Luego de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires evalúa por estas horas cómo fue el funcionamiento del sistema de votación implementado para el comicio porteño. En ese, Horacio Rodríguez Larreta sostendrá la Boleta Única Electrónica (BUE), pese a los cuestionamiento que ese método electoral recibió por parte de la Justicia y de la oposición. La decisión está tomada y, según pudo saber Infobae, no habrá modificaciones.
El jefe de Gobierno destinó el lunes a descansar, al tiempo que no dejó de responder mensajes y llamadas. Fue un día atípico, tras la derrota ante Patricia Bullrich en las PASO de Juntos por el Cambio (JxC). El alcalde porteño se recluyó en su hogar con sus íntimos. Por la tarde, se reunió con Gerardo Morales, gobernador de Jujuy y quien fuera su compañero de fórmula presidencial, y luego con Diego Santilli, su candidato a gobernador bonaerense, que cayó por centésimas ante Néstor Grindetti, candidato a gobernador bullrichista.
Recién pasaron 48 horas de la elección, con un resultado que no era el esperado por el larretismo y que será materia de análisis exhaustivos a lo largo de toda la semana, en Uspallata iniciaron una etapa de análisis con el objetivo de “ajustar el funcionamiento” del sistema de votación implementado en CABA.
Más allá de la sorpresa por el triunfo de Javier Milei en las PASO y por la caída de Larreta ante Bullrich, el sistema de votación porteño estuvo en el foco de las miradas hasta el comienzo del escrutinio provisorio, el mismo domingo. CABA implementó las elecciones concurrentes en las que cohabitaron la BUE para cargos locales y la boleta tradicional papel para categorías nacionales.
Se trató de un sistema novedoso. No por la Boleta Electrónica en sí, que en CABA ya se había implementado en 2015. Sino por la coexistencia de dos modos de votación distintos en un mismo acto eleccionario. Desde temprano, la situación se instaló en la agenda pública. En algunos centros de votación se reportaron dificultades para votar.
El domingo, Larreta siguió de cerca el tema y estuvo en contacto permanente con sus asesores. A primera hora de la mañana se difundió una notificación de María Servini, jueza federal a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1 con competencia electoral en Capital Federal. “Resulta preocupante el grado de improvisación con que se han manejado tanto la empresa contratada para la provisión de máquinas de votación como el Instituto de Gestión Electoral de CABA”, señaló la magistrada en un escrito que elaboró para poner en autos de la situación a la Cámara Nacional Electoral.
Cabe señalar que por el diseño constitucional y federal de Argentina, cada distrito tiene autonomía para darse sus leyes electorales. Así como en materia de justicia, en cada jurisdicción hay un juez electoral o con competencia electoral. En ese sentido, Servini es la jueza con competencia electoral para la elección de orden nacional en CABA. Es decir, no tiene jurisdicción sobre la elección de cargos locales de la Ciudad: jefe de Gobierno, legisladores y comuneros. Estas últimas categorías son las que se eligieron mediante la Boleta Electrónica. La supervisión de la elección local de la Ciudad está a cargo del Tribunal Electoral de la Ciudad y, eventualmente, del Superior Tribunal de Justicia porteño.
No obstante, Servini emitió el escrito para señalar que la presencia de las máquinas para emitir las BUE, y la coexistencia de las mismas en simultáneo a la votación en papel, implicaba “improvisación” e “impericia”. Fue una forma de señalar que la presencia de los dos sistemas de votación podía generar demoras y alertar la normalidad del comicio. En ese sentido, buscó aclarar que esas presuntas dificultades provenían de las máquinas para las BUE y no de la organización de la elección nacional y las boletas tradicionales. A las 17 del domingo, la Cámara Nacional Electoral emitió una comunicación en la que ratificó las observaciones señaladas por Servini y expresó su “preocupación” por la situación.
Rápidamente, Rodríguez Larreta ordenó a su equipo que confeccione un informe con el estado de situación de sistema de votación de CABA. “No hemos tenido mayores contingencias”, respondió el jefe de Gobierno a través del documento que difundió el domingo al mediodía. Ese informe fue actualizado hoy. Allí, la Ciudad alegó que de las 14.306 máquinas de votación sólo hubo inconvenientes en 251. En tanto que, indica el informe al que accedió Infobae, 166 se repararon en el momento y 85 equipos tuvieron que reemplazarse. Lo cual representa menos del 2% de las más del total de máquinas utilizadas.
El dato que aportó el gobierno porteño contrastó con la observación que hizo Servini en su escrito, donde detalló que un “treinta por ciento de las máquinas” reportarían dificultades. Respecto a las demoras y largas filas que hubo en algunos centros de votación, el Instituto de Gestión Electoral (IGE) de CABA explicó en un estudio preliminar que fue porque no se implementó el circuito de votación que habían acordado previamente.
“Las principales demoras del inicio electoral, que luego se fueron resolviendo, fue la falta de aplicación por parte de algunas autoridades de mesa de la simultaneidad, es decir, que una persona vote en las elecciones nacionales mientras otra lo está haciendo en las elecciones de la Ciudad, tal como se había preestablecido”, detallaron fuentes del gobierno porteño a Infobae.
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