“La general será otra elección”. En eso coinciden tanto oficialistas como opositores, aunque la noche del domingo habrá una pulseada adicional a la disputa electoral en las PASO de Santa Fe. Será la batalla por el relato, por la interpretación de los datos que arroje el escrutinio provisorio. Nada que no haya pasado antes, en lo que puede denominarse la noche en la que todos festejan algo.
No será una pelea menor, porque el impulso con el que salgan de la interna puede definir el clima con el que los candidatos ya consagrados irán a la general, especialmente los que surjan como postulantes de cada uno de los dos frentes que concentrarán el voto mayoritario.
Aunque puede haber numerosas lecturas parciales y diversas según cada categoría, esencialmente el problema se centra detrás de una pregunta simple: ¿Quién gana la elección de gobernador?
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Si como suele decirse, las internas son, además de una elección para ordenar las candidaturas en las listas, la única encuesta seria con la que podrán manejarse los partidos de cara a los comicios de 10 de setiembre, no hay mucho por debatir.
Quién es el más votado
El primer dato será saber quién es el más votado. Y según las estimaciones previas, el oficialista Marcelo Lewandowski apunta a ser ese candidato individualmente con mayor cantidad de sufragios. Según las estimaciones, podrían rondar entre el 20 y el 30%. En su interna habrá otros tres candidatos a gobernador, que podrían cosechar en conjunto otro 10% de los votos.
Si fuera una elección general, segundo y tercero podrían aparecer los dos principales animadores de la interna del frente opositor, Carolina Losada y Maximiliano Pullaro, que en la previa aparecen demasiado parejos como para dar un pálpito de quien se impondrá por poco sobre el otro. Pero en la previa se calcula que cualquiera de ellos, se ubicarán individualmente algunos puntos por debajo de Lewandowski.
El problema es que hay otra lectura posible, la de enfrentar mirando a la general a los dos frentes que se disputarán el sillón del Brigadier López en la Casa Gris santafesina.
Si se sumaran los votos que recogen individualmente los tres candidatos de la coalición opositora “Unidos” y se los comparara con la sumatoria de los cuatro del frente oficialista “Juntos”, probablemente se imponga este último, el opositor.
Con esa lectura se podría decir que el próximo gobernador de Santa Fe será de ese espacio, porque lo normal sería que como referente del espacio contenga a la totalidad —puntos más o menos—, de los sectores que conformaron esa alianza electoral. Esto puede ser así, pero también puede variar.
Un dato a tener en cuenta es que no hay ni a derecha ni a izquierda otros candidatos fuertes si los votantes de algunos de los candidatos que pierden en la interna quisieran fugar sus votos a otro lado, aunque existan otras opciones menores y siempre esté la posibilidad del voto en blanco. Hay que recordar que Milei no lleva candidato a gobernador en Santa Fe y que algunos referentes progresistas, que encabezan listas para diputados y concentran buena cantidad de votos, no apoyaron hasta ahora a ningún candidato a gobernador.
Qué pasó en otras elecciones
Hacer esa sumatoria de los votos que consigan todos los candidatos de un mismo frente tiene lógica, pero para algunos no corresponde, porque responde a un procedimiento que pertenece al pasado de la provincia, como fue la ley de lemas.
Los que resisten este conteo argumentan también que la oposición se agrupó para esta elección con el único objetivo de sacar al peronismo del gobierno y no se aglutinó detrás de un mismo programa de gobierno. “Es imposible que el socialismo piense igual a Cambiemos, cuando cada uno venía diciendo que el límite para una unión electoral era justamente ese otro”, fundamentan desde el peronismo.
A ese argumento le suman la agresiva campaña electoral en la que Losada atacó fuertemente a Pullaro. “Ya no les quedaba qué decirse. Uno trató a su oponente del mismo espacio de estar vinculado al narcotráfico y la respuesta fue que no es ético y moral representar a la provincia sin vivir en Santa Fe. No hay affectio societatis”, dicen con elegancia jurídica.
