Avanza la renovación de la Reserva Ecológica: cuáles son las nuevas obras y por qué hay quejas ambientalistas

La finalización de las instalaciones, que incluye otras pasarelas interpretativas y servicios, está prevista para septiembre. Organizaciones cuestionan el impacto de las reformas y la apertura de locales gastronómicos en las áreas protegidas de Costanera Sur y Norte

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Las nuevas pasarelas instaladas en la reserva ecológica de la Costanera Sur
Las nuevas pasarelas instaladas en la reserva ecológica de la Costanera Sur

Quien se acerque por estos días a la Reserva Ecológica en la Costanera Sur se encontrará con un paisaje diferente al habitual. Nuevas pasarelas sinuosas, que se adentran en el interior y con árboles que salen del suelo y atraviesan los decks de madera. Cartelería renovada, con información sobre la fauna y flora del lugar. Obras civiles en curso que irrumpen en el camino y prometen nuevos servicios. Todo está al servicio, según el gobierno porteño, de recuperar el área protegida y hacer más atractiva la experiencia del visitante (“más inmersiva”, sostienen) en el humedal más importante de la Ciudad de Buenos Aires.

El área comprendida por la reserva ecológica abarca unas 350 hectáreas, habitada por 23 especies de reptiles, 26 especies de peces, 44 especies de hongos y sobre la que volaron cerca de 350 especies de aves desde que se tiene registro. El ecosistema irrumpió de manera accidental por obra de la mano humana, con el Plan de Autopistas Urbanas realizado por la dictadura en 1976. A partir del material de las demoliciones de las autovías, se rellenó esa margen del río para ganar tierras urbanizables, hasta que años después esa tarea se interrumpió por tratarse de una zona inundable.

Pero la vida floreció allí, espontáneamente, con una riqueza y heterogeneidad curiosa.

Uno de los miradores nuevos del área protegida
Uno de los miradores nuevos del área protegida

Desde hace meses, el trabajo humano volvió a intervenir activamente en la morfología del humedal, esta vez, con un proyecto de renovación que demandó una inversión aproximada de $2.300 millones, según los cálculos oficiales. La iniciativa implica reformas, obras, trabajos de recuperación de lagunas secas y colocación de nuevo mobiliario en unos seis sectores (ver mapa) de la reserva.

En concreto, habrá nueva infraestructura, con mejoras en los portales de acceso y en el vivero, la remodelación de baños y nuevos servicios a disposición, y la construcción de nuevas pasarelas interpretativas que permitirán otra forma de apreciar la naturaleza del lugar.

La finalización de los trabajos está prevista para después de las elecciones. “Yo aspiro a fin de agosto, pero seguramente sea septiembre”, precisó Inés Gorbea, secretaria de Ambiente del gobierno de la Ciudad, quien compartió una recorrida con Infobae por la reserva junto a Ariel Álvarez Palma, subsecretario de Políticas de Infraestructura Urbana y Desarrollo Sostenible y Germán Ausina, gerente operativo de las reservas Costanera Sur y Norte.

Los puntos donde se están llevando a cabo las obras
Los puntos donde se están llevando a cabo las obras

Los funcionarios expusieron sobre las mejoras que traerán las obras en la recreación de los visitantes, sino en la preservación de la biodiversidad del sitio. Los trabajos que se realizan en el lugar afectan incluso en algunas vulnerabilidades del área protegida, como la inclusión de nueve cortafuegos naturales y artificiales y accesos para el personal de Bomberos en caso de producirse incendios, como el que se produjo a comienzos de este año.

Uno de los mayores atractivos será la incorporación de un paseo de miradores en Laguna de los Coipos, que se extiende de norte a sur y se ubica en el linde occidental del área protegida. Este recorrido “mejorará las conexiones y de la reserva a partir de un nuevo acceso”. Este punto se convertirá en el tercer ingreso a la Reserva, que se sumará a los que los renovadas entradas de las calles Viamonte y Brasil.

La otra novedad es el nuevo trazado con senderos interpretativos que se proyectan desde la laguna Los Patos hacia laguna Las Gaviotas, y que conectan con un ramal hacia el bosque de Alisos y otro hacia un mirador del lado de laguna de Macaes. “Antes no se podía meter al interior de la reserva propiamente dicha. Ahora nos vamos a meter hacia adentro”, indicaron los funcionarios. “Cambia mucho la sensación y la experiencia, que es más inmersiva. Las plantas se vienen encima. La idea era incorporar la naturaleza y vivirla de otra manera”, agregaron.

