La relación entre las Fuerzas Armadas y el kirchnerismo siempre fue, como poco, tirante. Los juicios por los delitos de lesa humanidad, bajar los cuadros de los dictadores y la política de derechos humanos y de reparación a las víctimas del terrorismo de Estado chocaron de frente con ciertos sectores de los militares. Pero ahora, el oficialismo avanzó un paso más.
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, envió al Congreso de la Nación un proyecto de ley que mantiene el sistema para el ascenso de oficiales de las Fuerzas Armadas en donde lo concede el jefe de Estado previo acuerdo del Senado. Y, en el caso de los suboficiales, la novedad normativa es que el Presidente de la Nación podrá ascenderlos al escalafón de oficiales atendiendo a criterios “de antigüedad e idoneidad”.
Así queda establecido en el artículo 43 de la iniciativa: “El ascenso del personal de Oficiales de las Fuerzas Armadas lo concede el PRESIDENTE DE LA NACIÓN, y previo acuerdo del HONORABLE SENADO DE LA NACIÓN a Oficial Superior y dentro de esa subcategoría. El ascenso del personal de Suboficiales de las Fuerzas Armadas será otorgado por el PRESIDENTE DE LA NACIÓN. La Tropa y el Alumnado se regirán por sus respectivos regímenes particulares, en cuyo diseño se tendrá en cuenta el principio de la acción militar conjunta”.
El sistema actual establece que primero hay una selección interna de cada una de las fuerzas, luego se envían los candidatos al Ejecutivo y es éste quien los remite al Senado, en donde son debatidos en la Comisión de Acuerdo y en donde, por lo general, el kirchnerismo realiza un exhaustivo análisis de los antecedentes teniendo como eje un posible contacto con la represión ilegal.
Para el especialista en temas militares Miguel Ángel Toma, el proyecto de ley que ingresó al Senado significa llevar adelante “un intento muy similar a lo que hizo Hugo Chaves -ex presidente de Venezuela- porque al anular la Junta Militar como el instrumento capaz de calificar profesionalmente a las personas de las fuerzas, se abre la posibilidad de la ideologización y la politización de las FFAA. Ahora se abre la posibilidad de poner en las fuerzas armadas de personas identificas con una fuerza o idea política”.
“A partir de esto las FFAA dejan de ser el instrumento en función de la defensa de la soberanía para pasar a ser un instrumento de la política de un gobierno circunstancial, que en este caso, además, alineado con todos los dictadores de América latina como Cuba, Venezuela y Nicaragua, y del resto del mundo como Irán, China y Rusia. Es el abandono de occidente”, agregó el especialista.
Frente a las críticas de Toma, el ministro Taiana respondió lo siguiente:
- ”Resulta lamentable que un Proyecto de Ley con un importante grado de consenso se tome como tema de campaña y se desvirtúen de manera deliberada su contenido, intenciones y objetivos. Hoy, luego de 52 años llega al Congreso una Ley integral que recoge la experiencia y la evolución de la doctrina y el pensamiento estratégico militar. Descalificar en el debate público no parece ser el camino correcto para que surja una ley consensuada”.
- El Proyecto también prevé que los ascensos de los Oficiales, Suboficiales, Tropa y Alumnado se producirán al grado inmediato superior según las vacantes existentes, en función de los criterios de antigüedad e idoneidad, mediante el sistema de selección y de acuerdo con los procedimientos que establezca la Reglamentación de la Ley. Estos criterios y mecanismos son precisamente los establecidos en la Junta de Calificaciones de cada una de las Fuerzas y que lejos de derogarse se fortalecen.
- “Es un proyecto de Ley que amplía derechos y habilita mecanismos que facilitan e incentivan el pasaje de categoría de soldado a suboficial y de suboficial a oficial fomentando la capacitación continua, la igualdad de oportunidades y el progreso en una carrera militar con jerarquización salarial y modernización del equipamiento. Todas políticas cabalmente implementadas por el actual gobierno, con el objetivo de contar con Fuerzas Armadas de Excelencia”.
La iniciativa del Gobierno llegó a principios de la semana pasada a la Cámara alta, y la bancada justicialista diseña una estategia para sumar los votos necesarios que permitan aprobar el proyecto de ley antes de que concluya el mandato de Alberto Fernández. Se trata de una tarea compleja teniendo en cuenta que la oposición rechaza el proyecto y que en medio está la batalla electoral.
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