larreta frente a frente, en un salón ubicado detrás de donde se desarrolló la conferencia y con Infobae como testigo, sólo estaban en ese lugar Petri, Amadeo, Straface, Pinedo y el empresario Gabriel Martino, ex CEO de HSBC Argentina que trabajó en la campaña con el jefe de Gobierno, más el infaltable fotógrafo de Bullrich, Sergio Koltan. A pocos metros completaban la escena Fabián Perechodnik, diputado bonaerense de Juntos por el Cambio, y el consultor Tato Lanusse.
Apenas se vieron, el contacto entre Bullrich y Larreta fue gélido. Enseguida negociaron cómo se mostrarían ante el círculo rojo que colmaba el auditorio: entrarían visiblemente juntos, el jefe de Gobierno daría su discurso con su rival de las PASO sentada en primera fila y luego se saludarían para los fotógrafos. Larreta, a su vez, escuchó las palabras de Bullrich y le dio un beso y un abrazo cuando terminó.
¿Hacía falta negociar algo tan obvio sencillo? La idea era mostrar que están unidos y sin gestos que pudieran denotar secuelas traumáticas del resultado, pese a que hay una dirigente victoriosa y un derrotado en las primarias. Lo que se vio públicamente estuvo en sintonía con esa escenificación.
En su breve discurso, Larreta hizo dos fuertes referencias a su apoyo a la candidatura presidencial de Bullrich, que despertaron los principales aplausos de la mañana. El jefe de Gobierno afirmó primero: “No tengo ninguna duda, la mejor respuesta a los problemas es Juntos por el Cambio. Por eso en los próximos 60 días junto a Patricia vamos a ejercitar más que nunca esta identidad. Vamos a mostrar la experiencia de nuestros equipos, de los gobernadores. Hoy, dentro de un rato, lo reunimos todos juntos, gobernadores electos y otros que lo serán, gente con experiencia de gestión y de trabajo, con intendentes, con legisladores, con nuestra presencia en Congreso en todo el país. Vamos a estar más juntos y más por el cambio que nunca”. Y más adelante sostuvo: “En las PASO en que competí nuestros votantes eligieron a Patricia como nuestra candidata. Yo la apoyo, yo voy a estar al lado de ella y la voy a acompañar en todo este proceso para ganar la elección. Yo voy a poner todo lo que tengo para que seas presidente, Patricia, y que Juntos para el Cambio vuelva al gobierno nacional. Todo lo que hice en la ciudad, la experiencia que junté a lo largo de todos estos años, todas mis creencias, los equipos que trabajan con nosotros, todos están a disposición para que juntos ganemos la elección”.
Aun así, el jefe de Gobierno ratificó la necesidad de generar amplios acuerdos políticos (el famoso concepto de alcanzar el 70% de apoyos), uno de los puntos de los que Bullrich se diferenció: “Dentro de Juntos para el Cambio, en el marco de nuestra unidad, voy a seguir sosteniendo la necesidad de construir una amplia mayoría en base a un consenso que nos permita transformar de manera profunda, rápida y para siempre nuestro país. Voy a ayudar a construir esas mayorías porque mis convicciones no cambian según la coyuntura ni según los resultados electorales. Siempre voy a trabajar y trabajar para sacar el país adelante y devolver la esperanza a todos los argentinos”.
Con ese final, Larreta bajó del escenario para saludar a Bullrich y posar para las cámaras, entre los fuertes aplausos de los presentes. La candidata presidencial de JxC comenzó su discurso con un rechazo al ingreso de la Argentina a la alianza de países BRICS, siguió con una crítica contra los saqueos que se produjeron en el conurbano bonaerense y en varias provincias y luego se centró en definiciones políticas y propuestas económicas, sociales y laborales. Sin embargo, curiosamente, no agradeció en ningún momento el gesto de Larreta de apoyarla y ponerse a su disposición.
La salida de ambos del lugar fue similar a su ingreso. Bullrich, rodeada de un tumulto, entre flashes y empujones. Larreta, apenas saludado por algunos. Los dos se fueron por separado al Hotel NH, a metros de la Plaza de Mayo, donde volvieron a posar juntos, aunque esta vez acompañados por unos 300 candidatos y dirigentes de Juntos por el Cambio, para una foto ampliada de unidad.
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