La elección del próximo jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se realizará utilizando el Sistema de Boleta Única Electrónica, un mecanismo que combina pasos digitales frente a una pantalla táctil y la impresión física del voto que se introduce en la urna.
Será utilizado en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo 13 de agosto, y se replicará en las elecciones generales del 22 de octubre y en un hipotético ballotage, el 19 de noviembre. Convivirá en el mismo cuarto oscuro en el que los votantes deberán elegir Presidente, pero usando la tradicional boleta sábana de papel.
En las PASO 2023 en CABA se elegirán a los candidatos que puedan presentarse en las elecciones generales a jefe y vicejefe de Gobierno, 30 legisladores y a los 105 miembros de las 15 juntas comunales. En tanto, en las elecciones nacionales la Ciudad votará, además de presidente y vicepresidente, 12 diputados nacionales.
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¿Cómo se usa la Boleta Única Electrónica en CABA, paso a paso?
El sistema se denomina vot.ar, y fue desarrollado por la empresa Grupo MSA. De acuerdo a un instructivo proporcionado por los desarrolladores, se resume en cuatro pasos:
1. El elector entrega el DNI a la autoridad de mesa y recibe la boleta. En ese momento se retira uno de los dos troqueles idénticos que la boleta posee, que queda en manos del presidente de mesa. La función del segundo troquel es controlar, a la salida, que ambos coinciden, de manera de corroborar que la boleta que llegue impresa a la urna es la misma que fue entregada por la autoridad de mesa.
2. En el cuarto oscuro, el elector se dirige a la máquina e introduce la boleta por una ranura. Acto seguido verá en la pantalla táctil la oferta de candidatos. Empieza a elegir. Puede optar por seleccionar una lista completa, esto es, un frente con todos sus candidatos, o bien, ir seleccionando los candidatos de su preferencia en cada categoría (Jefe de gobierno de un frente, legislador de otro, etc).
3. Una vez que finaliza, una pantalla final mostrará los candidatos elegidos por categoría. Allí tendrá la opción de modificar su elección, en forma parcial o total comenzando de nuevo.
4. Confirma e imprime la Boleta. La información del voto queda registrada de dos maneras: escrita en el reverso de la boleta y en un chip que la misma posee. Ya con la boleta impresa en sus manos, el votante puede acercar el chip a la máquina, que leerá la información del chip y la mostrará, una vez más, en pantalla. De esa forma el elector puede controlar que tanto la información impresa como la que refleja el chip es correcta. Si todo está bien, finalmente introduce el voto en la urna. Recién allí se lo considera voto válido.
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¿Por qué aseguran que el sistema no puede ser hackeado?
La diferencia con el mecanismo de votación tradicional puede resumirse en que, en lugar de levantar una boleta sábana de papel de la mesa, se eligen las opciones en la pantalla y esto es lo que se imprime. Será el voto que va a la urna.
Luego, el escrutinio se realiza leyendo los chips de la boleta y se confeccionan los telegramas viendo la información de la pantalla. Los votos vuelven a quedar dentro de las urnas. De esta forma, el escrutinio provisorio se realiza con las máquinas, pero el definitivo seguirá siendo manual, controlando los sobres de las urnas.
Los creadores del sistema destacan que la máquina no guarda información, es sólo un medio para imprimir el voto que va a la urna. No está conectada a internet ni tiene dispositivos de almacenamiento como un disco rígido. Su función es similar al de una impresora, y el resultado de la votación surge de la urna, no de la máquina.
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Esto hace que la votación no pueda sufrir un “hackeo” ya que la información no queda registrada en la máquina electrónica, si no que esta sólo sirve para imprimir o leer un voto. Además, el padrón electoral continúa siendo analógico, como los que se confeccionan tradicionalmente, de manera que no hay manera de vincular las personas que votaron con la máquina en la que se confeccionó el voto. Son los argumentos con los que los desarrolladores del sistema defienden su seguridad y confiabilidad.
Votos blancos, impugnados y nulos
La máquina ofrece la posibilidad de votar en blanco. La pantalla le mostrará esa opción al elector, en forma completa o por categoría. Esto quiere decir que el votante porteño podrá elegir votar, por ejemplo, por un candidato a Jefe de Gobierno, y votar en blanco en la categoría legislador. También podrá hacerlo en forma completa, votando en blanco en todas las categorías.
