La negociación que se tramita en Washington entre los técnicos argentinos y los del Fondo Monetario Internacional no sólo tiene en vilo a los principales agentes económicos sino que también plantea condicionamientos a la campaña de Unión por la Patria. Se trata de un objetivo político de primer orden para el Gobierno y de cuya resolución se derivarán consecuencias inevitables que impactarán en la actividad proselitista del hombre que está, al mismo tiempo, en las dos orillas: Sergio Massa.
Como ministro de Economía y, simultáneamente, precandidato a presidente de la coalición oficialista Unión por la Patria, Massa y su equipo plantean que están enfocados en “conseguir el mejor acuerdo posible”, aun cuando eso pueda consumir los dos bienes más escasos que tiene el Gobierno: dólares y tiempo.
El acuerdo -en el Palacio de Hacienda argumentan que la discusión avanza, aunque no exenta de tensiones y rispideces- tendrá una traducción inevitable e instantánea en la campaña y demandará de parte de los equipos políticos de UP una narrativa que le permita a los candidatos presentarlo como un requisito para dotar a la economía de una estabilidad necesaria aunque no suficiente para atravesar sin sobresaltos todo el proceso electoral, que empezó hace meses y terminará recién en noviembre, en un balotaje casi irremediable.
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En el entorno del ministro ya empiezan a sugerir algunas líneas de lo que serán esos argumentos: recordar la responsabilidad de Mauricio Macri y Juntos por el Cambio en un préstamo que condiciona mucho más que la economía y la política de la Argentina; que la prioridad es proteger a los sectores más castigados pero también a la clase media; evitar saltos bruscos en el tipo de cambio que generen más pobreza; y garantizar la provisión de los dólares necesarios para seguir produciendo.
Hay más, pero van a depender de lo que finalmente se acuerde en Washington. Hacia allí fueron el lunes funcionarios clave del Palacio de Hacienda y en las últimas horas se sumaron los secretarios Leonardo Madcur y Raúl Rigo. “Son los negociadores más duros y de mucha confianza de Massa”, explicaron a Infobae los mismos que insisten en que “ya está cerca” el acuerdo. Para este viernes se prometió un staff level agreement que por ahora luce lejano.
Lo concreto es que Infobae anticipó algunas de las medidas que anunciará el Ministerio de Economía y que se explican como parte de los avances que hay entre el staff del Fondo Monetario y los enviados por Massa a discutir la letra chica.
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Massa sigue confiando en que sus vínculos sólidos y permanentes con el poder político de Estados Unidos ayudarán en el sprint final de la firma del acuerdo, pero sabe que su contenido deberá pasar por el escrutinio de dos actores decisivos de la coalición oficialista que vienen sosteniendo y “jugando bien”, según dicen en su entorno: Cristina Kirchner y La Cámpora.
Máximo Kirchner fue uno de aliados imprescindibles que tuvo el ministro para terminar al frente de la boleta de UP como el candidato de la unidad. Pero es el mismo diputado que renunció a la presidencia del bloque de la Cámara baja, disconforme con lo que había firmado Martín Guzmán, con el apoyo exclusivo de Alberto Fernández. Y Cristina Kirchner escenificó en el acto que compartieron esta semana en Aerolíneas Argentinas que “Sergio” tiene todavía crédito a favor.
Pero todos saben que hay tiempos que no se estiran y aparecen en el horizonte como muros fríos e inmóviles. La acumulación de vencimientos, como el inicio del receso de verano del hemisferio norte, dentro de 10 corridos exactos, le ponen a todo una dosis extra de dramatismo. Ni que hablar de las tres semanas que quedan hasta el viernes el que termina la campaña para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, las PASO, que se celebrarán el próximo 13 de agosto.
Además, aparece otro límite: desde este miércoles empezó a regir la veda para los actos de Gobierno. Tanto el Poder Ejecutivo Nacional como las administraciones provinciales y municipales tienen prohibido realizar anuncios de gestión que puedan promover la captación del voto, según lo establece el artículo 64 quarter Código Electoral Nacional. “Durante la campaña electoral la publicidad de los actos de gobierno no podrá contener elementos que promuevan o desincentiven expresamente la captación del sufragio a favor de ninguno de los candidatos a cargos públicos electivos, ni de las agrupaciones políticas por las que compiten”, dice el texto de la Ley 19.945.
Más allá de todo, desde Economía respondían: “Pragmatismo y sentido común para tener el mejor acuerdo” y resaltaban como un activo la declaración que hizo el Fondo. ”Nuestros equipos continúan trabajando constructivamente, en persona, con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre la quinta revisión del programa de Argentina respaldado por el Fondo. Las discusiones continúan enfocadas en las políticas para fortalecer las reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal. Continuaremos comunicando sobre el progreso de estas discusiones”, publicó el organismo.
Es el mismo FMI que el miércoles en su reporte External Sector Report (ESR), denominado “External Rebalancing in Turbulent Times”, que analiza la situación de la cuenta corriente de los países, pidió unificar el tipo de cambio y hacer un ajuste fiscal y monetario para fortalecer las reservas. Escribieron en papel lo que había trascendido en off the record: la sugerencia de una megadevaluación en medio de la campaña. “¿Que la pobreza aumente 30% de un saque? ¿Qué están fumando allá?”, trascendió que respondió Massa cuando se enteró.
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