El futuro dirá si el sindicalista del petróleo Claudio Vidal es un animal político que construye poder con todo lo que toca o quedará, apenas, como un astuto canalizador de una época de hastío y descontento traducida en las urnas. Por su forma de armarse como referente -primero a nivel gremial y luego político- en la última década, la respuesta pareciera combinar ambas hipótesis. A los 44 años, el diputado nacional del interbloque SER - Somos energía, se convirtió en la persona que terminó con 32 años de gobiernos kirchneristas en la provincia: asumirá el 10 de diciembre como gobernador de Santa Cruz.
Fue por lejos el más votado dentro del lema Por Santa Cruz (llevaba seis candidatos), que obtuvo el 46,48% de votos. Con el 98,9% de las mesas escrutadas, Vidal sumó 53.692 adhesiones de un total de 75.270 para su frente electoral. En la provincia que vio nacer el kirchnerismo, el último domingo una gran parte de la población eligió al diputado para los próximos cuatro años y a Javier Milei en las PASO; el libertario obtuvo prácticamente la misma cantidad que el petrolero: 52.189 votos.
“Javier medía muy bien en Santa Cruz, los jóvenes lo aceptaron. Es un poco el rechazo a la política. Y nos pasó algo parecido a nosotros. Nos mostramos distintos porque somos distintos. Lo importante es que se da vuelta una página, o cerramos un libro y comenzamos otro. Lo importante es que sea por el bien de la provincia”, comentó Vidal a Infobae esta madrugada, pasadas las 4 AM, recién llegado al búnker que montó para su militancia en la avenida Néstor Kirchner de Río Gallegos, aunque él esperó los resultados en otro lugar.
Vidal es peronista clásico, y pudo mostrarse como una alternativa a los candidatos del lema de Unión por la Patria local, los intendentes de Río Gallegos, Pablo Grasso, y de El Calafate, Héctor Javier Belloni. Sin embargo, fue parte del Frente de Todos hasta 2021 y en las elecciones a gobernador de 2019 compitió dentro del lema kirchnerista, del que resultó ganadora Alicia K. A decir de los resultados de ayer, supo saltar a tiempo. En efecto, lo hizo en 2021, cuando compitió por una banca de diputado nacional en soledad y la ganó.
Para estas elecciones intentó armar un frente opositor con radicales y con los casi inexistentes referentes de Juntos por el Cambio (hubo que “repatriar” al periodista Mario Markic, que sumó 6.488 votos) pero la candidata a gobernadora de la UCR, Roxana Reyes, rechazó la alianza con objeciones morales en relación al pasado penal de Vidal: estuvo detenido por una causa que investigaba la muerte de un joven y el tráfico de armas de gente de su sindicato pero él finalmente fue sobreseído.
No le importó a Vidal, que nació en Comodoro Rivadavia (Chubut) y llegó de niño a Río Gallegos. Siguió construyendo su poder por afuera del movimiento que le dio cobijo político originalmente y se alió con Markic, con el ex gobernador K Sergio Acevedo, quien le aportó su experiencia en armados políticos, y con el partido local Encuentro por Santa Cruz, que aglutina, sobre todo, al gremio docente.
Vidal entró de muy joven al empleo petrolero. Pero luego salió. Fue carnicero, vendió pescados y volvió al trabajo de la industria del “oro negro”. Por su áspera actividad gremial fue enviado por la empresa que lo contrataba a Chile, lejos de sus compañeros, que ya le respondían. En el país trasandino estuvo un tiempo, empezó a organizar a sus colegas y entonces lo mandaron de vuelta para Santa Cruz.
En 2013, a los 33 años, se convirtió en el Secretario General más joven del sindicato de petroleros, cargo que deberá dejar antes del 10 de diciembre por incompatibilidad. Armó una estructura sólida y la hizo crecer. Algunos en la provincia patagónica denuncian -por lo bajo- que lo hizo a fuerza de ciertos métodos que rozan la legalidad. Lo concreto es que abrió escuelas, construyó proveedurías para que los afiliados compren alimentos con descuento y levantó polideportivos. “Reinventó el gremio de los petroleros, hoy tiene 8.000 afiliados”, explica alguien que trabaja a su lado. Es el segundo sindicato en cantidad de integrantes en la provincia, detrás del docente, y el más poderoso, por lo que tracciona a nivel económico.
El rumor de que podía quedarse con el gobierno de la provincia soplaba como el viento patagónico, por estas tierras de estepa y frío antártico. “Teníamos mucha confianza en el trabajo realizado hasta el momento, lo palpitamos en las recorridas y había aire de renovación. Se dio. Simplemente se dio. Se terminó un modelo político que ya nada más tenía que ofrecer a los santacruceños. La gente tomó la decisión de darnos la oportunidad y nuestro deber es comenzar a trabajar y hacer las cosas bien”, comentó a este medio Vidal, que armó fórmula con el radical Fabián Leguizamón.
“Un radical y un peronista juntos. Es un gesto de terminar con esa famosa grieta que al único que perjudica es al pueblo, entre todos trabajando para poner a partir del 10 de diciembre la provincia de pie”, consideró Vidal esta madrugada frente a unos 200 militantes que lo esperaron con temperaturas bajo cero. Padre de dos hijos y soltero, Vidal agradeció a su madre, “la que me enseñó a que en la vida se podía salir adelante y siempre tenía que ser con esfuerzo”.
- ¿Por qué ganaron? ¿A qué se lo atribuye?
- Al trabajo constante con la gente. Mucho tiene que ver que nos hacemos presente realmente en los lugares donde hay necesidad, sin ser el Estado, sin ser el Gobierno, colaborando, ayudando. Y nuestra propuesta es distinta, planteamos que nuestra provincia tiene que tener otro rumbo, en donde apostemos al desarrollo, a la producción, al trabajo genuino, y a dejar de depender tanto del Estado. Este es el modelo político que nos ha llevado casi al fracaso total. Hay que pensar en algo distinto y esa fue la propuesta de la campaña.
Este lunes por la mañana, Vidal habló por teléfono con Alicia Kirchner para comenzar la transición. La gobernadora lo comunicó por Twitter. Su sucesor había tenido palabras duras en la madrugada contra el kirchnerismo. “No tengo nada personal con los que van a dejar el gobierno, muchas veces nos menospreciaron, muchas veces nos miraron por arriba de los hombros y no nos escucharon”, dijo Vidal.
Ha llegado su tiempo. El futuro dirá.