Santa Fe se convirtió en la provincia decisiva para la interna presidencial de Juntos por el Cambio. Horacio Rodríguez Larreta se sumó al festejo de Maximiliano Pullaro y buscó despegarse de Patricia Bullrich, su contrincante en la primaria opositora, que apoyaba a Carolina Losada. El jefe de Gobierno porteño sumó así una foto a su álbum de campaña donde ya había postales como los triunfos en San Luis y en San Juan, distritos que lo tuvieron como el principal anclaje nacional de esas elecciones locales. Pero hay un lugar que será letal en la puja entre Larreta y Bullrich: la provincia de Buenos Aires. En la madre de todas las batallas, Diego Santilli es el precandidato a gobernador y cara visible de la campaña larretista. Es allí donde la mesa política del alcalde porteño pretende sacar una ventaja que desequilibre la PASO contra su rival del PRO.
Santilli conoce que es una pieza clave del proyecto presidencial de Larreta. Entiende también, aunque no lo exteriorice en público, que le será difícil ser gobernador de la provincia de Buenos Aires si Rodríguez Larreta no se impone a Bullrich. La historia política bonaerense indica que ambas candidaturas son inherentes y que la candidatura presidencial arrastra, casi perfectamente, a boleta del gobernador. Al mismo, tiempo, no ignora que cosecha “buenos números” de imagen e intención de voto que pueden ser determinantes para la interna de JxC.
Para potenciar la candidatura de Larreta (y su propia figura), Santilli ejecuta una campaña centrada en 50 distritos estratégicos de la provincia. De los 135 municipios bonaerense, el equipo político del diputado nacional focalizó en esas jurisdicciones porque representan el 90 por ciento del padrón de la provincia. Allí están los principales lugares del conurbano, claves por su densidad electoral, y las cabeceras de las secciones electorales que comprenden el interior provincial.
El arquitecto político de esa estrategia fue el propio Santilli, Agustín Forchieri, su jefe de campaña, junto a sus asesores políticos y el equipo de comunicación estratégica. Los detalles de esa táctica se desplegaron la semana pasada, en una reunión que el precandidato a gobernador tuvo con un grupo de intendente y dirigentes de su armado. Se hizo el martes pasado al mediodía, en sus oficinas en Barrio Parque. Dentro de los asistentes, sobresalió la presencia de intendentes como Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Julio Garro (La Plata), Pablo Petrecca (Junín), los dirigentes Martiniano Molina (Quilmes), Lucas Delfino (Hurlingham) y Gastón di Castelnuovo (Ituzaingó).
La estrategia consiste en visitar al menos una vez esos distritos, con recorridas de campaña junto a los candidatos a intendentes locales del larretismo, hacer presencia en medios y diarios locales. “Va a hacer un raid tremendo”, detalló a Infobae un dirigente del conurbano que frecuenta el búnker político de Santilli. Los lugares centrales del conurbano son La Matanza, Merlo, Morón, San Martín, Tres de Febrero, Quilmes, Almirante Brown, Lanús, Florencio Varela, Lomas de Zamora, Avellaneda, Lanús, Tres de Febrero, La Plata y Vicente López. En el interior, dentro de esos 50 municipios aparecen distritos como Bahía Blanca, Tres Arroyos, Coronel Rosales, San Nicolás, Pergamino, , Junín, Chivilcoy, General Pueyrredón (Mar del Plata).
El jueves y viernes pasado, Santilli recorrió localidades de la Cuarta Sección electoral, en el centro geográfico de la provincia de Buenos Aires. Terminó a la noche del viernes, en una cena en Olavarría, que encabezó el intendente Ezequiel Galli, aliado leal de Santilli y Rodríguez Larreta. Ante cerca de 1000 personas, el precandidato a gobernador fue la figura estelar de la comida, junto al jefe comunal. Para tener una pausa en la campaña, el sábado estuvo junto a Forchieri -que es dirigente del club- en el estadio Más Monumental, en el triunfo de River Plate contra Estudiantes, que coronó campeón de la Liga al conjunto de Martín Demichelis. Santilli es hincha acérrimo del Millonario.