El antes y después de la Laguna de los Coipos, tras las obras realizadas
El antes y después de la Laguna de los Coipos, tras las obras realizadas

Los decks, realizados con pilotes de eucalipto y madera de pino, incluirán en los recorridos carteles y letreros informativos similares al de Parques Nacionales con la intención de “unificar los criterios y marcar la diferencia de una plaza con el de una reserva”, indicaron desde la secretaría de Ambiente.

En las zonas de Las Gaviotas y Los Patos se buscará recuperar la escenografía lacustre que desapareció en los últimos años y que hoy ofrece un paisaje seco. Sin contacto con el río de la Plata y otros afluentes, las altas temperaturas -y, probablemente, el avance del bosque de los Sauces sobre el terreno- provocaron la aridez de estas lagunas.

La nueva pasarela en la laguna de Las Gaviotas
La nueva pasarela en la laguna de Las Gaviotas

Para recuperar esos sectores, se proyectó un sistema hídrico con dos circuitos a través de “canales artificiales que a su vez conectan con la bomba” que habitualmente drena sobre la laguna de Los Coipos. Para propiciar el llenado, se retiró capa orgánica del lecho y se realizaron terraplenes de contención. “La idea es evitar que se secara del todo, obviamente se despejaron las plantas exóticas”, explicó Inés Gorbea, mientras circulaba por las nuevas pasarelas de Las Gaviotas.

Además, las reformas alcanzan a la zona de playa a la que se accede por el Camino de Los Sauces, uno de los sitios que tiene mayor afluencia de visitantes. Allí se está llevando a cabo una puesta de gaviones con piedras y juncos para la contención del borde costero. Este sector suele sufrir el deterioro por los efectos del cambio climático y el impacto de la sudestada.

Vista área de las nuevas pasarales sobre la Laguna de las Gaviotas. El suelo del ecosistema lacustre será llenada con agua para recuperarlo
Vista área de las nuevas pasarales sobre la Laguna de las Gaviotas. El suelo del ecosistema lacustre será llenada con agua para recuperarlo

El debate sobre el impacto ambiental

Lo cierto es que el “Masterplan” para renovar la reserva ecológica no está exento de controversias. Algunas organizaciones ambientalistas, sectores universitarios y partidos políticos opositores cuestionan las reformas tanto en el área protegida de Puerto Madero como en la Reserva Ecológica Costanera Norte, donde también se llevan a cabo tareas de recuperación y puesta en valor.

Una de las obras que está en la mirada de estos sectores críticos es, justamente, los nuevos servicios se instalarán en el “puesto Playa” de la reserva ecológica de la Costanera Sur, donde está en curso un área de servicios que incluye la remodelación de los sanitarios y un comercio tipo “bar” para venta de bebidas y productos comestibles. Un local similar se está construyendo en el ingreso sur, en el “Espigón Plus Ultra”, aquel viejo establecimiento que servía como vestuario a comienzos del siglo XX, cuando todavía existía el balneario de la Ciudad de Buenos Aires. Ese lugar había quedado abandonado con el desuso.

Según las agrupaciones que rechazan estas iniciativas, el Plan de Manejo de la Reserva aprobado por la Ordenanza N° 45.676 y sus modificatorias prevé distintas obras para el mantenimiento del área protegida, pero no “la construcción de bares o establecimientos gastronómicos, solamente de áreas de descanso”.

“No prevé tampoco accesos adicionales, sin embargo, se iniciaron obras para crear un nuevo acceso mediante un puente sobre la laguna de los Coipos que conectará la Av. Tristán Achával Rodríguez a la reserva”, consideró Jonatan Baldiviezo, presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad. “Tampoco el Código Urbanístico autoriza bares en el sector de la playa de la reserva, sólo los permite en el acceso”, agregó.

La obra que se está realizando en el sector playa, uno de los focos del reclamo ambiental
La obra que se está realizando en el sector playa, uno de los focos del reclamo ambiental

“¿Cómo es posible que el gobierno autorice la construcción de un bar en la costa del río? ¿Cuáles son los estudios de impacto ambiental que se realizaron? ¿Qué tipo de método constructivo y materiales se utilizan para proteger la biodiversidad que habita la reserva? Y por supuesto, tal como viene sucediendo con el conjunto de la Costanera, observamos una lógica repetida. La Ciudadanía es quien aporta su tierra pública, quien además realiza el aporte económico para construir, en este caso dos bares, y una vez terminado el Gobierno se lo entrega a un privado para que lo explote a valores de canon o alquiler irrisorios”, se preguntó María Eva Koutsovitis, precandidata a legisladora porteña por el mismo espacio.

