Jorge Macri cavila en estos momentos una de las decisiones más relevantes de su carrera política. Tras ganar las PASO de Juntos por el Cambio al radical Martín Lousteau, el pasado 13 de agosto, ahora debe decidir quién será su candidato a vicejefe de Gobierno que lo acompañará en la fórmula rumbo a las elecciones generales del 22 de octubre. Se trata de una definición clave, dado que busca que se trate de un dirigente que lo complemente desde el punto de vista electoral y que, en simultáneo, reúna las condiciones políticas para el cargo, cuya tarea central es la presidencia de la Legislatura.
El Código Electoral de la Ciudad de Buenos Aires establece que los candidatos proclamados deberán designar a sus candidatos a vicejefe de Gobierno hasta 48 horas después de haber sido notificados por la Justicia Electoral porteña. La normativa no precisa si se trata de días corridos o hábiles. En esos casos, en la jurisprudencia del derecho administrativo hay consenso en torno a que deben contarse de corrido. En cualquier circunstancia, el próximo miércoles, a más tardar el jueves, Jorge Macri deberá decidir y comunicar al dirigente que lo secundará en la boleta.
Es una definición que moviliza a Juntos por el Cambio. El primo del ex presidente se impuso en las PASO a Lousteau y, en consecuencia, a la estructura del radicalismo porteño. Al mismo tiempo, contó con el apoyo del PRO. Centralmente, del ala dura del partido, cuyos principales exponentes son Mauricio Macri y Patricia Bullrich. El macrismo tiene interés en que el partido amarillo tome las riendas políticas de la Ciudad. En ese sentido, evalúan que es prudente designar a una persona afiliada al partido que fundó Macri.
Según deslizan en la mesa política de Jorge Macri, la definición no está tomada. No obstante, hubo conversaciones políticas con los distintos actores de la coalición. El candidato escuchó a los referentes del PRO, dialogó con el ala liberal de JxC. No hubo contacto directo con el radicalismo, aunque se tendrá en cuenta al partido centenario a la hora de formar gobierno, en caso de imponerse en octubre.
La interna presidencial entre Larreta y Bullrich fue intensa y generó sensibilidad en la coalición. Jorge Macri esperó la foto de unidad entre ambos dirigentes para avanzar en la decisión de CABA. En la semana, el ministro de Gobierno de la Ciudad compartió actividades con el alcalde porteño, en una señal de sintonía política. Ambos participaron en una reunión de Gabinete y en una recorrida en el Autódromo Oscar Gálvez. En tanto, el viernes mantuvieron un encuentro reservado en un bar de la calle Arévalo, en el barrio de Palermo.
El larretismo aportó su voz y buscó incidir en la integración de la fórmula porteña. Si bien primará la voluntad política de Jorge Macri, Rodríguez Larreta apuesta a que sea un dirigente de su confianza. En el macrismo molestó la actitud del jefe de Gobierno durante la campaña, al mostrar señales de acercamiento y equilibrio político con Lousteau. No obstante, el canal de diálogo está abierto y es constante.
Dentro de los dirigentes enrolados en el larretismos suenan los nombres de Soledad Acuña, ministra de Educación, Clara Muzzio, ministra de Espacio Público e Higiene Urbana, así como también el de Carmen Polledo, secretaria para la Igualdad de Género y Asuntos Institucionales. En tanto que en el equipo político de Jorge Macri también evalúan el perfil de Gladys González, senadora nacional del PRO por la provincia de Buenos Aires alineada con el larretismo, a quien este año se le termina su mandato en la Cámara Alta.
La politóloga es quien sonó primero. Incluso, antes de las PASO deambulaba su nombre como posible compañera de fórmula del ganador de la interna. Sin embargo, en los últimos días se sumaron Muzzio y Polledo, cuyos nombres fueron aportados por Uspallata.
Dentro del PRO también se baraja a Waldo Wolff como uno de los posibles compañeros de fórmula de Macri. Se trata de un dirigente que apoyó su candidatura desde el primer momento, al tiempo que se alineó al larretismo en el plano presidencial. “No descartamos nada, pero creo que lo ideal es que pueda ser una mujer”, le dijo a Infobae un operador político que frecuenta la mesa chica de Jorge Macri.
El PRO también contemplará opciones que proponga el radicalismo. Empero, vetan a Mariela Coletta, presidenta de la UCR porteña y candidata a diputada nacional. Jorge Macri le hizo saber a sus asesores que “no pasa el filtro” por su “actitud” en contra de Franco Rinaldi, cuando se cuestionaron opiniones del politólogo en su canal de YouTube. Días después de ese episodio, el dirigente renunció a su precandidatura a legislador en la lista del primo del ex Presidente.
“Estamos dispuestos a escuchar y evaluar otros nombres del radicalismo”, aclararon cerca de Jorge Macri.
Otro dirigente en la nómina de posibles candidatos a vicejefe de Gobierno es Roberto García Moritán, legislador de Republicanos Unidos. El economista bajó su candidatura a alcalde porteño y se sumó a la campaña de Jorge Macri. El dirigente del PRO ganó la interna conta Lousteau por poco más de 1,5%. La diferencia fue ajustada. En JxC hay consenso en torno a que la anexión de Moritán resultó clave para lograr el triunfo.
De todos modos, el propio Mauricio Macri ya había establecido un acuerdo preliminar con García Moritán respecto a que si apoyaba a su primo, le concederían lugares en un eventual Gobierno porteño del macrismo. El área apuntada fue el Ministerio de Desarrollo Económico, actualmente en manos de un dirigente del riñón de Lousteau. Desde el entorno de Jorge Macri deslizan que son bajas las posibilidades del legislador de Republicanos Unidos.
El staff de campaña de Macri evalúa escenarios y analiza cuál es la mejor decisión para sumar volumen electoral a la fórmula porteña. Mientras que tampoco se descuida la cláusula de gobernabilidad, en cuyo tema el vicejefe de Gobierno tiene un rol importante: es un dirigente que asumirá un mandato fijo de cuatro años y tendrá una labor central para la gobernabilidad de su eventual administración: presidir la Legislatura porteña. Por lo tanto, resulta clave seleccionar a un dirigente político con el que pueda tener sinergia política y que le responda. En caso contrario, la consecuencia puede complicar la toma de decisiones.
El candidato del PRO apuesta a dar con la estrategia indicada para ganar en primera vuelta. Sumados los votos suyos y los de Lousteau, JxC alcanzó el 55% de los votos en agosto. De sostener ese porcentaje, Jorge Macri será ungido jefe de Gobierno. Para eso, requiere contener al votante del radicalismo sin desperfilarse. Tras dar a conocer su compañero de fórmula esta semana, avanzará en el relanzamiento de su campaña de cara al 22 de octubre.
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