Sergio Massa mantenía una posición distante con Daniel Scioli, pero la campaña electoral cambió la relación política entre ambos funcionarios del Gobierno. En este contexto, Massa ofreció a Scioli que fuera asesor especial “ad honoren” del Ministerio de Economía para fortalecer su agenda internacional, y el embajador aceptó la propuesta del jefe del Palacio de Hacienda. Massa y Scioli apuestan a ganar los comicios presidenciales, y han enterrado viejas disputas personales para enfocarse en la campaña electoral hacia las PASO del 13 de agosto.
“El Embajador en Brasil, Daniel Scioli, sumará su experiencia para fortalecer una estrategia de diplomacia económica para la Argentina”, señalaron desde la cartera económica. “El nombramiento, que será ad honorem, permitirá reforzar la dimensión política internacional del Ministerio”, añadieron tersamente.
El nombre concreto de la nueva responsabilidad del exgobernador bonaerense, excandidato presidencial 2015 y precandidato presidencial hasta el filo de la cierra de listas, hace poco más de una semana, será “Asesor Especial para la Agenda Internacional del Ministerio”.
Su misión, describieron ambas partes del acuerdo político y de gestión, será “contribuir con acciones y propuestas a posicionar a la República Argentina en el contexto internacional mediante sus factores diferenciales, como los sectores productivos y de servicios, el talento nacional, la cultura y los destinos turísticos”.
Más Argentina en el mundo, más mundo en la Argentina
Además, señalaron, contribuirá de modo fundamental “a involucrar a los distintos protagonistas de la realidad nacional que puedan hacer un aporte para consolidar el objetivo de lograr que haya “Mas Argentina en el mundo y más mundo en la Argentina”. Un lema que desde su propia enunciación apuntar a enfatizar “iniciativas tiendan a la generación de divisas mediante el aumento sostenido de las exportaciones y el fomento de inversiones externas directas para consolidar el crecimiento nacional con estabilidad y distribución equitativa de los ingresos”.
De hecho, cabe recordar que Scioli, como vicepresidente de Néstor Kirchner, retuvo durante la primera etapa de la gestión del difunto presidente el manejo del ministerio de Turismo (había sido, de hecho, secretario de Turismo del gobierno provisional de Eduardo Duhalde), hasta que unos comentarios respecto al retraso de las tarifas de servicios públicos le valieron la reprobación y el castigo de los Kirchner.
Aquellas observaciones, sin embargo, terminaron siendo reivindicadas, si se tiene en cuenta que uno de los aspectos más difíciles que debió abordar la actual gestión massista fue la gruesa carga que la política de subsidios había puesto sobre las cuentas públicas, el desaliento que significó para la inversión en los sectores de servicios de electricidad y gas y el efecto deletéreo sobre la calidad y la continuidad de la prestación de esos mismos servicios.
Scioli también puede ayudar en el frente financiero, con sus conexiones en Brasil. No debe olvidarse que en la próxima cumbre de los BRICS a fines de agosto en Sudáfrica, uno de los temas de la agenda será la propuesta de crear una moneda común de ese bloque, que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica y al que el actual gobierno pretende incorporarse.
Asperezas
Limar viejas y recientes asperezas, como las que Massa y Sciol tuvieron en 2013, cuando el hoy embajador en Brasil desistió a último momento de salirse del kirchnerismo para encabezar junto al hoy ministro de Economía el “Frente Renovador”, puede además mejorar la potencia electoral de la fórmula oficialista. Scioli nunca criticó públicamente y dio sobradas muestras de respeto y lealtad al kirchnerismo, pero su estilo es radicalmente opuesto al de la confrontación permanente y cuadra con el argumento con el que en 2009 Massa dejó de ser jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, porque -le dijo- “estaba de acuerdo con su modelo, pero no con sus modales”.
Scioli, más allá de zancadillas y dificultades, fue dos veces elegido gobernador de la provincia más poblada de la Argentina, donde reside el 38% del padrón electoral y hasta, cuando lo convocaron, aceptó ser “candidato testimonial” en las elecciones legislativas de 2009. Igual rol aceptó entonces Sergio Massa.
El dúo Scioli-Massa proyecta, sin dudas, un rostro amable para las empresas nacionales y los inversores extranjeros, algo fundamental para la gestión económica en los meses que se avecinan.
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