Sin marketing digital ni búsqueda de visibilidad para los algoritmos de redes sociales, la fórmula conformada por Gabriel Solano y Vilma Ripoll, precandidatos a presidente y vice del Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad (FITU) eligió como puntapié inicial de campaña la presentación clásica de un programa de gobierno. Algo que los frentes políticos fueron dejando de lado con la aparición de herramientas de comunicación más efectistas, ante el avance de las plataformas digitales.
En el semicírculo del teatro El Picadero, ubicado en el pasaje Enrique Santos Discépolo, a metros de calle Corrientes en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires, Solano y Ripoll arengaron a 260 militantes, sindicalistas y candidatos que completaron la sala.
Su mensaje apuntó con claridad a diferenciarse de la inclinación hacia la derecha o centroderecha que notan en la oferta electoral tras el cierre de listas. “Votar a Juntos por el Cambio o Unión por la Patria es un suicidio colectivo”, resumió Solano, al inicio de una intervención en la que, sin eufemismos, planteó un cambio de régimen económico para la Argentina, que salga de una economía capitalista para avanzar hacia una planificación socialista. “Hemos aprendido de la Unión Soviética”, diría sobre el cierre de su presentación.
El FITU tendrá elecciones internas el 13 de agosto. Será la primera vez que se enfrenten fórmulas para decidir la candidatura que los representará en la elección general. Solano y Ripoll eligieron la presentación de un programa de gobierno como lanzamiento de campaña para derribar algo que consideran un preconcepto hacia ellos: que saben luchar pero no sabrían gobernar. “La lucha es loable, pero también tenemos un programa”, destacó Solano y lo desarrolló durante una hora ante un salón que lo escuchaba en silencio.
En ese pasaje, además advirtió, que el FITU “no debe confundir a su electorado coqueteando con el kirchnerismo”, en un tiro por elevación la precandidatura de Nicolás del Caño, su adversario en la interna. No obstante, tanto Solano como Ripoll destacaron que el 14 de agosto estarán encolumnados militando para el ganador de la compulsa, sea quien fuere.
Antes, contó cómo ve la contienda electoral hoy. “Da la impresión de que la candidatura de Milei se está desinflando, por los fracasos provinciales que ha tenido, pero también porque cuando Cristina Kirchner designó a Massa como candidato a presidente, es indudable que una parte importante de los grupos empresariales del país apuestan a él, y los que podían tentarse con Milei hoy van a estar apoyándolo a Massa”, analizó en una breve charla con Infobae antes de la exposición ante su público.
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Tanto él como Ripoll y los candidatos que se acercaron al lugar trasmitían el mismo mensaje, el que cree que hay un progresismo huérfano luego de la oficialización de las listas. También un margen de voto bronca, que Milei sedujo pero que ellos afirman poder llenar de contenido con mejores argumentos. “El gran desafío de la izquierda es conquistar las masas que deja el peronismo y ser una alternativa de poder”, insistió Solano.
“Vamos a establecer un salario mínimo, indexado por inflación, equivalente a la canasta familiar (hoy en los $350.000) y el 82% móvil para los jubilados. Este punto del programa es absolutamente aplicable sin emitir ni un solo peso: reduciendo la tasa de ganancia empresarial”, señaló, sosteniendo una propuesta clásica de la izquierda.
En la lista que presentaron el Partido Obrero y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), el primer candidato a diputado nacional, por la provincia de Buenos Aires, será el sindicalista Néstor Pitrola. Celeste Fierro encabezará la lista por una banca en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Alejandro Bodart será el precandidato a gobernador bonaerense, mientras que Vanina Biasi competirá como precandidata a jefa de gobierno porteña, en una nómina que apostó por una presencia fuerte del Polo Obrero para abarcar la representación de quienes encarnan la lucha barrial. Aunque no quiso ser candidato, Eduardo Belliboni hizo llegar su saludo y apoyo.
La presentación del programa de gobierno tuvo, además, a las crisis recientes en Jujuy y Chaco como temas omnipresentes. Solano destacó que visitó la provincia del noroeste y hasta participó de una asamblea en un piquete. “El pueblo jujeño realizó una rebelión popular”, elogió, al tiempo que consideró al caso de Cecilia Strzyzowski como “un crimen de Estado”. “Estuvimos donde una fórmula presidencial tiene que estar”, realzó.
El programa de Solano y Ripoll proclama abiertamente que el ciclo capitalista es responsable de los indicadores sociales preocupantes que reflejan las estadísticas oficiales. Frente a ello, proponen una economía planificada. “El Frente de Todos tuvo un superávit comercial de 40 mil millones de dólares en cuatro años ¿dónde está? le dicen formación de activos externos”, ironizó Solano.
La fórmula del Partido Obrero y el MST cree, además, que podrán ocupar el espacio que el peronismo fue dejando vacío. “El peronismo desapareció, antes era Braden o Perón, ahora el peronismo es Braden”, afirmó Solano recordando aquella consigna de la primera mitad del siglo XX. Con ella intentarán repetir la buena performance electoral que tuvo la izquierda hace sólo dos años.
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