Fue el día de “los halcones”. Este domingo de primarias, Patricia Bullrich se impuso a Horacio Rodríguez Larreta por alrededor de 1.200.000 votos y será la candidata presidencial de Juntos por el Cambio en las elecciones generales de octubre, aunque el impactante resultado de Javier Milei obligará replantear la estrategia de campaña del ala dura de JxC para retener los votos moderados.
Para demostrar que su estilo es distinto, Bullrich celebró de manera austera el triunfo electoral en la noche del domingo: en su casa, con un reducido grupo de colaboradores. Y citó para este lunes, a las 10, a todo su equipo de campaña y candidatos en sus oficinas de la calle Hipólito Yrigoyen al 400 para analizar los resultados de las PASO y comenzar a debatir cómo encararán la etapa que viene.
En el bullrichismo, pese a la alegría, preocupan los 7 millones de votos que obtuvo Milei, casi tres millones más que la ex ministra de Seguridad, y el hecho de que ese electorado que apoyó al líder libertario está en sintonía con el propio segmento de votantes duros. El desafío es cómo captarlo para los comicios generales y, además, cómo atraer al votante de centro que respaldó a Larreta.
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De ese tema también empezará a hablar no sólo con Mauricio Macri, el ideólogo de la victoria de Bullrich, sino también con el propio jefe de Gobierno y con gobernadores de JxC que avalaron su proyecto presidencial. La candidata triunfante ya quedó en reunirse esta semana con Larreta.
Bullrich redondeó un impactante mapa de triunfos electorales en casi todo el país. Venció claramente a Larreta en Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Corrientes, Misiones, Entre Ríos, Chubut y Río Negro, mientras que el jefe de Gobierno sólo pudo imponerse en Jujuy, la provincia de Gerardo Morales; La Rioja y San Juan. En San Luis hubo un virtual empate: 11,79% de Bullrich contra 11,72% de Larreta. El resultado probablemente más doloroso para el alcalde porteño fue la caída en la ciudad que gobierna desde hace 8 años: alcanzó el 20% de los votos, mientras que su contrincante obtuvo el 28,27%.
La provincia de Buenos Aires fue la victoria que más le costó a la ganadora de las PASO de JxC. Diego Santilli, el candidato a gobernador del larretismo, tuvo un desempeño casi heroico en el contexto de un voto que favoreció a Bullrich en la categoría de presidente y eso, como se temía, provocó un efecto arrastre en favor de Néstor Grindetti, el postulante a gobernador del bullrichismo. Aun así, un inusual corte de boleta permitió que Santilli se impusiera en algunos distritos de la provincia. No le alcanzó: el presidente de Independiente le sacó 24.000 votos de ventaja.
El clima renovado en Juntos por el Cambio comenzó a notarse en la misma noche del domingo en el búnker compartido en Parque Norte, donde, si bien se tiño de bullrichismo a partir de las 22.26, cuando un grupo de partidarios de la ex ministra de Seguridad coreó por primera vez el estribillo “Patricia presidente”, no hubo provocaciones ni gestos que pusieran en riesgo la convivencia.
Ayudó a descomprimir las posibles tensiones el hecho de que Rodríguez Larreta la había llamado un rato antes a Bullrich para admitir su derrota y felicitarla por el triunfo. El jefe de Gobierno fue el último en llegar a Parque Norte. Y lo primero que hizo fue reunirse a solas con su rival de las PASO.
La ganadora de la interna de JxC eligió la escena final y fue muy cuidadosa en el tono y en la forma en que se refirió a su adversario. Acompañada por Luis Petri, su compañero de fórmula, destacó la “gran elección” de Juntos el Cambio en todo el país y agradeció “de corazón” a Larreta y Gerardo Morales, su candidato a vicepresidente. “Juntos hemos hecho crecer a Juntos por el Cambio”, dijo, con los derrotados en el escenario y saludados con cuidadosos aplausos. Allí fue cuando convocó a todo JxC para ganar la elección de octubre y “ser gobierno para que cambie la vida de los argentinos”.
La platea estalló en ovaciones luego de que Bullrich le agradeció “al presidente Mauricio Macri”. La aparición en escena del fundador del PRO permitió completar una foto de unidad de la oposición, en la que faltaron algunos dirigentes como María Eugenia Vidal. “Es una mayoría de argentinos que plantea un cambio profundo”, afirmó el ex mandatario, que no disimuló sus elogios para Bullrich al resaltar “las ganas, la fuerza y el corazón” y también le hizo un guiño al jefe de La Libertad Avanza: consideró que “sumando los resultados de Javier Milei” y los de Juntos por el Cambio “es enorme esta mayoría de argentinos que planteamos un cambio profundo como no existió en décadas”.
Pese a sus diferencias con Larreta, Macri le agradeció por “haber puesto todo lo que hay que poner para fortalecer, como fortaleció esta primaria, no sólo a Juntos por el Cambio sino también al PRO”. Y se refirió a la etapa que viene: “Mañana comienza un nuevo partido, una nueva conversación, un nuevo debate. A trabajar juntos, con toda la fuerza que sabemos, para llevar nuestro mensaje”.
En abril pasado, durante un almuerzo del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp) en La Rural, Macri había sido el primer opositor en advertir que Juntos por el Cambio podría ir al ballotage con Milei: “Es obvio que pienso que vamos a ir a la segunda vuelta contra esta nueva expresión más liberal, más rupturista, de más enojo con la frustración que se arrastra durante décadas”, dijo.
“Enfrentarlo es complicado-agregó-, nuestro candidato tendrá que demostrar que, más allá de las intenciones rupturistas y de cambio, nosotros tenemos las mismas, pero con experiencia. Cada vez más gente se enoja y que cree que hay que dinamitar todo. Yo creo que hay que dinamitar casi todo”.
¿Esos 7 millones de votantes de Milei buscan dinamitar todo, casi todo o un poquito? Bullrich tendrá que decodificar al grueso del electorado para salir indemne del desafío que viene. Por lo pronto, estas PASO alcanzaron otras cifras récord además de la oleada de votos del libertario: el peronismo obtuvo su porcentaje más bajo en una elección desde el retorno de la democracia y la abstención fue la más alta para unas primarias presidenciales (hubo 7 puntos menos de electores que en 2019).
Al celebrar el resultado en Parque Norte, la hinchada bullrichista pasó de entonar un estribillo como “Hay que saltar, hay que saltar, el kirchnerismo no existe más” al triunfalista “Volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos al gobierno en 2023″. Es cierto que Sergio Massa, el candidato oficialista, quedó tercero en las PASO, un resultado que se celebró en JxC como el Mundial de Fútbol para la Argentina. Pero en las próximas horas, cuando pase la euforia, Bullrich y su equipo empezarán otra etapa para tratar de llegar a la Casa Rosada y ahora tendrán enfrente a Milei, el candidato más afín para “los halcones” y, desde hoy, el más temido porque puede adueñarse de la alegría en octubre.
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