El oficialismo renueva la esperanzas de volver a sesionar en el Senado de la Nación luego de cuatro meses de inactividad y una sesión frustrada por falta de número para alcanzar el quórum.
Sin embargo, en las últimas horas se destrabó un conflicto que haría que en la primera semana de agosto el kirchnerismo lograría alcanzar los 37 senadores para poder avanzar en un tema que genera mucho interés: la aprobación de los pliegos de 75 magistrados.
Hace una semana parecía estar todo listo para sesionar y aprobar los pliegos. Sin embargo, la interna del PJ de Jujuy y un proyecto de ley sin dictamen hicieron que dos de los socios que iban a sumar desaparecieran del Palacio Legislativo.
El oficialismo contaba con el apoyo de senadores del bloque opositor Unidad Federal que a última hora “se resfriaron”, según palabras del propio José Mayans —presidente del interbloque del Frente de Todos. Esos legisladores a los que hacen referencia desde el oficialismo, y que fallaron al acuerdo, son el jujeño Guillermo Snopek y el entrerriano Edgardo Kuider. Ambos estuvieron ausentes en el recinto.
Kuider está en la pelea por un proyecto de ley de tarifas energéticas diferenciales para las zonas cálidas y Snopek se retiró porque intervinieron el PJ provincial y lo quitaron de la lista presidencial de la boleta de Unión por la Patria para su candidatura a diputado nacional. En UP decían que la medida había sido en represalia porque el jujeño había pedido bajar a las otras listas con las que compite.
Una semana más tarde, el conflicto se desinfló y Snopek volvió al paño que lleva a Sergio Massa como precandidatos a presidente y las conversaciones se encauzaron. “Se solucionó el conflicto y hay posibilidades de tener el quórum nuevamente”, aseguró a Infobae una fuente del interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara alta.
La vuelta al recinto luego de varios meses sin sesionar la lograría el oficialismo de la mano de varios socios. Desde principios de año el interbloque del Frente de Todos suma 31 voluntades, pero para esta nueva sesión contaría con la ayuda de los senadores Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro), Magdalena Solari Quintana (Misiones) y Clara Vega (La Rioja), que suelen acompañar al kirchnerismo.
Y ahora nuevamente estaría contando con tres senadores de Unidad Federal, la bancada que se creó con la salida de cuatro dirigentes del interbloque del Frente de Todos. Los que ayudarán a llegar a los 37 miembros necesarios son María Eugenia Catalfamo -que estuvo la semana pasada en el recinto-, Guillermo Snopek y Edgardo Darío Kueider, todos ex miembros del FdT.
El interés del kirchnerismo por sesionar no sólo se encuadra en la cantidad de temas que se acumulan luego de cuatro meses sin bajar al recinto, sino que tiene que ver con un pliego en particular, el de la jueza Ana María Figueroa, quien comparte la sala con Diego Barroetaveña y Daniel Petrone.
La magistrada cumple 75 años el próximo 9 de agosto y, si no se sesiona antes de esa fecha para aprobar el pliego que extiende por 5 años su labor, automáticamente será jubilada.
Figueroa es una pieza clave en la causa Hotesur, en la que Cristina Kirchner está acusada de lavado de dinero. Aunque su pliego para continuar como vocal no tiene ninguna impugnación, desde la oposición señalan que Figueroa tiene un proceso abierto en el Consejo de la Magistratura por demorarse en un pedido para que se anule un sobreseimiento contra la Vicepresidenta y finalmente pase a juicio oral.
Pero la controversia no sólo tiene que ver con los tiempos del proceso, sino con que la magistrada señaló que la Vicepresidenta sufrió “hostigamiento” de parte del Poder Judicial con motivo de las 8 indagatorias en un día a la que fue sometida por parte del fallecido juez Bonadío. Esta opinión es, por lo menos, cuestionable para los senadores de Juntos por el Cambio, que así se lo hicieron saber en la Comisión de Acuerdos.
Ahora los plazos empiezas a jugar un rol fundamental. El kirchnerismo tiene que conseguir los 37 senadores en su banca para poder sesionar entre el lunes 31 de julio y el martes 8 de agosto. Es el único “tiro” que tiene si quiere mantener a Figueroa en su cargo. Si no lo logra, un día más tarde la magistrada cumplirá los 75 años y será jubilada.
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