“Hay que aclarar que estamos en una reserva natural, de tipo urbana. La única idea es que los vecinos que vengan puedan comprarse una botella de agua o un sanguchito.Hemos tenido reuniones con ONG’s que tienen conocimiento especial en el tema para contarles lo que estábamos haciendo y escuchar sugerencias”, afirmó Inés Gorbea sobre la controversia y defendió la renovación del espacio del Espigón Sur. “Es poner en valor un espacio de la reserva que estaba deteriorado y no se usaba para nada, y va a haber un nuevo mural más lindo”, precisó la funcionaria, que agregó: “Esto es algo que depende del Ministerio de Desarrollo Económico, que verá cuál es el instrumento jurídico institucional para gestionar y disfrutar del espacio gastronómico”.

El estudio de impacto ambiental encargado por el gobierno porteño a la empresa ISAB Sudamericana, está fechado en el mes pasado, admiten que las distintas obras y reformas tienen algunos negativos efectos en el ecosistema, pero que son de carácter “temporales” y “leves” que mayoritariamente son coincidentes con la etapa de ejecución. Además, se reconoce que los trabajos pueden significar el alteración de la fauna y del paisaje, aunque -define el informe- “no son obras de gran infraestructura, por lo que no suponen alteraciones a las condiciones cíclicas del humedal, así como del entorno natural”. Y señala que el riesgo mayor estará en la posterior gestión de los residuos que producirá el público, por lo que sugiere recaudos en el manejo eficiente de la basura.

Sin embargo, el documento concluye en extenso los beneficios de la inversión, donde se señala que se lleva a cabo “sin dañar los recursos naturales existentes” y teniendo la restauración de las lagunas un efecto positivo alto en la conservación”. “El mejoramiento e incorporación de nueva infraestructura generará impactos positivos para el desarrollo de su funcionamiento, tanto para la calidad de la visita por parte de los usuarios, como para la conservación y protección de los recursos de la Reserva Ecológica Costanera Sur”, afirma el reporte.

La remodelación del Espigón Sur, donde habrá nuevos servicios
La remodelación del Espigón Sur, donde habrá nuevos servicios

Costanera Norte, con resistencias

La legisladora porteña Mercedes de Mendieta, precandidata a diputada nacional por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda-Unidad (FIT), también tiene una mirada negativa del conjunto de las iniciativas que impulsa la Ciudad de Buenos Aires en el plan integral BA Costa, que tiene avances también en la plaza Memorial AMIA, la transformación de Costa Salguero y la Costanera Norte.

“Hemos presentado un proyecto de ley para pedir que se frenen las obras y que se respete el fin de cuidado de la naturaleza que representa una reserva ecológica que en este caso es también es utilizado por los estudiantes de las Facultades de Ciencias Exactas como un espacio de investigación y recreación”, dijo De Mendieta, que se postula en la interna de la izquierda junto a la lista presidencial de Myriam Bregman (PTS).

“Levantamos este reclamo y denunciamos estas obras como parte del plan que Larreta y Juntos por el Cambio tiene para la Costanera, al servicio de la especulación inmobiliaria con la construcción de torres de lujo sobre Humedales como en Costanera Sur y Costa Salguero y ahora de la exención de un corredor gastronómico al servicio de nuevos negocios privados”, agregó.

El tercer ingreso que se proyecta en la Reserva Ecológica Costanera Sur
El tercer ingreso que se proyecta en la Reserva Ecológica Costanera Sur

Los estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la UBA, que co-gestiona la reserva de Costanera Norte, apuntaron a principios de junio que el gobierno porteño estaba realizando tres construcciones dentro del área protegida. Este espacio, junto a organizaciones socioambientales, constituyeron una Asamblea en Defensa de la Reserva que implica medidas de protesta. Incluso el Consejo Directivo de la institución emitió una resolución que planteaba al rectorado de la UBA su preocupación por “la construcción de dos sectores con servicio gastronómico”.

“La reserva de la Costanera Norte tiene un Plan de Manejo que votó el Consejo Superior de la UBA. Todas las obras están de acuerdo con la universidad, y en total armonía con la normativa, por supuesto que tienen su certificado de impacto ambiental”, respondió Inés Gorbea a la queja de los sectores díscolos. “Estas obras incluyen una recuperación de 4000 metros cuadrados de suelo absorbente y verde, se picó el hormigón y se recuperó ese suelo, y estamos plantando 2900 plantas y árboles nuevos nativos. Nos parece mejor que haya infraestructura y se pueda disfrutar este espacio con una de las mejores vistas de la Ciudad de Buenos Aires. Nos hemos quejado tanto que la gente no podía vincularse con el río; esta sí es una oportunidad para hacerlo”, concluyó la funcionaria.

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