El triunfo en las PASO de La Libertad Avanza (LLA) tendrá una consecuencia impensada para el Gobierno, que se vio sacudido tras quedar ubicado en el tercer puesto, y ahora tendrá una baja en su organigrama de representantes internacionales.
El director ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Guillermo Francos, designado por Alberto Fernández apenas asumió, en 2019, renunciará formalmente en los próximos días a su rol en el organismo de crédito multilateral para pasar a formar parte de la campaña electoral de Javier Milei, quien evalúa designarlo como Ministro del Interior. Como tal, se encargaría del vínculo con los gobernadores, que están preocupados desde el domingo por la posibilidad de que se vean obligados a gestionar sus provincias, a partir del 10 de diciembre, con un gobierno de derecha en el ámbito nacional.
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Después de la victoria en las PASO que lo posicionaron en punta para las Generales, Javier Milei acelera el diseño de su eventual gabinete en caso de alcanzar la Presidencia. Decidido a recortar el gasto público al máximo, como le prometió ayer al FMI en una reunión para informarlos sobre sus planes económicos, el líder de la fuerza opositora de derecha ya avisó que sostendrá la estructura del ministerio político junto a otras siete carteras de las 21 que están en funcionamiento hoy. Al frente ubicaría a Francos, ex banquero y ex empresario con un largo recorrido en la arena política de la que reniega el libertario.
Francos fue diputado nacional entre 1998 y el 2000, cuando renunció a su banca; integró el partido Acción por la República -el partido de Domingo Cavallo cuando era ministro de Economía de Carlos Menem-, y lideró el Banco Provincia durante los mandatos del ex gobernador Daniel Scioli cuando gobernaba Cristina Kirchner. Conoció a Milei durante su paso por la actividad privada en el comienzo del milenio. Fue el empresario quien los presentó, cuando integraron una las unidades de negocio del holding, la concesionaria Aeropuertos Argentina 2000, que maneja los aeropuertos y terminales de cargas aéreas.
Desde 2019, Francos ocupa la representación de la Argentina frente al BID, con oficina en Washington. Fue nombrado en ese lugar por recomendación de Gustavo Béliz, ex ministro del Interior de Menem y de Justicia de Néstor Kirchner, que también pasó por el BID, y que durante el gobierno de Alberto Fernández se quedó con la Secretaría de Asuntos Estratégicos hasta que tuvo que renunciar en 2022, presionado por Cristina Kirchner en la ola de cambios en el Gabinete derivados de la crisis económica que terminó, también, con la salida del titular de Hacienda, Martín Guzmán.
Milei le ofreció a Francos sumarse a su equipo después de la victoria, aunque venían conversando más seguido desde antes de las elecciones que lo consagraron en el primer puesto para sorpresa del resto de la clase política. Ayer el funcionario del BID se preparaba para lanzar un comunicado para informar su decisión de volver de Washington para trabajar con el candidato libertario.
“He tomado la decisión de alejarme (del organismo) en los próximos días con el objeto de no afectar ninguna sensibilidad en un momento tan crucial de nuestra joven democracia”, dice el texto, donde resume en una línea su motivación: “Construir una Argentina liberal como la concebía Alberdi: moderna, desarrollada, más justa y más digna”.
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Si Milei lograse imponerse en las Generales, Francos sucedería a Eduardo “Wado” de Pedro, el referente cercano a Cristina Kirchner, responsable desde 2019 la cartera política, y que hoy compite en el primer lugar de la lista de senadores por la Provincia. Como tal, tendría a cargo la relación con los gobernadores e intendentes de los municipios de todas las provincias, además de manejar el armado de los procesos electorales.
Cerca de Milei aseguran que hasta ahora ni él ni sus colaboradores tuvieron contacto con los jefes provinciales, ni del PJ ni de JXC. “¿Para qué? No tenía sentido”, dijeron cerca del referente opositor, que considera a los dirigentes del interior como miembros de la “casta” con la que, dice, busca terminar si se transforma en primer mandatario.
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En las provincias están preocupados en extremo por el posicionamiento de Milei, que aparece como favorito para alcanzar a competir en un ballotage e inclusive para ganar en primera vuelta (aunque esta última posibilidad sería más complicada según las proyecciones de intención de voto). Mientras en el peronismo del interior intentan apaciguar los pases de factura internos que llegan desde la capital por el corte de boleta y por la amplia diferencia entre los porcentajes de las elecciones locales y las nacionales, los caciques del PJ, pero también los de Juntos por el Cambio, miran con pavor un hipotético escenario futuro donde Milei maneje el Ejecutivo.
El “león”, como lo llaman sus seguidores en redes sociales, ya dejó en claro que está en contra de la coparticipación -considera que es un sistema “criminal”- aunque no está en claro cómo podría modificar la ley que rige las reglas de distribución de fondos para los distritos provinciales sin mayoría en el Congreso. El freno normativo en el ámbito legislativo una de las esperanzas a las que se aferran los jefes provinciales, que basan el grueso de sus gestiones, en menor o mayor medida, en esas erogaciones. De todas formas igual reina la inquietud por las herramientas políticas que les permiten a los jefes de Estado escatimar de manera discrecional fondos a los gobernadores para domesticarlos.
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