Esta semana, Santilli retomó el raid de campaña por la Sexta Sección. Hoy visitó Bahía Blanca junto a José Luis Espert. Allí apoya la precandidatura a intendente de Andrés De Leo, senador bonaerense y hombre de confianza de Elisa Carrió. Compite contra Nidia Moirano, precandidata respaldada por Héctor Gay, actual intendente bahiense, y por Bullrich en el plano nacional. Mañana tiene previsto estar en Mar del Plata, donde compartirá una actividad con el intendente Guillermo Montenegro. El miércoles coincidirá en “La Feliz” con Rodríguez Larreta.
Santilli lleva su propia agenda de campaña. Y cuando lo consideran necesario, confluyen con otros referentes del armado bonaerense, como los precandidatos a senadores Espert y Cynthia Hotton, los precandidatos a diputados nacionales Miguel Ángel Pichetto y Silvia Lospennato. Lo mismo con Gustavo Posse, intendente de San Isidro y su compañero de fórmula. El sanisidrense es hombre de confianza de Gerardo Morales, precandidato a vicepresidente de Larreta, y cumple un rol clave dentro de la estructura radical de la provincia, disidente a la conducción de Maximiliano Abad. Dentro del esquema de Santilli, Posse se ocupa de hacer base en los distritos que gobierna el radicalismo. Centralmente, en los que Morales y él tienen incidencia política.
Para Larreta, ganar la provincia es axial. No sólo porque le permitiría desequilibrar la interna contra Bullrich, sino porque lograr el gobierno bonaerense y destronar a Axel Kicillof es algo que evalúa como condición necesaria para la gobernabilidad de una eventual presidencia de JxC. El jefe de Gobierno vio la serie 2001 y conoce que sin contención política en el conurbano, cualquier programa económico de estabilización puede carecer de legitimidad política.
“Siempre la provincia de Buenos Aires es una elección crítica para todo Gobierno. Hoy las encuestas dicen que hay más chances de ganar la elección nacional que la provincia de Buenos Aires”, analizó ante Infobae Lospennato, dirigente clave en el armado bonaerense de Larreta. La diputada nacional considera que “un presidente que no gobierna la provincia es alguien con menores condiciones de gobernabilidad”. Por eso, entiende que es “muy importante” que el que pase la PASO sea Santilli. “Es el candidato más competitivo”, sostuvo Lospennato.
Desde el otro campamento de la interna, Bullrich trabaja para afianzar su figura y asociarla a la de Néstor Grindetti, intendente de Lanús y el otro precandidato a gobernador de JxC. La semana pasada publicaron el primer spot de campaña juntos, centrado en el respaldo al Presidente del Club Independiente. La ex ministra de Seguridad entiende que la presencia de Grindetti le da fuerza en un distrito relevante de la Tercera Sección electoral. Hace idéntica lectura de la Primera Sección, donde su referente es Joaquín De La Torre, jefe político de San Miguel. Mientras que en la Segunda Sección se apoya en la figura de Manuel Passaglia, el joven intendente de San Nicolás, distrito más poblado de esa región electoral, y de Javier Iguacel, jefe comunal de Capitán Sarmiento.
El diputado nacional Sebastián García De Luca y el legislador Adrián Urreli son los arquitectos políticos del armado bonaerense de Bullrich y Grindetti. Luego, el bullrichismo evalúa que hará una buena performance en el interior bonaerense, producto del pacto político que sellaron con Maximiliano Abad, presidente del Comité UCR de la provincia. “Eso nos da capilaridad territorial en todos los pueblos”, se solaza un dirigente del entorno de Bullrich al hablar del armado provincial.
El larretismo confía en lograr mejores números que Bullrich en la Primera y la Tercera sección electoral. Es decir, en el conurbano. A cuatro semanas de las PASO del 13 de agosto, Santilli conserva la cautela y considera que la campaña “recién empieza”. “Lo que está pasando es que la gente todavía está empezando a entender quién está con quién. Empiezan a preguntar cosas de política ahora”, se entusiasmó un legislador del dispositivo político de Larreta. “Hay que mirar menos las encuestas y caminar más”, concluyó.
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