El juez federal Gustavo Villanueva tendrá su veredicto el próximo martes. Decidirá si hace lugar al pedido de la Justicia de Chile de extraditar al líder mapuche Facundo Jones Huala o si considera improcedente el planteo. La defensa del revolucionario, que se opone a la extradición, se mostró conforme con la audiencia y analiza también la posibilidad de acudir a la Cámara de Casación por considerar que el magistrado incurrió en una “terrible desigualdad”.
El detenido fue el último en exponer ante el reducido auditorio que se improvisó en uno de los salones del Escuadrón 36º de Gendarmería Nacional y durante su presentación fue crítico con Villanueva, quien en 2018 ya avaló la extradición del convicto.
En esa presentación evidenció el mismo pesimismo que tiene en relación al fallo. “Sabe que está a un paso de ordenar la extradición, ya lo hizo antes, no hay motivos para que no lo vuelva a hacer”, aseguraron desde las comunidades que acompañaron a Jones Huala durante la audiencia.
Por ese motivo los abogados que lo defienden, Eduardo Soares y Gustavo Franquet, ya bocetaron el recurso ordinario que elevarán a la Corte Suprema para tratar de revertir la extradición.
Durante la audiencia de este jueves tuvieron el primer revés a un pedido de anular el juicio aunque Villanueva rechazó los planteos preliminares que esgrimieron – argumentando el rechazo del magistrado a la posibilidad presentación de pruebas - y descartó la nulidad del proceso.
“Estamos ante una terrible desigualdad”, dijo Soares, en diálogo con Infobae, y agregó que “ir a pelear sin la posibilidad de presentar pruebas, no se lo deseamos a nadie”.
El rechazo al planteo de nulidad, para los defensores, les abrió una nueva posibilidad de revertir la extradición, con la presentación de un recurso ante la Cámara Federal de Casación.
“Casación puede anular el juicio si considera que es injusto que no nos hayan permitido presentar pruebas, o bien puede solicitar la realización de una nueva audiencia para poder hacerlo”, dijo el abogado. “Eso, para nosotros, es muy positivo”, sentenció.
Jones Huala, durante su alocución, cruzó al magistrado con críticas y duras acusaciones. Sabe que el revés judicial es inminente. Aprovechó la ocasión para reafirmar su espíritu de confrontación e insistió la necesidad que tienen los pueblos originarios de luchar “contra el capitalismo”.
El dirigente mapuche volvió a reivindicar los atentados terroristas y la violencia extrema cuando tomó la palabra y aseguró que no lo van “a doblegar”.
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Los abogados se despegaron de su discurso. “Hizo uso de su derecho a expresarse, aunque lo que dijo (Jones Huala) es personal, no tenemos incidencia en lo que dice ni en cómo lo dice”, aseguraron.
“Soy combativo y revolucionario, y no me arrepiento. Estoy orgulloso de serlo”, dijo Jones Huala, quien además buscó tomar distancia de los gobiernos de Chile de Sebastián Piñera y Gabriel Borich, y de Mauricio Macri y de Alberto Fernández, en Argentina.
Además reivindicó la existencia de la RAM, agrupación de la que es el único integrante que confirma su existencia. “Que viva la RAM, para todos los que dicen que no existe, la RAM existe y resiste”, aseguró.
La Justicia chilena solicitó su extradición para que siga cumpliendo la condena a seis años de prisión por el incendio de un fundo y la portación ilegal de armas de fuego, delitos ocurridos en 2013, y de la que aún resta menos de un año para que expire, en junio de 2024.
Fue detenido a fin de enero de este año en El Bolsón. Tras un breve paso por una comisaría de Dina Huapi, a 15 kilómetros de Bariloche, fue trasladado a la cárcel federal de Esquel donde permanece alojado.
El tiempo de reclusión en el país se computa como parte de la condena, por lo que en caso de confirmarse su extradición, sólo estará detenido en Chile unos pocos meses.
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