El voto impugnado puede darse solo en función de la identidad del elector, esto es, si un fiscal o una autoridad de mesa objeta que el elector sea efectivamente quien dice ser, la boleta será introducida en la urna dentro de un sobre que señalado como “voto impugnado”. En él, además del voto se agrega un formulario con los datos y la huella digital del elector impugnado, y luego su identidad será constatada. Si los datos no coinciden, se anula el voto.
Los defensores del sistema explicaron en este caso que, en el sistema tradicional, el voto impugnado es aquel que refleja errores de impresión o datos falaces en la boleta sábana de papel. También si esta se encontraba dañada. Todo esto se elimina con el sistema de Boleta Única Electrónica.
El voto nulo, en tanto, se considerará como tal si a la urna se ingresa una boleta que no fue introducida en la máquina y, por lo tanto, no fue impresa con los nombres de los candidatos ni el chip fue cargado de información.
El elector puede ingresar al cuarto oscuro, elegir las categorías nacionales, y retirarse sin acercarse a la máquina electrónica de la elección porteña. En ese caso se considerará que estuvo ausente en la votación de este distrito.
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No videntes y discapacitados
La máquina de Boleta Única Electrónica cuenta con un mecanismo para las personas con discapacidad visual. Si el elector no ve, puede apoyar en la pantalla un acrílico y colocarse unos auriculares que le indicarán instrucciones para que realice su elección. Esto hace que pueda realizar los pasos individualmente, sin la asistencia de un tercero.
En cuanto a las personas con dificultades motrices, la máquina es similar a una valija, por la que puede moverse y ubicarse en lugares bajos o de alcance de quienes tengan alguna discapacidad de este tipo.
Finalmente, para las personas mayores, se destaca que la pantalla exhibe imágenes y texto simple, de manera que la elección se puede hacer de forma intuitiva.
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La diferencia con las experiencias de Holanda y Alemania
Los creadores del sistema remarcaron que se trata de un “mito” que los países europeos hayan descartado por desconfianza el sistema vot.ar. En realidad, indicaron, lo que se usó en Holanda y Alemania fue el sistema de urna electrónica, que sí almacenaba información. El resultado de la elección quedaba registrado en la máquina. Fue descartado por su complejidad.
En Argentina, el sistema en cuestión se usó en las elecciones de Salta y Neuquén, y en las elecciones porteñas de 2015, sin que se esas experiencias hayan registrado alertas de seguridad, subrayan. En Paraguay, las elecciones presidenciales de este año también utilizaron este sistema de votación.
¿Por qué el sistema de Boleta Única Electrónica es más económico?
Finalmente, el sistema de Boleta Única Electrónica redunda en menores costos al eliminar el volumen de impresión de boletas de toda la logística necesaria para la elección. Una información comparativa expuso que en el año 2015, mientras Santa Fe gastó 169 millones de pesos en la impresión de boletas, CABA requirió 163 millones de pesos en total para el operativo de elecciones generales y el ballotage.
La máquina es para seleccionar e imprimir, el chip para controlar y luego contar los votos y la impresión para chequear los resultados después, resumen.
Este mecanismo de elección convivirá en las escuelas porteñas con el sistema tradicional, de boleta sábana de papel, que será el utilizado para las categorías de Presidente, Gobernador, Diputados y Senadores. Las categorías elegidas mediante Boleta Única Electrónica serán Jefe y Vicejefe de gobierno, 30 legisladores y 15 miembros de juntas comunales.
La decisión de optar por un “desdoblamiento concurrente” fue adoptada por el actual jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, aunque su la posibilidad de utilizarlo se introdujo a partir de legislación sancionada durante la gestión de Mauricio Macri. Se utilizó en las elecciones de 2015, en las que Rodríguez Larreta resultó electo como alcalde de la Ciudad.
“Es un sistema más ágil, más sencillo, más transparente y es una bandera del PRO que inició Mauricio en la Ciudad en el 2015 y que también promovimos junto a todos Juntos por el Cambio a nivel nacional”, dijo Rodríguez Larreta, al argumentar su decisión.
Además, se utiliza en las provincias de Salta, Neuquén y Santa Fe.
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