Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, Sergio Massa y el peronismo en su conjunto tienen en agenda el próximo fin de semana una cita clave del cronograma proselitista a poco menos de un mes de las elecciones primarias del 13 de agosto: las PASO de Santa Fe, el tercer distrito con mayor incidencia electoral que puede alterar o consolidar expectativas en la coalición opositora y darle al PJ una suerte de incentivo si el principal postulante a la gobernación de Unión por la Patria se acerca a los primeros puestos de los más votados.
La primaria santafesina presenta, además, una serie de condimentos que la hacen por demás atractiva: la cruenta interna entre Maximiliano Pullaro -Rodríguez Larreta- y Carolina Losada -Bullrich-, un clima social enrarecido en una Rosario atravesada por la violencia narco, el gobernador Omar Perotti furioso por la precandidatura a vicepresidente de Agustín Rossi y La Cámpora que ofrece en la interna provincial una postulación, la de Marcos Cleri, que se encamina a obtener un muy cómodo segundo lugar, es decir, una derrota.
En ese contexto, todos miran a Santa Fe, el último gran test electoral antes del 13 de agosto. En el 2021, la boleta de senadores encabezada por Losada logró el 40,3% de los votos frente al 32,2% del entonces Frente de Todos, que tuvo a Lewandowski como cabeza de lista. En el 2019, Macri se había impuesto sobre Alberto Fernández, aunque por una diferencia menor: apenas por encima del 43% de los votos, frente al 42,7% del actual presidente. El escenario actual presagia una brecha mayor.
Según las encuestas en danza, Pullaro y Losada, los preferidos de Unidos para Cambiar Santa Fe, llegan a la elección en un escenario de paridad: ambos dicen que ganan. Se trata, en definitiva, de la primaria que se llevó toda la atención en estos meses de campaña por la virulencia de las acusaciones cruzadas. La senadora de JxC, que cuenta con el apoyo de un sector del establishment, de Bullrich y del propio Mauricio Macri, no se anduvo con vueltas: vinculó directamente a su rival con el avance del narcotráfico durante su paso por el Ministerio de Seguridad provincial y aseguró que no piensa acompañarlo el día después de la primaria si es que pierde la contienda.
Para el jefe de Gobierno porteño es una instancia clave. Principal promotor de Pullaro -en todos los rubros- desde Buenos Aires junto a Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, un eventual triunfo del precandidato puede darle un envión extra en una provincia en la que, según el oficialismo y la oposición, corre de atrás a Bullrich, que tiene una alta aceptación en la zona centro del país. Rodríguez Larreta tiene previsto viajar el próximo domingo a Santa Fe para acompañar a última hora a Pullaro en su búnker, el mismo esquema que repitió en San Luis y en San Juan. Gane o pierda, según su entorno, en este caso.
Bullrich, por su parte, prevé desembarcar en la provincia esta semana, para el cierre de la campaña. La interna se libra a todo o nada.
Lo cierto es que la disputa despiadada entre ambos postulantes a la gobernación -es la primara provincial más caliente de la oposición- provocó en las últimas semanas cierta fatiga del electorado, que provocó un repunte de la diputada Mónica Fein, la ex intendenta socialista de Rosario y la tercera precandidata del espacio, según los sondeos que se consumen en los campamentos de ese sector y del propio peronismo. En el socialismo aventuran, además, con la altísima chance de que Clara García se imponga en la categoría de diputados provinciales. García es legisladora, una histórica militante y es la viuda del ex gobernador Miguel Lifschitz, el último gran caudillo del socialismo santafesino que falleció en mayo del 2021 por un COVID-19 que no logró sortear.
En el 2019, Lifschitz hizo lo que su sucesor, Perotti, tiene previsto hacer este año: cuando dejó la gobernación encabezó la boleta de diputados provinciales y obtuvo la mayoría de las bancas, según establece la Constitución provincial, que le aseguraron hasta su muerte el control de la Legislatura. El gobernador de Santa Fe aspira, en ese sentido, a quedar parado como el referente provincial del PJ, una estrategia que dependerá, en buena medida, de la performance de Marcelo Lewandowski, el senador nacional y precandidato a gobernador del PJ que encabeza con holgura todos los sondeos de cara a las PASO.
Perotti y Lewandowski se desconfían. El senador, de hecho, meditó hasta el tramo final del cierre de listas si presentarse o no: creía que el gobernador podía retacear apoyo para quedarse con el mayor caudal de votos de la Provincia. Lewandowski coqueteó, por caso, con la chance de postularse en Rosario. Lo conversó en casi media docena de oportunidades con Cristina Kirchner, cara a cara, en su despacho de la Cámara alta, cuando se negociaba la posibilidad de un acuerdo entre todas las partes.
Al final, el senador presentó su precandidatura; Cleri la de La Cámpora y el kirchnerismo; Leandro “Kiko” Busatto -un joven pero movedizo dirigente provincial, yerno de Enrique “Pepe” Albistur-, la del rossismo, y Eduardo Toniolli en representación del Movimiento Evita. No se alcanzó la unidad, aunque sí hubo acuerdo en la lista de diputados nacionales, sellada horas antes del cierre de las candidaturas nacionales tras una reunión celebrada entre Rossi y Máximo Kirchner. La boleta la encabezarán en agosto Germán Martínez -referenciado en el jefe de Gabinete-, Florencia Carignano, la directora de Migraciones, de La Cámpora, y el ministro Diego Giuliano, que responde a Massa.
A Perotti, la postulación de Rossi no le causó nada de gracia. Más bien, todo lo contrario: están fuertemente enemistados. El vínculo terminó de deteriorarse en las legislativas del 2021. El miércoles, en la cumbre del CFI, Perotti fue uno de los ausentes entre los gobernadores del PJ que recibieron, oficialmente, al binomio Massa-Rossi junto a Eduardo De Pedro y Juan Manuel Olmos.
En el caso de La Cámpora, Cleri, el referente provincial de la organización, se encamina a un segundo lugar, bien cómodo, y bastante lejos de Lewandowski, al menos en la previa. La performance, de confirmarse, abre un interrogante en la agrupación K: ¿Qué futuro tiene a nivel provincial? Carignano fue la última irrupción de la organización en ese distrito: su postulación como diputada fue pedida y avalada por Cristina y Máximo Kirchner.
¿Puede Lewandowski ser el candidato más votado de las PASO? ¿Qué consecuencias puede llegar a acarrear la interna entre Pullaro y Losada después de las primarias? ¿Puede influir en las postulaciones de Rodríguez Larreta y de Bullrich? ¿Tiene chances el peronismo de cara a la elección, o la suma de los precandidatos de Unidos para Cambiar Santa Fe deja poco margen para una remontada del peronismo? Según la mayoría de los sondeos, la diferencia entre ambas coaliciones pronostica un escenario muy desventajoso para el PJ.
Ante ese panorama, Massa, que se interesó en su momento por la postulación de Lewandowski, mira de reojo la provincia, en una zona del país, la del centro, con un peso electoral relevante -Córdoba y la Ciudad, por ejemplo- que no presenta en los cálculos previos un panorama de ventaja para Unión por la Patria. Más bien lo contrario.
Demasiados interrogantes de una elección crucial, la última antes de las PASO.
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