A nueve días de las PASO que dejaron al libertario Javier Milei como el candidato presidencial más votado y a Unión por la Patria en el tercer lugar detrás de La Libertad Avanza y Juntos; el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, se reunió con los intendentes peronistas de la provincia para hacer un balance y analizar los pasos a seguir de cara a la elección de octubre. De la reunión, salieron algunas coincidencias entre el gobernador y los intendentes: mirar hacia adelante y dejar de lado el lamento de las PASO porque el resultado todavía deja competitivo al frente Unión por la Patria. Algunos jefes comunales fueron más punzantes con el desempeño en otras provincias y Kicillof dio algunos detalles de la situación económica, ratificó que “no hay proyecto de provincia sin Nación” y que por eso sigue siendo vital llegar al balotaje contra -eventualmente- Milei.
El encuentro se llevó adelante en el Salón Dorado de la gobernación bonaerense en La Plata. Hasta la capital bonaerense se trasladaron más de 50 intendentes del conurbano y el interior bonaerense.
Con el resultado de las Primarias, la provincia de Buenos Aires se convirtió en una especie de resistencia a la ola opositora que el domingo 13 de agosto llevó al diputado nacional libertario a la victoria y lo dejó bien posicionado hacia la elección general. En Buenos Aires, sin embargo, se impuso la sumatoria de votos de los precandidatos presidenciales de Unión por la Patria (Sergio Massa y Juan Grabois), con el 32,12% de los votos. El vencedor de la interna peronista y ahora candidato a la presidencia obtuvo 2.069.920 votos. Pero Milei -en la provincia de Buenos Aires- contó 2.161.679 de sufragios a favor: fue el candidato presidencial más votado. Para la categoría a gobernador, Kicillof se llevó 2.891.276 votos, el 36% del total. El resultado lo deja de pie en medio de la ola liberal. La performance en las distintas provincias también está bajo la lupa.
“Es la primera reunión política que tenemos luego de las elecciones. El Gobernador hizo un análisis general sobre la situación en la que nos encontramos, después cada sección electoral fue explayándose sobre sus características propias y finalmente en el contexto nacional donde vemos a una enorme necesidad de que en octubre retengamos la provincia “, explicó el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk al salir del encuentro.
Hay algunos temas sobre los que los intendente ponen el foco. La situación económica no colabora y la devaluación del lunes siguiente a las elecciones encendió señales de alerta. En la reunión el tema sobrevoló. Según pudo reconstruir Infobae, Kicillof, en línea con lo dicho por Sergio Massa, explicó el impacto de la medida. Advirtió que era lo que pedía el Fondo Monetario Internacional y que en rigor la entidad le reclamaba al equipo económico una devaluación más fuerte, que la negociación terminó acordándose al 20%.
“Creemos que va a volver con buenas noticias luego del acuerdo con el Fondo. Da dos certezas muy importantes que es la estabilidad cambiaria de acá a noviembre al balotaje que es una certeza distinta a la que había antes que era una actualización sobre los dólares en relación a la inflación. Eso va a traer calma y una cantidad de reservas para evitar y combatir corridas cambiarias. Y un paquete antiinflacionario que son medidas concretas”, detalló por su parte el intendente de Escobar.
Al hacer uso de la palabra otro intendente reconoció que la dirigencia tuvo una “falta de interpretación de lo que pasa”.
Distinto fue el semblante de otro mandatario peronista del interior bonaerense, cuando se le consultó cómo seguía la campaña y qué podía pasar en octubre: “Solo Dios sabe”, deslizó. “A revertir la elección. Nos vamos bastante entonados para hacer el trabajo que tenemos que hacer, que es ni más ni menos que ganar la elección”, dijo por su parte, Mario Secco.
El intendente de Ensenada, que fue uno de los más votados porcentualmente para el oficialismo en la provincia de Buenos Aires -se impuso con el 58,60% de los votos- también advirtió que “tienen que cooperar todos, se tiene que nacionalizar la elección para tener un triunfo contundente a nivel nacional”; en un subtexto que parece apuntar al resto de las provincias. Kicillof habló de “organizar una campaña bien territorial, de puerta a puerta. Hablando con todos”.
Infobae había dado cuenta de que el candidato presidencial había reforzado los contactos con los gobernadores peronistas luego de las PASO. Antes de su viaje a Washington, el ministro de Economía se encargó personalmente de comunicarse con todos los mandatarios provinciales. Les pidió que profundicen el trabajo territorial y la campaña de cercanía para asegurar que el oficialismo entre en el balotaje; mirando también lo que puede ser la futura representación parlamentaria.
Un mismo “problema” tiene Kicillof. Es que el escenario de tercios que también impera por ahora en la provincia de Buenos Aires tendrá su correlación en la Legislatura bonaerense, donde -de repetirse los resultados- el peronismo tendrá menos presencia de la que ostenta en la actualidad tanto en el Senado bonaerense como en la Cámara de Diputados.
Lo que sigue en la agenda política es replicar la reunión de este martes, pero con candidatos de distritos donde no gobierna el peronismo: los llamados “sin tierra”. Hay allí, también, algunos objetivos puntuales como las elecciones en Olavarría, Bahía Blanca o Chivilcoy, ciudades cabeceras de secciones del interior bonaerense donde UP ganó o quedó muy cerca del primer lugar.
Además de los intendentes y el gobernador, del encuentro también participaron la vicegobernadora Verónica Magario; el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde y los ministros Cristina Álvarez Rodríguez (Gobierno), Andrés Larroque (Desarrollo de la Comunidad), Leonardo Nardini (Infraestructura) y Carlos Bianco (Jefe de Asesores)
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