El cineasta Juan Pin Vilar, director del documental La Habana de Fito, contó cómo surgió la idea de trabajar con Fito Páez y reveló detalles de la censura y manipulación que sufren los artistas cubanos a manos del régimen castrista.
“Conocí a Fito en la madrugada en 1987, la madrugada del día en que canta en Cuba por primera vez. Me lo presenta Pablo Milanés. Tenemos la misma edad, dos meses de diferencia. No nos dimos mucha bola, pero hay un gran amigo intermedio, Santiago Feliú. A partir de esa relación nos hicimos amigos. Siempre que hemos coincidido en Cuba o en el extranjero hemos estado juntos. Se convirtió en una relación de más de 30 años”, recordó Juan Pin Vilar en una entrevista con Ernesto Tenembaum, en Radio Con Vos.
Según explicó, tras la muerte de su amigo en común, ambos deciden grabar algunas conversaciones para contarle a sus nietos “cómo habían sido sus vidas”. Ese material luego se convertiría en un documental.
Juan Pin Vilar ya había realizado un documental exitoso que fue prohibido por la dictadura comunista. Era sobre el cantautor Pablo Milanés, quién en una parte cuenta su experiencia con las UMAP, las Unidades Militares de Ayuda a la Producción, que funcionaron entre 1965 y 1967.
Te puede interesar: Duras críticas de Fito Páez al régimen cubano: “Ya pasaron 64 años, caballeros, basta de echarle la culpa al bloqueo norteamericano”
“En esas unidades básicamente recluyeron a los homosexuales y a los religiosos en los años 60. Pablo pasó esa experiencia y nunca había hablado de eso. No era homosexual, pero había una Ley del Vago, y lo consideraban vago porque tenía una guitarra y cantaba. No era un hombre que iba a la zafra (cosecha de azúcar). Eran como campamentos de trabajo. Pablo habló de eso por primera vez y fue un escándalo. Es un tema que nunca se había hablado en Cuba. Nunca había hablado una figura”, detalló el cineasta.
A pesar de esa experiencia, dos años después presentó el proyecto para competir por un fondo de fomento al cine independiente. Su idea ganó con el 100% de los votos y entonces comenzó a desarrollar el documental durante la pandemia.
“Es un documental hecho con muy pocos recursos. En Cuba por la pandemia hubo un efecto económico. Se llamó Tarea de Reordenamiento, que en vez de ordenar la economía del país lo que hizo fue lanzarla hacia una inflación bestial. Del presupuesto que teníamos, el dólar estaba de 24 a 1, pasó a 80 a 1. Tuvimos que empezar a desarrollar la imaginación”, aseguró.
El documental incluye dos tramos donde se abordan cuestiones incómodas para el régimen comunista. Por un lado, el fusilamiento de tres jóvenes que en 2003 secuestraron una lancha con la intención de escapar hacia Miami.
“Terminan en un juicio sumario y son fusilados. Son negros y muy humildes. Eso promueve 75 arrestos en una sola noche, de la prensa independientes y disidentes. Fito coincide que estaba en La Habana”, recordó el director. A raíz de esta situación, Fito Páez se pronunció en contra de la pena de muerte.
El otro punto fue la muerte de Camilo Cienfuegos, uno de los principales jefes de la Revolución Cubana que sufrió un accidente de aviación que nunca fue aclarado. Muchos atribuyen a Fidel Castro la responsabilidad de su muerte.
“Hay una mirada sesgada sobre eso. Fito no dice: ‘Fidel mató a Camilo’. Fito le dice a los jóvenes que dirigían la Juventud Comunista: ‘¿Qué pasó con esto?’. Y esos jóvenes saltan y dicen: ‘¿Cómo vas a decir esto?’”, explicó Juan Pin Vilar.
Para el director, “ninguno de esos puntos son el documental”. No obstante, señaló que lo que los episodios que narra muestran “el desarrollo de un pensamiento que va de un ejercicio de libertad extraordinario a un ejercicio de conservadurismo y de represión”.
Finalmente, ante las quejas de la Asamblea de Cineastas Cubanos el documental finalmente fue emitido por la televisión estatal pero con aclaraciones previas sobre el contenido.
“Me acusan de manipulador y luego empiezan a inducir que la narrativa tuya coincide con los argumentos que utiliza la CIA y la oposición para derrocar al gobierno. Es como un colchón para criminalizarte”, explicó.
Durante la entrevista Pin Vilar también explicó otros cuestionamientos que tiene hacia el régimen cubano, por ejemplo la existencia de un partido único: “Tenemos que estar subordinados a eso. Yo no soy militante del partido, nunca lo he sido. Nosotros no tenemos cultura de ciudadanía, ni nos permiten ser ciudadanos”.
A su vez, coincidió con Fito Páez respecto al bloqueo y su utilización como excusa por parte del régimen castrista. “Yo creo, como sufro el bloqueo, que es la mirada colonial de una potencia sobre otra. Es inaceptable ética y moralmente. Pero durante 60 años, la destrucción económica del país, los sucesivos años y años sin resolver de modo alguno el problema económico, no pueden echarle solo la culpa al bloqueo. Hubo una época en la que se tuvo una asistencia fuerte del campo socialista y no lo desarrollaste. Eligieron otras batallas. No puedes decir que solo el bloqueo es culpable de lo que tu no has sabido resolver. Que en Cuba no haya tomate o mango, no le puede echar la culpa al bloqueo”.
Al ser consultado sobre las posibles represalias que podrías sufrir por criticar abiertamente el gobierno, el cineasta se mostró inesperadamente despreocupado. “Yo no soy un hombre que tiene trabajo hace muchos años. Yo estoy prohibido desde el 2013″, finalizó.
Seguir leyendo: