Luego de la reunión que mantuvieron el martes los trabajadores del subte de la Ciudad de Buenos Aires, representantes de la empresa concesionaria del servicio y funcionarios del gobierno porteño con el objetivo de destrabar el conflicto que viene originando paros en el servicio desde hace meses, el gremio advirtió que de no avanzar en las negociaciones continuarán las medidas de fuerza. Reclaman “un plan de desasbestización y la reducción de la jornada semanal laboral para no estar expuestos”.
En efecto, la protesta del sindicato de trabajadores del subte tiene dos ejes: la presencia de asbesto en los vagones -un elemento perjudicial para la salud- y el pedido de reducción de la jornada de trabajo, que el gremio pide disminuir de 36 a 30 horas semanales. Esto último implicaría mantener seis horas de trabajo, pero en cinco días por semana en lugar de seis.
El conflicto fue analizado por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp), que conduce Roberto Pianelli, directivos de la empresa concesionaria Emova y autoridades del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta en una reunión que desde el Poder Ejecutivo calificaron como positiva al considerar que hubo un acercamiento entre las partes.
La palabra del gremio estuvo a cargo de la secretaria de Prensa de la Agtsyp, Andrea Salmini, quien manifestó: “Los metrodelegados se reunieron con la empresa luego de cuatro meses sin haber mantenido instancias de diálogo. La firma reconoció la presencia de asbesto y se comprometió a revisar los descuentos realizados por los días trabajados durante el mantenimiento del conflicto, lo que constituye una medida disciplinaria ilegal”.
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Enova realizó un informe acerca del plan de “desasbestización” que viene realizando y detalló una serie de medidas con el objetivo de llevar tranquilidad a los representantes sindicales. Los trabajadores aseguran que el perjuicio a la salud, materializado en afecciones respiratorias, es real y esgrimieron casos concretos, algunos de gravedad. Frente a ello, la empresa señaló que ha venido implementando medidas para evitar que los empleados sufran consecuencias en su salud por este motivo y que esto fue probado. Sin embargo consideran inviable reducir la jornada laboral.
No hubo acuerdo y la vocera del gremio comunicó que sindicalistas y empresarios coincidieron en pasar a un cuarto intermedio hasta el viernes próximo para continuar negociando los puntos del plan de desasbestización y la reducción de las horas de trabajo “para no quedar expuestos”, y advirtió que de no alcanzar soluciones mañana o más avances respecto a las demandas ratificarán la continuidad de las medidas de fuerza que vienen realizando desde hace tiempo.
El gremio alternó jornadas de paro escalonado, en las que interrumpían el transporte a lo largo del día en cada línea (A, B, C, y D), una por vez, con paros totales en las que ninguna línea de subte funcionó. “Seguimos reclamando que retiren todo el asbesto del subte y que cumplan con el fallo de la Justicia porteña que obliga a Emova, Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE) y al Gobierno de la Ciudad a hacerlo y a poner bajo vigilancia médica a todos los trabajadores”, había manifestado la semana pasada Andrea Salmini.
Mientras que desde la empresa acusaron a los metrodelegados de “perjudicar a miles de usuarios de manera directa, especialmente a quienes necesitan llegar por ejemplo, a sus trabajos, escuelas, universidades y turnos médicos”. Enfatizaron que reducir las jornadas de trabajo otorgando un franco más es insostenible desde el punto de vista del modelo económico de la concesión del servicio.
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