También creen que ese frente liderado por el PRO y la UCR no contiene del todo al socialismo.
Hay un antecedente en la provincia de una “ecuación invertida” de las PASO a la general, que podría darles algo de razón. Fue cuando en 2007 se enfrentaron el Frente para la Victoria, que sumó los votos de Rafael Bielsa y Agustín Rossi (unos 653.696 votos, el 46,47%), contra Hermes Binner, que en esas primarias consiguió 632.338 sufragios (44,96%) pero luego en la general fue el gobernador al conquistar de otros sectores y alcanzó los 790.927 (50,30%) y Bielsa mantuvo los propios y sumó poco: 660.217 (41,98%). En esa elección el radicalismo había ido por fuera con la fórmula Alicia-Tate Juan Carlos Millet y logró menos del 3% de los votos.
En ese ejemplo la diferencia fue escasa de frente a frente, pero pesó el nombre del candidato más votado, que era del sur, y lo precedían 20 años de gobernadores del norte de la provincia.
Cerca de Lewandowski ven que esas dos situaciones pueden repetirse en las internas de este domingo: un candidato de Rosario puede ser el más votado, justo cuando los representantes del sur no están demasiado satisfechos con la actual gestión de gobierno provincial.
De mínima aseguran que de estas PASO emergerá un liderazgo provincial en el sur de Santa Fe que al menos será muy competitivo para las generales de setiembre.
Qué ocurrió en las PASO del 2021
Más recientemente, en las Paso del 2021 en la provincia, cuando se votó para senadores nacionales, Lewandowski se impuso con 331.074 votos (el 20%), sobre Agustín Rossi, que logró 163.501, (el 9,9%). En la elección general consiguió retener y hasta mejorar ese porcentaje de la primaria, a la que le agregó 88.010 votos. Sumó finalmente 552.586 (32,2%).
En base a esos números es que en el peronismo confían en la potencialidad electoral del actual senador nacional y ahora candidato a gobernador. “Si logró eso en su primera campaña provincial y en un contexto nacional y provincial adversos, ahora eso puede repetirse o mejorar”, se entusiasman.
Algo parecido pasó en el otro frente opositor en 2021. Losada sumó 203.179 votos (12,3%), Pullaro 189.271 (11,4%), Federico Angelini 161.262 (9,7%) y José Corral 108.630 (6,6%). En la general, Losada no solo retuvo la totalidad de esos votos (729.567, el 40,3%) sino que además sumó 67.224 votos nuevos.
En esa elección, la oferta electoral santafesina estaba dividida en tres tercios. El Frente Progresista que lideraba el socialismo también creció, pasó de 124.998 votos (7,5%) en las PASO a 226.207 (12,3%) en la general.
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En estos comicios ese sector político formó parte del frente opositor “Unidos”, pero ese dato permite alguna lectura adicional acerca de cómo se moverá el votante del socialismo en la elección general si no tiene la posibilidad de votar a un candidato propio, si como parece Mónica Fein sale tercera detrás de la disputa Pullaro-Losada.
Es más probable que se identifiquen mejor con el exministro de Seguridad de Miguel Lifschitz que con la senadora nacional alineada con Patricia Bullrich y Mauricio Macri. “Qué harán los votantes socialistas cuando desaparezca toda referencia de alternativa progresista y se encuentren en el cuarto oscuro con las caras de una derecha conservadora”, especulan con criterio político.
En la previa todos dicen que van a ganar. Pero este domingo solo algunos pocos van a tener argumentos válidos para poder festejar. Cada uno encontrará su manera. Algunos porque ganaron las PASO al interior de su frente, otros porque su frente es el más votado con relación al otro, y otros porque podrán exhibir el título de haber sido los candidatos individualmente más votados, una distinción que les abre una mejor perspectiva de competitividad hacia las generales del 10 de setiembre.
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