(Desde La Rioja).- Después del anuncio del FMI sobre el acuerdo por la deuda, las fechas con los desembolsos y los detalles sobre cómo se pagarán los próximos vencimientos, Massa se volcó durante todo el día, como tenía previsto, a la campaña. De San Juan, donde recibió la confirmación del pacto esta mañana, partió a La Rioja, donde se encontró con varios de los gobernadores del PJ, aunque hubo ausencias.
Para la misma jornada del viernes, Massa tenía previsto encabezar tres actos: uno en la localidad de Chimbas, por la mañana; otro en el estadio de UPCN, al mediodía; y al final, ya en La Rioja, hacer una última aparición en el “Superdomo”, un estadio con capacidad para 14.000 espectadores. Los ejes de la estrategia para hoy eran mostrar músculo político en el territorio; activar la campaña en el interior, con los discursos y la foto junto a los gobernadores; y, por último, alejar al candidato del contracturado perfil de gestor económico para exhibir sus dotes de líder carismático.
También mostrar unidad, con muestras de respeto en público al ministro del Interior y primer candidato a senador cristinista, Eduardo de Pedro, que tuvo un lugar de preponderancia durante la corta gira, tanto en los escenarios como en el propio Tango 04. En la misma línea se sumó al jefe de Gabinete, Agustín Rossi, compañero de fórmula de Massa, que precedió al postulante presidencial en todas sus presentaciones, con sendos discursos donde lo destacó, varias veces, como “el mejor candidato de todo el arco político”.
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Massa también iba a buscar la foto con los gobernadores, pero al final hubo algunas ausencias. Tras visitar a Uñac, ya en tierras de Quintela se les iban a sumar sus pares de Catamarca, Raúl Jalil; Santiago del Estero, Gerardo Zamora; Formosa, Gildo Insfrán; Misiones, Oscar Herrera Ahuad; y Entre Ríos, Gustavo Bordet. Pero los tres últimos de la lista que habían adelantado los organizadores durante la semana, y que estaban supuestamente confirmados, finalmente no estuvieron.
Uno de los gobernadores que sí participó de los encuentros con Massa intentó disimular los faltazos adjudicándolos a problemas con los vuelos. Y uno de los miembros de la comitiva porteña les restó relevancia: “Acá lo importante es que fueron actos extraordinarios donde empezó a aparecer la mística en la gente”, dijo.
Dudas y guiños
A poco más de dos semanas para las PASO, en el viaje se mostraban cautelosos a la hora de predecir resultados. “Está todo muy raro, la gente está cansada de la política y apenas responde las encuestas”, decía uno. “Vamos a ver qué pasa. No estaríamos acá si no creyésemos que hay chances verdaderas de ganar”, agregaba otro.
En San Juan, por caso, el objetivo principal era llamar a los sanjuaninos a militar, con el objetivo de dar vuelta la derrota en la elección provincial, donde Sergio Uñac -que no pudo presentarse por un fallo adverso de la Corte Suprema y delegó su lugar en su primo Rubén- perdió los comicios contra Marcelo Orrego, de Juntos por el Cambio. “San Juan está ganadísimo. No tenemos dudas”, se envalentonaba otro, esta tarde, en La Rioja.
Más allá de las dudas, Massa, además de ir a darle apoyo y pedirle lo propio a Uñac, le hizo un guiño al gobernador: “El año que viene quiero un sanjuanino en mi Gabinete”, dijo. Cerca del jefe provincial lo festejaron y admitieron que es algo que se venía comentando desde hace tiempo a nivel de la política local. Después, en el jet hubo quien se arriesgó a mencionarlo como eventual titular de Minería, aunque aclaró que estaba aventurando.
La gira quedó marcada, a su vez, por una frase que Massa tomó prestada, no casualmente, del gobernador electo de Córdoba, Martín Llaryora, que responde al actual mandatario local y precandidato presidencial Juan Schiaretti. “A los sanjuaninos les digo: ningún pituquito de Buenos Aires les va a venir decir lo que tienen que hacer”, dijo el ministro. Después, desde el massismo más puro negaron que fuera algún tipo de mensaje subliminal para acercar posiciones con el peronismo cordobés, disidente del kirchnerismo, que se encuentra en pleno coqueteo con Horacio Rodríguez Larreta.
La Matanza, pospuesto
A medida que avanzaba el viernes, empezó a ponerse en duda la participación de Massa en la famosa caravana en La Matanza a la que tenía previsto sumarse junto a Axel Kicillof mañana por la tarde. Entrada la tarde, tanto en el entorno del ministro como del gobernador confirmaron que la actividad quedaba pospuesta ya que el tigrense sumó recorridas en el Norte.
Esa postergación de actividades se debió a otro de los hechos de la jornada, que empezó con la agenda económica en el centro, y terminó de la misma forma. Mientras que a la mañana había mantenido el zoom definitorio con el FMI para terminar de cerrar el acuerdo, por la tarde, pasadas las 18 Massa bajó del escenario y se encerró en un cuarto lateral del estadio, frente a los vestuarios.
Sus colaboradores habían dispuesto ahí una pantalla para reunirse por videoconferencia con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), uno de los organismos multilaterales que aportarán en calidad de “puentes” a la Argentina para que logre pagar el próximo vencimiento con el FMI. La charla se prolongó durante dos horas y terminó cerca de las 20.
“Habemus acuerdo con la CAF, habemus pago del lunes“, les dijo Massa a Quintela y otros funcionarios riojanos por la noche, en el VIP del superdomo, cuando la reunión había finalizado.
Y les explicó, evidenciando alivio y algo así como un antes y un después: “Estos días era como hacer campaña con una tachuela en el zapato. Sacarnoslo de encima hasta noviembre nos va a dar otra capacidad”, dijo. El gobernador le contestó en privado como en público: “Tenemos presidente, muchachos”, le dijo, y lo abrazó.
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