Mientras la pelea por la sucesión porteña sube de tono, y la discusión entre Jorge Macri y Martín Lousteau se lleva toda la atención, una encuesta que auscultó el pulso del electorado de la ciudad de Buenos Aires trajo novedades que muestran movimientos clave en la preferencia de los votantes. Entre ellas, que tras 16 años ininterrumpidos de gobierno, la coalición no sólo se muestra competitiva, sino que reúne más del 50% de la intención de voto.
El sondeo de Opina Argentina, la encuestadora que dirige Facundo Nejamkis, señala que los protagonistas principales de la interna de Juntos por el Cambio están cabeza a cabeza y apenas los separa una luz de dos puntos porcentuales. La encuesta se elaboró entre el 13 y el 19 de julio, en medio de dos sucesos que golpearon la campaña de Macri: la controversia por su domicilio y la renuncia de Franco Rinaldi a encabezar la lista de candidatos a legisladores, después de dichos antisemitas, racistas y homofóbicos.
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En diálogo con Infobae, Nejamkis compartió las principales conclusiones del sondeo: un “empate técnico” entre los precandidatos de Juntos por el Cambio, Lousteau y Macri, con tendencia creciente el primero y decreciente el segundo; y que tanto Leandro Santoro (Unión por la Patria) como Ramiro Marra (La Libertad Avanza), corren muy por detrás de los dos precandidatos de JxC.
El analista político destacó que ambos líderes representan perfiles distintos y que ninguno llega a convocar a la totalidad de los votos de su rival. De todos modos, destacó que la atracción que tiene la PASO de Juntos por el Cambio “convierte a la elección en casi un balotaje adelantado, porque quien gane probablemente sea el próximo jefe de Gobierno”.
-La última encuesta sobre intención de voto e imagen de los precandidatos en la ciudad de Buenos Aires dejó números muy interesantes. ¿Qué está pasando en la carrera por la sucesión porteña?
-Las internas de Juntos por el Cambio se han convertido en la vedette de estas Primarias, de cara al 13 de agosto. Es el espacio que tiene las disputas más interesantes a nivel nacional, ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires y lo que vimos en Santa Fe hace unos días.
Lo que esta encuesta de Ciudad de Buenos Aires nos está mostrando son varios elementos: primero, la muy buena performance que tiene Juntos por el Cambio en la Ciudad de Buenos Aires y que mantiene después de 16 años de gobierno. En eso ayuda, por un lado una gestión bien valorada por los vecinos y, además, porque todavía sigue siendo visto en la ciudad de Buenos Aires Juntos por el Cambio como la principal fuerza opositora al oficialismo hoy gobernante, al ex Frente de Todos, actual Unión por la Patria.
En segundo lugar, no cabe duda, de acuerdo a estos números, que quien gane la primaria de Juntos por el Cambio es -muy probablemente, casi con seguridad- el próximo jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. A diferencia de lo que puede suceder en provincia Buenos Aires -gane Diego Santilli o Néstor Grindetti-o incluso a nivel nacional -gane Patricia Bullrich u Horacio Rodríguez Larreta- no tienen garantizado o allanado el camino hacia el puesto mayor, en la ciudad de Buenos Aires sería casi un milagro que otra fuerza política pueda ganarle a Juntos por el Cambio, que tiene chance ganar en primera vuelta o en segunda vuelta. Esto convierte a la elección en casi un balotaje adelantado. Es decir, la primaria se convierte en un balotaje, porque el que gane probablemente sea el próximo jefe de Gobierno.
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-Haciendo zoom específicamente en la disputa entre Martín Lousteau y Jorge Macri, que es como usted dice un balotaje anticipado, ¿cómo están los números y qué chances hay de que uno de los dos se imponga, si hay una tendencia firme a partir de estos números?
-Nosotros vemos a un Jorge Macri afincado en los votos que son el núcleo duro del PRO, históricamente, en la ciudad de Buenos Aires, alrededor de 20% a 25% de los votos. Y a Martín Lousteau afincado en los votos que se han ido incorporando a esa coalición grande, que es Juntos por el Cambio en la ciudad, que son votantes del PRO, pero que buscan opciones más moderadas. También mucho votante del radicalismo, que ha sido históricamente fuerte en la ciudad de Buenos Aires; más votantes de la Coalición Cívica; y votantes independientes.
