El pliego de la jueza de Casación Penal Ana María Figueroa está primero en la fila de los 75 que el oficialismo quiere aprobar la semana que viene en el Senado. El interés es por todos los nombramientos en general, pero el caso de la magistrada es particular: fue un pedido de Cristina Kirchner.
La intención del jefe del interbloque del Frente de Todos, José Mayans, era tener una reunión hoy para empezar a esbozar la estrategia de lo que pretende ser la segunda sesión del año de la Cámara alta. Y, como los tiempos apremian, no podría ser más tarde que la semana entrante.
Pero no solo cuesta conseguir el quórum, sino que también está difícil poder citar a los propios senadores. “No, no nos vamos a juntar, estamos muy metidos en la campaña”, señaló a Infobae una alta fuente del kirchnerismo. Desde una provincia del norte, frente a la consulta si tenía pensado viajar a Buenos Aires para ir a una reunión de bloque, otro senador del oficialismo respondió simplemente que no y partió rumbo a una recorrida.
En este contexto, se dificulta sesionar ya que los legisladores estarán hasta el 11 de agosto militando tratando de acercar votos a la fórmula que en cada una de sus provincias encabezan Sergio Massa y Agustín Rossi. En particular en Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz, que son los distritos donde se eligen senadores. Y la sesión tiene que ser antes del 9 de agosto.
Pero, a pesar de la campaña, el oficialismo quiere avanzar en el Senado con la aprobación de los pliegos de 75 cargos en el Poder Judicial y, aunque es un proceso lento que reviste urgencia por el estado de la Justicia y la necesidad de tener los nombramientos, el de Ana María Figueroa concentra la mayor inquietud.
La jueza de Casación no está esperando un nombramiento, sino la posibilidad de poder continuar en su cargo cinco años más, ya que el próximo 9 de agosto cumple 75 y es la edad en la que automáticamente los jueces son jubilados. La única opción es que, con acuerdo del Senado, se extienda ese plazo hasta los 80 años.
La importancia de Figueroa radica en que ocupa un lugar estratégico dentro de la rama penal y de las causas de corrupción.
La magistrada es una pieza clave en la causa Hotesur, en la que Cristina Kirchner está acusada de lavado de dinero. Aunque su pliego para continuar como vocal no tiene ninguna impugnación, desde la oposición señalan que Figueroa tiene un proceso abierto en el Consejo de la Magistratura por demorarse en un pedido para que se anule un sobreseimiento contra la Vicepresidenta y finalmente pase a juicio oral.
Casación es donde está ahora la causa para saber si se eleva a juicio oral o se desestima. Comparte la sala con Diego Barroetaveña y Daniel Petrone. Estos últimos ya emitieron su voto y sólo faltaría el de la magistrada que está a punto de cumplir 75 años.
En el mundo judicial aseguran que Figueroa ya firmó su voto respecto del caso, pero que está guardado bajo siete llaves a la espera del devenir del Congreso de la Nación. En esos mismos pasillos señalan que la decisión sería 2 a 1 en contra de CFK y que el interés de la ex presidenta radica en que en el voto de Figueroa estén los argumentos por los cuales pueda avanzar en su estrategia judicial de llevar la causa a la Corte Suprema de Justicia en donde, por lo menos, estiraría los plazos ante a la posibilidad de un fallo adverso.
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