(Enviada especial a Bruselas).-En su primera conferencia de prensa conjunta con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, horas antes del comienzo de la Cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), el presidente de Brasil, Lula Da Silva, dijo que su país “va a cumplir con su parte” para contribuir a la transición energética que resulta central para el bloque europeo, en medio de la incertidumbre y luego de los cruces sobre el acuerdo con el Mercosur, al cual, en su primera alocución, no se refirió. Luego, en la apertura del Foro Comercial, sí aludió brevemente al asunto: “Queremos un acuerdo que prevea los desafíos a futuro”, deslizó Lula.
“Nuestro país tiene fuerte tendencia a la energía renovable para la producción. Tenemos un 50 por ciento renovable, contra el 15 de otros países. Esto pasó a ser una prioridad, y es un asunto que interesa en la Unión Europea”, remarcó Lula junto a Von der Leyen en la antesala de la Mesa Redonda Comercial entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe (EU-LAC) que se celebra esta mañana en el edificio Berlaymont del centro administrativo de la capital belga, a metros de la sede donde tendrá lugar la cumbre con la CELAC.
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“Ahora presentamos un gran programa energético en Berlín, a cuya presentación vamos a invitar a la UE a participar, porque va a ser el más profundo programa de transición energética en esta época, y el Brasil va a cumplir con su parte”, agregó, aún sin hablar del acuerdo.
“Es un compromiso del pueblo brasilero, y queremos que la UE entienda que hay que invertir en la Amazonia, donde hay 50 millones de sudamericanos”, añadió. E invitó a las autoridades de la UE a discutir los temas ambientales en el foro del 8 y 9 de agosto en Berlín. “Allí vamos a poder discutir en conjunto a preservación de la flora, que tanto se necesita para acercar a Brasil y América Latina”, lanzó.
Sus declaraciones de buena predisposición fueron claves en la previa el encuentro entre jefes de Estado que comienza al mediodía en esta ciudad. Allí, entre muchos otros temas, uno de los más espinosos es el empantanado acuerdo entre la UE y el Mercosur, cuyas principales trabas están relacionadas con las exigencias sobre las condiciones de producción en términos ambientales. En especial, de países que reciben fuertes presiones de sus productores y exportadores locales, como Francia y Países Bajos.
Von der Leyen, que eligió a Lul para su primera exhibición conjunta de la jornada, le había dado una calurosa bienvenida, minutos antes. “Queremos discutir cómo conectar a nuestra gente, a nuestros negocios, cómo diversificar cadenas de producción y modernizar a nuestras economías para reducir las inequidades”, dijo.
Ella sí se refirió directamente al acuerdo con el bloque integrado, también, por Argentina, Uruguay y Paraguay: “Queremos lograr que las negociaciones con el Mercosur lleguen a la línea final. Queremos eliminar las diferencias, para concluir en un acuerdo “win-win”, donde los dos lados se beneficien”, sostuvo. Y resaltó que la EU va a invertir en América Latina, principalmente a través de la iniciativa Global Gateway, que tiene un presupuesto de 300 mil millones de euros.
Después, durante la apertura del foro en la Sala de Prensa del mismo edificio, la presidenta de la Comisión se refirió a los motivos que impulsan la cumbre posterior, que se realiza por tercera vez, y que no se impulsaba desde hace 8 años (la última fue en 2015): “América Latina y el Caribe y Europa nos necesitamos mutuamente más que nunca”, insistió. “El mundo es más competitivo y tiene más conflicto que nunca antes, y todavía superando la pandemia de Covid, hemos sufrido mucho de la agresión de Rusia contra Ucrania. Y esto sucede sobre telón de fondo de la incertidumbre sobre la energía de China”, dijo.
Allí la escuchaban Lula, el presidente de España, Pedro Sánchez; y los titulares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Ilan Goldfajn; y del Banco de Desarrollo (CAF), Sergio Díaz-Granados, que luego elogiaron el objetivo de conexión entre continentes en las charlas que se avecinaban para las próximas horas, en sendos discursos.
Durante su alocución en ese marco, posterior a la conferencia de prensa inicial conjunta con Von der Leyen, Lula sí mencionó el acuerdo, directamente. “El acuerdo entre la UE y el Mercosur abrirá nuevos horizontes. Queremos un acuerdo que prevea los desafíos a futuro. Las ayudas gubernamentales son un elemento vital para la inversión en política industrial, Estados Unidos y la UE ya tienen políticas industriales ambiciosas, basadas en compras públicas”, resaltó.
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E hizo una referencia, aunque sin mencionarlo, a la gestión anterior, a su antecesor, Jair Bolsonaro: “Brasil ha vuelto al escenario internacional, para contribuir a la lucha contra el desafío del planeta y el aumento de la desigualidad. Vamos a demostrar que es posible crecer de manera sostenible y eficiente”, expresó.
Por su parte, Pedro Sánchez, luego fe que España asumiera la presidencia rotativa de la UE, destacó la presencia de Lula, pidió que avance el acuerdo comercial, destacó la necesidad de que se haga en términos donde ambas regiones “ganen”, sin que sea un pacto “extractivista”, pero remarcó la necesidad de mejoras en las condiciones de producción, a pesar de que su país es uno de los que menos resiste el acuerdo.
“Lula, es un gusto escucharte hablar del Amazonas y escuchar que estás protegiendo ese bien público de Brasil y global, como es el Amazonas. Nosotros podemos aportar el know how de desarrollo”, dijo. Y ponderó el futuro e incierto acuerdo: “En relación a la UE y el Mercosur, tras 20 años de negociaciones, hay una ventana de oportunidades para ratificarlo, y España va a estar del lado de los que queremos cerrar el acuerdo, que sería importante para las regiones. El Gobierno de España y la UE estamos trabajamos en que se cierre con los temas ambientales y de de forma respetuosa con la soberanía de los países”, sostuvo.
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