Eso nos da hoy un resultado de casi paridad, a diferencia de lo que sucedía unos meses atrás, donde Jorge Macri llevaba unos puntos de ventaja que no lo situaban todavía en el escenario de empate técnico. Hoy tenemos una situación de mucha mayor paridad y solo lo tenemos dos puntos por encima a Jorge Macri de Martín Lousteau, en un resultado que nos da a nosotros 28% a 26%, que incluso suma, entre los dos, por encima de los 50 puntos necesarios para ganar en primera vuelta.
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-Hay una tendencia que describía a usted de que Martín Lousteau está en ascenso. ¿La tendencia de Jorge Macri es de estabilidad o de caída?
-No, más bien la describiría como de estancamiento. No es que es una candidatura que cae en su intención de voto, pero tampoco es una candidatura que crece. Por el contrario, la candidatura de Martín Lousteau es una candidatura que crece y se acerca peligrosamente o amenaza las chances de Jorge Macri. Se ha convertido en una primaria súper competitiva, súper atractiva y en la que estoy seguro que todos los votantes de la ciudad y los analistas, por supuesto también, vamos a estar mirando el 13 de agosto.
-Las otras fuerzas, el peronismo de Unión por la Patria, o incluso la de los libertarios ¿cómo funcionan en este en este mapa general?
-La izquierda está en sus valores clásicos, de alrededor de los 4 a 6 puntos. Siempre es eso lo que aproximadamente logra en las elecciones en la ciudad de Buenos Aires. Luego tenemos a los libertarios, que obtienen una performance menor de la que logra Javier Milei, porque recordemos que en la ciudad de Buenos Aires no solo la gente recuerda menos a los candidatos locales que a los candidatos nacionales -como le pasan a Javier Milei en otro distritos- sino que además el sistema de votación alienta que uno puede votar cosas diferentes en la categoría presidente y en la categoría jefe de Gobierno de la ciudad. Como sucede, por ejemplo, en Rosario con las boletas únicas para cada categoría, que se votan separado.
Es posible esperar que Ramiro Marra, el candidato de Javier Milei, obtenga menos votos que los que obtiene Javier Milei en su candidatura presidencial: para nosotros se ubica en una performance por debajo del 10%. Y la candidatura de Leandro Santoro, el candidato de Unión por la Patria, es una candidatura que se ubica en el rango de entre los 20 y los 22 puntos, pero tiene a diferencia de lo que sucede en el espacio de Juntos por el Cambio -y esto también le sucede a Marra en La Libertad Avanza- no tienen competidores internos. Eso convierte a esas primarias en poco atractivas para el votante independiente, porque son elecciones donde no se define nada.
Tranquilamente, podrían decirnos -y voy a dar un ejemplo para llevarlo al extremo- que le puede gustar Ramiro Marra, pero quieren ahora que gane Lousteau o Jorge Macri. Pueden votar ahora a uno de los dos y después votar a Ramiro Marra o a Leandro Santoro. Esta primaria habilita eso y, creo, vamos a ver muchas sorpresas de movimientos de votos en la categoría jefe de Gobierno, a propósito de la instauración de este sistema de boleta única electrónica.
-Volviendo a la disputa entre Jorge Macri y Martín Lousteau ¿qué pudo haber provocado el crecimiento de uno y el estancamiento del otro?
-En el inicio de la campaña, uno podía decir que Jorge Macri era quizás quien tenía más fuertemente la identidad de Juntos por el Cambio y Martín Lousteau era el desafiante, el challenger, el que tenía que tratar de apropiarse de esa identidad, que con el apellido Macri tenía más sintonía. Después de las tres primeras semanas de campaña uno observa que a Jorge Macri le ha costado comenzar la campaña y poder hablar de una agenda propositiva y una agenda de propuestas. Las primeras semanas estuvieron vinculadas primero a la cuestión de su domicilio, la controversia acerca de si podía o no ser candidato a jefe gobierno -entiendo que ya falló el Tribunal Superior de Justicia y queda una instancia en la Corte Suprema- y luego la controversia alrededor de la candidatura de Franco Rinaldi, como primer legislador en la ciudad.
