El autoproclamado líder de la violenta agrupación Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), Facundo Jones Huala, enfrentará este jueves su tercer juicio de extradición a Chile, el cual es solicitado por la Justicia trasandina para que continúe purgando una pena por la que fue condenado tras un ataque incendiario a un fundo y la portación ilegal de armas de fuego, ocurridos en 2013.
El “lonko” permanece alojado en la unidad 14 de Esquel y es en esa misma localidad donde se realizará el juicio, que estará a cargo del juez federal subrogante de Bariloche, Gustavo Villanueva.
Las autoridades eligieron un reducto del escuadrón local de Gendarmería para llevar adelante el juicio, argumentando que la locación fue definida “por razones de seguridad”. Sólo 40 personas podrán presenciar el proceso, de los cuales una decena serán trabajadores de prensa.
Durante el proceso judicial no se avanzará sobre la causa judicial que involucra a Jones Huala, sino que el magistrado deberá determinar los alcances del requerimiento del vecino país para proceder o no a su extradición.
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Jones Huala accedió al beneficio de libertad condicional, otorgado por el Tribunal de Apelaciones de Temuco el 21 de enero de 2022, al valorar su “buena conducta”. Durante las primeras semanas cumplió con la obligatoriedad de presentarse regularmente ante los estamentos de ese país para acreditar su domicilio e incluso inició los trámites para que lo autoricen a regresar a Argentina. Sin embargo, la Corte Suprema de Chile revirtió el beneficio que le habían otorgado y ordenó su captura para que regrese a la cárcel.
Antes de que sea pública esa resolución, el revolucionario dirigente mapuche despidió a Karina Riquelme, la abogada que lo representaba hasta ese momento, y desapareció. Ya planificaba fugarse y regresar al país a través de un paso clandestino, tal como lo había hecho en ocasiones anteriores.
Él mismo reconoció que distintas comunidades mapuches del sur lo ayudaron para mantenerse en la clandestinidad durante el tiempo en el que se mantuvo prófugo. A pocos días de cumplir un año en esa condición, a fines de enero, fue recapturado cuando ingresó a una vivienda de El Bolsón. Estaba alcoholizado y para intentar disimular su identidad, se vistió con prendas de mujer aunque los efectivos de la Policía de Río Negro lo reconocieron e informaron a las autoridades internacionales sobre su captura. Fue trasladado a Bariloche y poco después a la unidad federal de Esquel, donde permanece detenido a la espera del juicio que definirá su futuro.
Desde la cárcel hizo declaraciones públicas en una ocasión, en la que cuestionó su detención y se autodefinió como un “preso político”. Además fue crítico con la conducción de las comunidades mapuches de la región, que desde el momento en el que fue apresado no expresaron acompañamiento al líder de la RAM. “Fue un quiebre en la relación entre Jones Huala y las demás comunidades mapuches de la Patagonia, sobre todo de aquellas que no comparten los métodos violentos que identifican a la RAM”, señalaron referentes de los pueblos originarios de Río Negro.
Tercer juicio
Jones Huala conoce cómo será el proceso judicial de este jueves, ya que será el tercer juicio de extradición que lo encuentra sentado en el banquillo.
Villanueva no se inmiscuirá en el proceso judicial por el que fue condenado sino que se centrará en el pedido de la Justicia Chilena de ser extraditado. El objetivo del país vecino es que siga cumpliendo la condena de seis años de prisión, de la que aún adeuda 1 año y cuatro meses.
El mismo magistrado estuvo frente a Jones Huala en el último juicio de extradición, en febrero de 2018, que se realizó en un gimnasio de Bariloche. En aquella ocasión el convicto fue trasladado en helicóptero desde Esquel, donde estaba detenido, bajo un fuerte operativo de seguridad. Fue requerido para ser juzgado por los delitos cometidos en 2013.
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