Aníbal Fernández y Gerardo Morales protagonizaron un nuevo cruce en medio de la crisis social que se extiende desde hace 38 días en Jujuy, por las protestas que derivaron de la reforma de la Constitución local.
El ministro de Seguridad llegó a la provincia del norte este lunes 24 de julio, con la misión de intervenir el Partido Justicialista jujeño, al que acusan de haber sido funcional a Morales, en particular en el debate por la reforma de la carta magna que desató las protestas. En diálogo con medios locales, Fernández admitió que se reuniría con las personas que se encuentran realizando una decena de cortes de ruta diarios en distintos puntos de Jujuy, aunque advirtió que está en contra de esa metodología.
Esa posibilidad desató el malestar de Morales. Desde La Pampa, donde realizó una recorrida de campaña, el precandidato a vicepresidente en fórmula con Horacio Rodríguez Larreta, acusó al funcionario nacional de alentar las protestas. “Aníbal está ayudando a los piqueteros, hay una injerencia directa del gobierno nacional”, dijo Morales.
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Para el radical, la presencia de Fernández es una muestra cabal de que “los dirigentes del kirchnerismo están detrás de algunas organizaciones sociales que son los que están en los cortes, y son unos delincuentes sostenidos por el gobierno nacional”, se quejó Morales ante medios pampeanos.
El ministro de Seguridad, desde Jujuy, insistió en que no comparte la mecánica de bloquear rutas que sostienen las comunidades indígenas de Jujuy, pero alertó que “quienes tienen la responsabilidad de escucharlos hacen oídos sordos”.
“El artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional habla de que las tierras que han pertenecido a los pueblos originarios tienen que ser discutidas y analizadas con ellos”, agregó el ministro. El debate de fondo sigue siendo la preocupación de las comunidades originarias frente al aprovechamiento que se hace de los recursos naturales, como el litio, que se halla en las tierras que ocupan históricamente.
La intervención del PJ
El motivo formal de la llegada de Aníbal Fernández a Jujuy es el apartamiento de Rubén Rivarola como presidente del Partido Justicialista de Jujuy. La decisión de intervenirlo fue tomada por el presidente Alberto Fernández, titular del justicialismo a nivel nacional. El papel de Rivarola fue cuestionado a partir de la posición “flexible” que mostró ante el avance del proyecto reformista que impulsó Morales y que desataron las protestas.
La primera medida de Aníbal Fernández - quien comparte la nueva conducción con el dirigente bonaerense Gustavo Menéndez - fue promover la unidad del fragmentado PJ jujeño, declarando la “amnistía” de todos los dirigentes que habían sido sancionados en la gestión Rivarola.
Cómo siguen las protestas en Jujuy
La reacción de Morales ante la presencia de Fernández en Jujuy está relacionada con la persistencia de las protestas, que se han sostenido durante 38 días consecutivos en las que se cortaron rutas estratégicas de la provincia.
El gobierno ha intentado persuadir a las comunidades indígenas de que la nueva Constitución de Jujuy no cercena derechos sobre la propiedad de las tierras que ocupan históricamente. Sin embargo, los pueblos sostienen que la reforma, que modificó 66 de los 245 artículos de la carta magna, crea un marco normativo que le da facultades al Estado en dos aspectos clave: regular el reconocimiento de los pueblos como personas jurídicas y disponer de todas las tierras.
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El gobierno, para despejar esa desconfianza, ha invitado a los comuneros a trabajar en una ley que regule la posesión de las tierras en Jujuy en virtud de los principios que la nueva Constitución establece.
Sin embargo, esta convocatoria no ha sido bien recibida, en el marco de canales de diálogo rotos. Los comuneros aseguran que el gobierno dialoga con alrededor de 70 referentes de comunidades indígenas, cuando se estima que son alrededor de 400 las que existen en la provincia. Lo acusan, en definitiva, de tratar de dividirlos.
El tercer Malón de La Paz llegará a la Ciudad de Buenos Aires
En ese marco, y ante el desgaste que supone 38 días consecutivos en las rutas, los referentes de los pueblos indígenas de Jujuy han iniciado un periplo que parte en La Quiaca y tiene como objetivo llegar al Congreso de la Nación, en la Ciudad de Buenos Aires, el 1° de agosto.
Las comunidades se presentan como el Tercer Malón de La Paz, emulando así el nombre y la travesía de sus familiares de generaciones anteriores de pueblos originarios, que realizaron el mismo recorrido en la década del ´40 para reclamarle al presidente Juan Domingo Perón los títulos de propiedad de sus tierras. El viaje comenzó en las últimas horas y busca hacer conocer sus argumentos en todo el país.
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