Ha tenido que salir con una campaña en la cual él no está cómodo, está incómodo y digamos esto suele ser muy favorable para los rivales. Cuando hay un candidato que no siente comodidad, que tiene que ir a los programas de televisión o a las entrevistas a responder cuestionamientos -no cuestionamientos viejos, del pasado- sino de cuestiones muy presentes y que están muy insertas en la agenda pública, eso le da dificultades para darle nitidez a una campaña electoral que compite además con otras campañas electorales. Encontrar el espacio para hablar, el espacio para hacer propuestas, es bastante difícil y complejo.
Esta podría ser una explicación posible respecto de ese estancamiento de Jorge Macri y ese crecimiento de Lousteau.
-Otro dato muy interesante es la pregunta “podría llegar a votarlo”. Ahí Lousteau tiene 38%, mientras que Jorge Macri tiene 27%. ¿Detectaron más potencialidad de Lousteau en el “voto más blando”?
Volvemos al principio. Jorge Macri está afincada su potencia en un núcleo duro del PRO, que es seguidor de esa fuerza desde sus inicios, es seguidor del expresidente Mauricio Macri, pero también eso le marca un techo más bajo. La candidatura de Lousteau se apalanca en un núcleo más blando y eso le da un potencial de un techo mucho más alto. Lo mismo sucede si medís la imagen de uno y de otro y también, cuando se ven escenarios de balotaje o escenarios donde compite solo uno de los dos -sacás a Jorge Macri o sacás a Lousteau de la competencia- también Lousteau alcanza performance más altas.
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-¿Los dos absorben todo el voto de su rival o una porción?
-No, ninguno. Hoy la marca está muy alta. Cuando sumás a ambos está en 53 a 54 puntos. Ese estándar no lo alcanzan ninguno de los dos en un escenario de primera vuelta. Probablemente, puede ser porque algunos votantes elijan otras opciones y quieran votar en la primaria, pero después no voten en la general.
También puede ser que haya votantes que, si vos les sacás su candidato, en principio, dicen que no votan al nuevo candidato que quedó -después, cuando llega el momento de la elección, lo hacen- es decir que hay que esperar ese fenómeno. Ninguno alcanza la misma marca que sumados ambos, pero Lousteau, en el escenario solo contra el resto de los candidatos, alcanza, una performance un poco más alta que la que alcanza Jorge Macri, de alrededor de dos o tres puntos por encima.
-Un techo más alto en la general.
Así es.
-¿Cómo puede afectar esta nueva modalidad de voto concurrente? En la ciudad Larreta tiene una potencialidad mayor que Patricia Bullrich. ¿Hay algún tipo de impacto, arrastre o influencia de una a otra categoría?
-Mi intuición me dice, conociendo cómo funcionan los sistemas y las reglas electorales, que cuando vos tenés un sistema de votación separado, que da más libertad al votante -en el sentido que el votante no tiene que verse obligado a cortar o a separar, sino que la separación está hecha de antemano y puede elegir opciones como si estuviese en un mercado- eso genera resultados más imprevisibles.
Es más difícil calcular los efectos arrastre y es posible que veamos una dinámica de una elección en la ciudad que no tenga necesariamente que ver con los resultados que veamos en las categorías nacionales, en la propia ciudad de Buenos Aires.
-Macri está mucho más abajo que Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. ¿La marca, el apellido no tiene el peso que por ahí pueden tener en términos electorales la marca o el apellido Larreta o Bullrich?
La posibilidad de que Bullrich y Larreta -por ambos lo digo- compitan hoy en una primaria por la sucesión en el liderazgo de Juntos por el Cambio y del PRO también no es una decisión solo generosa del ex presidente, que por ahí puede haber tenido ese gesto generoso, sino que es sobre todo una necesidad de ese espacio político de buscar nuevos liderazgos ante el desgaste de su liderazgo principal, que es el de Mauricio Macri. Algo parecido le sucede a Unión por la Patria.
No es que esos liderazgos están ahí porque les han cedido el lugar, sino que se han ganado tanto Bullrich y Larreta el derecho a competir porque hoy tienen mejores performances que los líderes que vienen a reemplazarlo.
Ficha técnica
Población de estudio: Habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, mayores de 18 años.
Muestra: 800 casos ponderados por cuotas de edad, nivel socio-económico y sexo.
Margen de error: +/- 3,5% error muestral para un nivel de confianza del 95%
Técnica de relevamiento: 340 casos presenciales, 460 casos con sistema telefónico CATI.
Fecha de campo: Del 13 al 19 julio
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